viernes, 31 de marzo de 2017

Lang Co, Vietnam: un día de piscina y playa, o mejor dicho, el día en que me comí unos cangrejitos


¡Hola! De regreso en este viernes de blog para seguirles contando sobre nuestro viaje a Viet Nam. Era el segundo día. El 3 de marzo para ser exacto.



Día de piscina



Estábamos en Lang Co, en la zona media costera del país. Habíamos llegado la noche del 1 de marzo. La mañana siguiente nos recibió la lluvia. Pero esa mañana el sol radiaba en su esplendor. Así es que ese día no sería de excursión fuera del hotel, al contrario, nos quedaríamos a disfrutar la piscina y a caminar por la playa.



Area de recepción del Banyan Tree


Así que el programa fue el mismo como siempre. A desayunar en el Water Court y luego a ponerse los trajes de baño.

Esa mañana no había viento


El día transcurrió oyendo música al aire libre. A las cuatro de la tarde, llegó el famoso té con algunas galletitas y tentenpiés salados.



La hora del té

Este chico nos llevño la merienda vestido
en traje típico y las famosas canastas de Vietnam


La pausa se acabó. Era hora de regresar a la piscina a chapotear y a seguir leyendo nuestros libros. El día lo terminaríamos en el restaurante tailandés del hotel. A esa hora del día no sabía qué me esperaba de sorpresa.


El sol seguía iluminándo Lang Co


Hora de visitar el hotel vecino, Angsana



Visitamos el Angsana


Antes de ir a cenar, fuimos a conocer el hotel vecino, Angsana. Este tiene un campo de golf que pueden usar los visitantes de ambos hoteles. Para llegar hasta ahí, el visitante puede tomar un barquito y navegar por el río que conecta a los dos hoteles



Casi llegando al Angsana

Caminamos un poco por el hotel y llegamos a la playa. Ahí nos hicimos fotos y disfrutamos la arena. El agua estába muy fría, y estoy segura de que nuestras hijas se hubieran bañado sin importarles la temperatura.



La playa en Lang co


En el Angsana también se puede ir a algunos restaurantes. Nuestro interés era haber conocido el Rice, pero no nos dio tiempo, habrá que viajar otra vez a Vietnam.
El sol casi se estaba despidiendo.  Caminamos hasta el Banyan Tree y regresamos al cuarto. Era la hora de tomar una cervecita en la terraza.


Desde aquí se podía ver la sesión del hotel
en dónde estábamos



Ellas felices

Disfrutando el atardecer



Hora de comer en el Saffron, los cangrejos me estaban esperando




En tailandés Khun era utilizado para nombrar un barón.
Actualmente se refiere a señor, señora o señorita
El chico que nos recibió nos dijo que significaba familia


Como era imposible caminar, le hablamos al carrito tipo golf para que nos llevara al restaurante tailandés del hotel.  Al llegar a nuestra mesa, descubrimos el saludo en tailandés a nuestra familia


Ensalada de camarones empanizados



Tuvimos una muy buena experiencia con la comida. Yo tuve una ensalada de camarones empanizados. Nuestras hijas los famosos rollos primavera y cuatro tipos diferentes de arroz. Mi platillo principal fueron cangrejos con ensalada. Y arroz,



Ya sólo me faltaba el último cangrejo


Los comí. No quisé dar un mal ejemplo a nuestras hijas. Mi esposo probó uno y yo comí cuatro. 
Primero los estaba cortando y mi esposo me preguntó que si sólo quería comer el cerebro. Después, me armé de valor y los comí enteros. Estaban tiernitos y el caparazón, o se los habían quitado, o eran unos cangrejos chiquitos. Bueno, después de esta barbaridad, sobreviví la noche. No hay que olvidar de que en Vietnam también se comen insectos. Lo mismo sucede en Tailandia.


Mis hijas todavía hacen bromas de que me he comido a mis semejantes, porque soy del signo cáncer, el cangrejo. Y tienen un poco de razón



Alambrés de pollo oara mi esposo

Diferentes rollitos, muy saludables


Después del arroz y los cangrejos, era imposible probar algún postre. Aunque los postres asiáticos utilizan mucho el coco y me encantan. No. la próxima vez. Pero no nos salvamos y al pedir la cuenta, nos trajeron unos dulcecitos tailandeses. Así terminaba la experiencia de los cangrejos. ¡Qué me hubiera costado probar uno de sus famosos currys, pero, yo quisé probar algo nuevo!




No podíamos pedir postre, pero nos
despidieroncon estos dulces


La noche terminaba y nos fuimos de regreso al cuarto. Al día siguiente, la ciudad de Danang nos estaría esperando. Esto se los contaré en el siguiente Aterrizando. Por lo pronto, muchas gracias por leerme y buen fin de semana.


martes, 21 de marzo de 2017

Viajando a Lang Co, en el centro de Vietnam



A la mañana siguiente



¡Hola, de regreso en este blog para contarles nuestras primeras horas en la República Socialista de Vietnam. Una aventura que resultó con dos caras, la de la tranquilidad y el descanso y la del bullicio citadino.

