jueves, 21 de febrero de 2019

En Sydney por dos noches. Abril 2018






¡Hola! De regreso en este Aterrizando para platicarles de nuestra llegada a Sydney, Australia. Era el 5 de abril del 2018. Veníamos de un viaje que había empezado en Corea del Sur, en Nueva Zelanda y que ahora nos traía a este continente.

Viajamos desde Auckland. En tres horas ya estábamos en Sydney. Llegamos al hotel Quay West. Ahí nos habíamos quedado en el 2012, así es que todo nos era familiar.


Nos preparamos para ir a caminar por el Circle Quai y ver de cerca la famosa Opera. Ya era tarde y sólo comimos algo ligero en un café al lado del Circle Quai. La noche nos esperaba para descansar.



Sydney nos estaba esperando



Nos despertamos con esta imáagen de la Opera desde el cuarto


Despertamos con la belleza de la Opera y del Puente Harbour, los dos símbolos de Sydney. Tuvimos esta vista desde el Quay West. Siempre lo recordaremos. Pero bueno, el día empezaba y teníamos hambre. Nos arreglamos y fuimos a buscar un café en la ciudad. Y lo encontramos en el Circle Quay. Uno muy italiano con vista al Puente Harbour, Portobello Cafe.


Y con ésta del Sydney Harbour Bridge


Frente al Portobello Cafe


Comimos cuernitos con jamón, roles de canela y claro, capuchinos. Las niñas tomaron jugos de naranja. Disfrutamos esa mañana llena de sol y de tranquilidad sin tener ninguna prisar por terminar. Pero de alguna manera teníamos que iniciar nuestro camino por la ciudad, o mejor dicho, continuarlo.




Siempre tendremos esta imagen en nuestros corazones


Caminamos hacia la Opera para hacernos las tradicionales fotos. Le dimos la vuelta al edificio y recordamos que en el 2012 el edificio estaba en construcción, la plaza estaba siendo renovada. Esta vez que lo visitamos, los trabajos habían terminado.


Como todos los turistas, haciéndonos fotos


Jardín Botánico



Caminamos por el Parque Royal Botánico. Fue una excelente excursión para la familia. Disfrutamos el clima y al mismo tiempo hicimos ejercicio. 



Comiendo Tacos de Guzmán y Gómez


Y bueno, lentamente teníamos hambre. Nuestro siguiente punto en el programa del día, era visitar la taquería Guzmán y Gómez, que conocimos durante el 2012, durante nuestra visita a Brisbane. Para eso, caminamos rumbo a la ciudad, al Martin´s Place.


Finalmente tuvimos nuestros tacos de Guzmán y Gómez


Era la hora del mediodía en esa área de compañías de Sydney. Todo mundo salió a comer, y al parecer, tacos. Hicimos fila y esperamos pacientes nuestra entrega. Pero valió la pena.



Visitando Queen Victoria Building



Y bueno, seguimos caminando por la ciudad. Llegamos al Queen Victoria Building, un edificio lleno de tiendas. Este centro comercial ya lo conocíamos y nos gustó regresar. Es un edificio lleno de luz a pesar de ser antiguo. Guarda detalles de antaño como el piso de sus pasillos. Un lugar que nungún turista debe dejar de visitar


Queen Victoria Building


Darling Harbour


Pero el camino nos llamaba de nuevo y esta vez llegamos caminando hasta el Darling Harbour. Este lugar es el atractivo para pasar las tardes y noches en sus restaurantes y tiendas.



Darling Harbour


Para completar el paseo del día, tomamos el ferry rumbo al Circle Quay. Una manera excelente de ver la Opera y el Harbour Bridge desde el mar.



En el Ferry




Viajando con el Ferry de regreso a Circle Quay




El famoso parque de atraciónes


Y sí, en el pleno fresco marítimo, vimos la Opera y el Harbour Bridge. Disfrutando la tranquilidad de las vacaciones. El barco no estuvo lleno, así es que todavía más cómodo.


Vista desde el Ferry



Adiós Sydney


Llegamos al Circle Quay. Caminamos al Quay West y descansamos un poco antes de regresar a la ciudad para cenar. Esa noche nos esperaba una mesa en el restaurante de carne asada The Cut, en el área de The Rocks, un lugar famoso a dónde llegaron los colonizadores ingleses.



¡A cenar!


La cena fue deliciosa. El encanto se estaba acabando. A la mañana siguiente nos esperaba el vuelo para regresar a Corea del Sur, ahí pasaríamos una noche antes de regesar a Europa.



