Segundo día en el desierto |
¿Qué les puedo decir de estos huevos rancheros?
Estuvieron deliciosos
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Ese día no lo pude iniciar mejor, porque en el menú del desayuno se ofrecían Huevos Rancheros. Ni un momento dudé en pedirlos. Y estuvieron deliciosos. Encontrar esta opción en un país árabe, fue la delicia de mi paladar mexicano.
El día continúo exactamente como el anterior. Sólo en la piscina, aunque yo me fui a visitar el Spa del hotel, cuyo costo estaba incluído. Me dio mucho gusto hacerlo. Aquí se los explico.
Empieza la aventura del Rain Forest en el Spa
Ese día me fui a la cita del Spa del Banyan Tree Al Wadi. No quería ir, pero mi marido me convenció. Ese día los dejé en la piscina. Me llevé mi traje de baño y las chicas de la recepción me indicaron todo lo que tenía que hacer.
Fue una aventura para los sentidos. Existen varios caminos para dejarse consentir en este Spa. Fue una experiencia Hidrotermal. El visitante tiene la oportunidad de viajar por 16 trails o etapas termales. Y lo mejor de todo, se reserva una hora para cada huésped.
Así lo disfrute en mi soledad. Sin otra huésped del hotel o empleada del mismo, camine por esos trails. Lo primero fue una caminata en la lluvia del bosque. Caía agua cálida desde el techo, con sonidos de pájaros y el ruido de la lluvia.
La siguiente etapa fue caminar entre una mini piscina, el sole bath, con diferentes temperaturas. Después siguieron las cámaras de vapor de aromas, las cuales prometían una desintoxicación del cuerpo. Lo siguiente fue bañarse en agua fría al estilo Bucket Challenge, que se hiciera tan famoso ese año, paso que no hice, porque consideré que no iba a jalar la cuerda para que me cayera el agua helada en el cuerpo después de haber estado en las cámaras de vapor. De seguro tiene su lógica, pero este paso me lo salté.
Seguía sola, sin un alma en los pasillos del spa o trails. El siguiente pasos era entrar a los diferentes tipos de saunas. Lo hice. Al final, para sellar esta experiencia, era entrar al cuarto del iglú, Ice Igloo, para frotar todo el cuerpo con hielo, así se estimulaba la circulación y se mejoraría el tono muscular.
El final del recorrido lo formaba la piscina tipo Hammam, pero no. Sólo entré un par de segundos a la quieta, caliente y oscura piscina. En mi mente corría la película de que en esa oscuridad podría salirme un monstruo marino, o uno menos sofisticado, como un cocodrilo o tiburón. Sí, que ignorante me vi, pero no pude sentarme en los sillones acuáticos sola en esa piscina oscura.
Mejor descansé los últimos minutos en las sillas reclinables de madera con calentador integrado. Después me fui a las regaderas a bañarme y secarme el pelo.
Agradecí mi visita privada a las chicas de la recepción. De verdad que es una experiencia única de visitar un spa en un país de cultura árabe, en donde la mujer goza de su privacidad. El tratamiento Rain Forest lo recomiendo totalmente, con todo y el balde de agua fría. ¿Qué fue lo que más me gustó? La sensación de respirar diferentes hierbas aromáticas y esfoliarme con hielo después del sauna. El capítulo,
La última noche
La tarde transcurrió en la piscina. En la noche fuimos a cenar de nuevo al Safran, en el hotel, después de disfrutar en la privacidad del cuarto unos cócteles de cortesía. Así, porque hay que recordar que en los países árabes no es aceptable ingerir alcohol en público. Era la última noche, mañana regresaríamos a Dubai, en donde pasaríamos unos días más y celebraríamos el fin de año. Esto se los platicó en mi siguiente entrada. ¡Muchas gracias por leerme y feliz domingo!
El cuarto, construído como tienda |
El día continúo exactamente como el anterior. Sólo en la piscina, aunque yo me fui a visitar el Spa del hotel, cuyo costo estaba incluído. Me dio mucho gusto hacerlo. Aquí se los explico.
Empieza la aventura del Rain Forest en el Spa
Ese día me fui a la cita del Spa del Banyan Tree Al Wadi. No quería ir, pero mi marido me convenció. Ese día los dejé en la piscina. Me llevé mi traje de baño y las chicas de la recepción me indicaron todo lo que tenía que hacer.
Mientras estaba en el tratamiento Rain Forest, mi familia se quedó en la piscina |
Fue una aventura para los sentidos. Existen varios caminos para dejarse consentir en este Spa. Fue una experiencia Hidrotermal. El visitante tiene la oportunidad de viajar por 16 trails o etapas termales. Y lo mejor de todo, se reserva una hora para cada huésped.
Así lo disfrute en mi soledad. Sin otra huésped del hotel o empleada del mismo, camine por esos trails. Lo primero fue una caminata en la lluvia del bosque. Caía agua cálida desde el techo, con sonidos de pájaros y el ruido de la lluvia.
De nuevo, un cóctel al atardedcer |
La siguiente etapa fue caminar entre una mini piscina, el sole bath, con diferentes temperaturas. Después siguieron las cámaras de vapor de aromas, las cuales prometían una desintoxicación del cuerpo. Lo siguiente fue bañarse en agua fría al estilo Bucket Challenge, que se hiciera tan famoso ese año, paso que no hice, porque consideré que no iba a jalar la cuerda para que me cayera el agua helada en el cuerpo después de haber estado en las cámaras de vapor. De seguro tiene su lógica, pero este paso me lo salté.
Seguía sola, sin un alma en los pasillos del spa o trails. El siguiente pasos era entrar a los diferentes tipos de saunas. Lo hice. Al final, para sellar esta experiencia, era entrar al cuarto del iglú, Ice Igloo, para frotar todo el cuerpo con hielo, así se estimulaba la circulación y se mejoraría el tono muscular.
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El final del recorrido lo formaba la piscina tipo Hammam, pero no. Sólo entré un par de segundos a la quieta, caliente y oscura piscina. En mi mente corría la película de que en esa oscuridad podría salirme un monstruo marino, o uno menos sofisticado, como un cocodrilo o tiburón. Sí, que ignorante me vi, pero no pude sentarme en los sillones acuáticos sola en esa piscina oscura.
La última noche |
Mejor descansé los últimos minutos en las sillas reclinables de madera con calentador integrado. Después me fui a las regaderas a bañarme y secarme el pelo.
Agradecí mi visita privada a las chicas de la recepción. De verdad que es una experiencia única de visitar un spa en un país de cultura árabe, en donde la mujer goza de su privacidad. El tratamiento Rain Forest lo recomiendo totalmente, con todo y el balde de agua fría. ¿Qué fue lo que más me gustó? La sensación de respirar diferentes hierbas aromáticas y esfoliarme con hielo después del sauna. El capítulo,
La última noche
La tarde transcurrió en la piscina. En la noche fuimos a cenar de nuevo al Safran, en el hotel, después de disfrutar en la privacidad del cuarto unos cócteles de cortesía. Así, porque hay que recordar que en los países árabes no es aceptable ingerir alcohol en público. Era la última noche, mañana regresaríamos a Dubai, en donde pasaríamos unos días más y celebraríamos el fin de año. Esto se los platicó en mi siguiente entrada. ¡Muchas gracias por leerme y feliz domingo!
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