Estuvimos de vacaciones en Asia a finales de febrero del 2017. Llegamos primero a Hong Kong. Era nuestra tercera visita a esta ciudad. Prometo contarles ese paseo. Pero este viaje lo quiero iniciar con Lang Co, el lado central de Vietnam, en la costa del Mar Chino del Sur.


Vietnam, un país de motocicletas


Llégamos el miércoles 1 de marzo por la noche. Viajamos por Cathay Pacific. El vuelo fue desde Hong Kong hasta la ciudad de Danang. Ahí nos recogió un chófer del Hotel Banyan Tree. El viaje duró una hora por la carretera hasta Lang Co. Fue lento porque los vehículos sólo puede manejar a 60 kilómetros por hora. ¿El motivo? Hay demasiadas moticicletas en Vietnam y es una medida para proteger a sus conductores.




Esa mañana había llovido
¿El fin de las vacaciones playeras?



Durante el recorrido nos encontramos con la ciudad de Danang en plena cena. Los restaurantes al aire libre estaban abarrotados. Los moticiclistas disfrutaban la noche a la orilla del mar.  Los vendedores ambulantes ofrecían en sus carritos la deliciosa comida vietnamesa.  Ah, qué ganas de empezar a conocer el país.


Desarrollando una táctica contra la pronunciación vietnamita del inglés

Al llega al Banyan Tree, la chica de la recepción nos llevó directamente al cuarto. Fue casi imposible entenderla en inglés. A partir de ese momento, el oído de mi marido y el mío se agudizó, porque lo que él no entendía, lo entendía yo. Buena estrategia que resulto. Nos dimos cuenta en los días siguientes, que la mayoría si tenía buena pronunciación. Y claro, lo que todo vietnamita tiene, simpatía y buen humor.


Pedimos una pizza al cuarto para nuestra hija menor y para nosotros. La mayor se fue a dormir inmediatamente. Después la seguimos los tres.


La lluvia nos visitó por la mañana, ¿se quedaría?



El agua no amaneció muy agradable
esa mañana


A la mañana siguiente, lo primero que pensé fue que me había equivocado con toda la ropa que había puesto en la maleta. Estaba lloviendo y se sentía el fresco. Tuvimos un susto al pensar que la pisicina se quedaría solita sin nosotros usándola.


Por lo pronto, llamamos a un carrito estilo golf y nos fuimos a desayunar. El lugar de nuestra habitación estaba en una colina y con tanto carrito del hotel manejando por los alrededores, era mejor que no caminaramos por las veredas. ¡Así es que nos dejamos llevar!


Disfrutamos tanto el desayuno. Tuvimos la comida occidental, pero lo mejor, la vietnamesa. Todavía extraño sus noodles y sus pancakes salados. Totalmente únicos y preparados con verduras. Y porque lo niego, la champaña a discreción.



Llegó la hora del té



La merienda


Esa tarde, mis hijas y mi esposo si chapotearon en la piscina. Yo les contemplé feliz desde la silla reclinable, escuchando la música de Zumba para mis siguientes clases que tendría al regresar a Basilea, Suiza.

A media tarde, llegó el té. Con un bocadillo salado y dulce. El té cambiaba por día. Tuvimos de todo, verde, de menta y hasta de crisantemos.  Uno diferente por día y servido en todo el hotel.


Desde el carrito golfero


El clima se mejoró y no volvió a llover. Los pronósticos eran favorables, así es que tendríamos suerte con las vacaciones de playa.




La entrada del Banyan Tree


Lo siguiente en el programa era ir a cenar. Al restaurante del hotel, el Water Court, así es que le hablamos a un carrito para que nos llevara. Ahí continuó nuestra aventura culinaria por Vietnam, un país con una de las cocinas más completas y saludables del planeta. Además de llena de sabores.




El atardecer se llena con linternas de
papel con colores cálidos


La piscina principal



La Cena en el Water Court



Después de estudiar la carta, le dijimos al mesero nuestros deseos.  Para nuestra hija mayor, pedimos la famosa sopa de pasta llamada Pho, con carne de res. Estuvo feliz. Nuestra hija mejor cenó rollitos primavera estilo Vietnam. Mi esposo comió de entrada también unos rollos primavera y después unos alambres de pollo servidos en un tronquito de caña de azúcar. Para mí fue una sopa de elote con cangrejos, ese fue el viaje de los cangrejos, ya les contaré; y los famosos  pancakes de Lang Co. Aquí les presentó las fotos.



Sopa Pho



Sopa de elote con cangrejos. Casi como en México



Los famosos pancakes de Lang Co

Alambres de res



De postre tuvimos un pastel de chocolate para mi esposo, no muy típico, pero preparado para los europeos y para mí, una gelatina de coco, servida en un coco de verdad. Todo fue maravilloso.



Rollos primavera estilo Lang Co



El postre



Logo del hotel


Así fue como terminó nuestro primer día. Muchas gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando. ¡Que tengan una muy buena semana!