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Pero esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Muchas gracias por leerme y hasta el siguiente!




viernes, 8 de febrero de 2019

Eagles Nest, Bay of Island: Ultima parada en Nueva Zelanda



Vista desde Eagles Nest


¡Hola! De regreso en Aterrizando para platicarles de los últimos tres días en Nueva Zelanda. El viaje continúo en Eagles Nest, en Bay of Island. Ahí estuvimos en una casita frente al mar. Disfrutamos mucho el clima. Sol total y la tranquilidad del mar. Nuestras hijas también disfrutaron estas vacaciones, olvidándose un poco de la escuela y las tareas. Esto fue del 1 al 4 de abril del 2018.


Bellos atardeceres que permanecen en
nuestra memoria y en las fotografías



¿Un lugar para dormir con las puertas abiertas?: La pared del baño está abierta


La tranquilidad en este lugar de Nueva Zelanda se puede captar desde que el ferry llegó al puerto de Russell.  Este país tiene un índice muy bajo de criminalidad. De todas maneras, al llegar a la casa de Eagles Nest, fui la encargada de revisar todo para sentirme segura y poder dormir. Aunque hubieramos podido dormir con todo abierto y no nos hubiera pasado nada.


Mi esposo ya lo había hecho, pero yo recorrí cada rincón de la casa, revisando ventanas y puertas. La casa estaba en una montañita, cerca de la playa y rodeada de árboles y plantas.




Días de descanso asoléandonos


De repente me llamó la atención la pared de la bañera. No sé por qué y no sé cómo descubrí que era una puerta corrediza.  ¿Sería el instinto materno? Pues el hecho fue que entré a la bañera y toqué la pared. Y se movía, era una puerta corrediza y la abrí por completo. Se podía tomar un baño de tina y abrir la pared. La vista era el hermoso jardín. Y bueno, como era de esperarse, aseguré la pared. Aunque estoy segura que nadie hubiera entrado esa noche,



La entrada de la casa, escondida entre las plantas



Russell, un lugar en dónde el mundo se detiene


Esos días no hicimos mucho más que descansar en la piscina de Eagles Nest y visitar el pueblo de Russell. Este lugar fue de película.



Llegamos a Russell, a 5 minutos de Eagles Nest



Russell es un pueblo a cinco minutos de Eagles Nest. Es un lugar en dónde su gente va a comprar y a disfrutar de una caminata o picnic en la playa. También los turistas disfrutan de sus restaurantes y de las tiendas de recuerditos.



Paseando por su puerto



Caminar por su playa nos dejó la impresión que el mundo se detiene aquí. No existe el reloj y los problemas se olvidan. En Russell uno puede aislarse de las guerras. Aunque sea por unos minutos nos olvidamos de todo.

En Russel disfrutamos de un helado estilo italiano y entramos a una boutique. Es un lugar pequeño, pero con encanto. Tiene dos supermercados y pudimos surtirnos de nuestra comida para los días en los que estaríamos hospedados en Eagles Nest. Claro y nuestra carne para usar el asador del jardín.




La Playa solitaria de Eagles Nest



La playa exclusiva para nosotros


En nuestro tercer día en Eagles Nest. decidimos visitar la playa. Bajamos unas escaleras de madera y me sentí que estaba en Australia. Fue un buen ejercicio pues subir no es nada fácil. Se necesita un poco de condición.



Bajar u subir a la playa de Eagles Nest, un
ejercicio perfecto

Pero valió la pena, porque encontramos un lugar solitario. El acceso a Eagles Nest está prohibido. El Hotel tiene cerrada la entrada para seguridad de sus huéspedes. Medida innecesaria, porque nunca pasa nada.

Cualquiera puede llegar en bote hasta esta playa. Desgraciadamente vimos rastros de cubiertos y platos desechables. La inconsciencia también se deja sentir en este rincón del planeta.



Carne asada, la última cena en Eagles Nest



El tiempo se acabó. La tercera noche nos estaba esperando y con ella la cena de carne asada. Mi esposo nos preparó esta delicia y cenamos disfrutando el atardecer. Así terminaba nuestra estancia en este lugar de Nueva Zelanda.


Adiós Eagles Nest



El viaje continuaría a la mañana siguiente, con dirección de Auckland. De ahí volaríamos hasta Sydney, Australia. Esto nos alegraba, pero al mismo tiempo nos entristecia dejar Russell. Esperamos regresar un día a esta parte del planeta,



De regreso a Auckand para viajar a Sydney


¡Mil gracias por leerme y que tengan un buen fin de semana. Nos vemos en el siguiente Aterrizando con el relato sobre Sydney!