jueves, 30 de abril de 2015

Buenos Aires: MALBA y la Recoleta



¡Hola! Estoy de regreso para contarles nuestro tercer día de visita en Buenos Aires. Era el 22 de febrero y habíamos planeado visitar el Parque de la Recoleta para llegar a un interesante y bello museo. El Museo de Arte Arte Latinoaméricano de Buenos Aires. MALBA.



¡Buenos Días, Buenos Aires!



Era un perfecto día. Domingo. Día familiar y perfecto para encontrarnos al lugareño. El paseo lo iniciamos por la Plaza Francia. Ahí encontramos un bonito mercado artesanal, la Feria Artesanal. Era el domingo perfecto para pasear. Vimos muchos bicicleteros, gente trotando y sobre todo, personas ejercitándose en las áreas verdes.


Monumento a Torcuato de Alvear



Escultura de la Plaza




Puestos de la Feria Artesanal







Deportistas en la Recoleta



Floralis Genérica


En nuestro camino al MALBA, tuvimos la oportunidad de ver la escultura Floralis Genérica, una escultura del arquitecto Eduardo Catalano. Está ubicada en la Plaza de las Naciones Unidas y está realizada de acero inoxidable.


Disfrutando al máximo el verano en
 Argentina. En la Recoleta


Esta flor metálica se cierra durante la noche, durante este tiempo se puede observar una luz roja en su interior. A la mañana siguiente, la flor renace y vuelve a abrir sus pétalos. Por su nombre, representa a todas las flores del mundo.



Floris Genérica




¡Y llegamos al MALBA!



Interesante la arquitectura



Antes de entrar al museo, aprovechamos y fuimos primero a comer al restaurante del mismo. Ahí he probado un delicioso risotto. Estaba lleno de bonaerenses. El museo deja pasar mucha luz y en su restaurante pasa lo mismo.

Después fuimos a comprar los boletos y visitamos primero el piso reservado a Antonio Berni, con la obra de sus personajes Juanito y Ramona.



Bello su atrio





En particular me gustó la exposición
de Berni con los temas de Juanito y Ramona





La luz natural permite ver las obras en
cada detalle




Interior del MALBA




El  Viudo, Botero

Manifestación, Berni



Nos gustó mucho el museo

Che Guevara




Abaporu, Tarsila Do


Definitivamente vale la pena visitar el Museo. Ese día disfrutamos del verano, de los rayos del sol y nos gustó mucho vera los bonaerenses disfrutando de su domingo. El siguiente paso en nuestra agenda era visitar el famoso Cementerio de la Recoleta.



Exterior del MALBA




 Cementerio de la Recoleta: ahí los muertos no descansan



En el Barrio Chino encontramos una cafetería para descansar un rato. Mi esposo probó un alfajor cubierto de chocolate. Ahora que no estoy ahí, me arrepiento de no haber comido uno. Pero era imposible después del risotto del restaurante. Tendremos que volver algún día.



Alfajor cubierto de chocolate.
Lo mejor, su interior relleno de dulce de leche



La siguiente estación era entrar al Cementerio de la Recoleta. Lo primero que pensé cuando entramos, era que los difuntos no podían descansar como debe de ser, debido a la cantidad de turistas que lo visitan. Probablemente busquen las tumbas de la familia Perón y de otros ilustres que descansan ahí.


Cementerio de la Recoleta


Aunque critique la masa de visitantes, necesito decir que las tumbas y mausoleos son bellas. Es como una miniciudad. Cerca de ahí estaba el Centro Comercial Recoleta Mall. Ahí no haríamos escala, lo visitaríamos al día siguiente.



Un submundo en Buenos Aires



En cambio, volvimos a hacer una pausa gastronómica en el Café Pérsicco. De nuevo nos mezclamos entre los bonaerenses quienes disfrutaban de la tarde sentados en las mesas del jardín del café. Mi esposo pidió nuestras bebidas y yo fui al interior del mismo para comprarles helados a nuestras hijas. Desde nuestra mesa vimos una presentación de tango que se estaba llevando frente al café.




Iglesia de Nuestra Señora del Pilar



Recoleta Mall



Tango desde la Ventana



Regresamos al hotel, ubicado también en la Recoleta y descansamos un poco. No nos gustó haber llegado tarde a la presentación de tango.  Para nuestra sorpresa, en el jardín del hotel, también se presentó una pareja de bailarines. De repente escuché la música y me asomé a la ventana del cuarto. ¡Y sorpresa!, vimos una presentación de tango.



¡Llegamos al hotel!




Desde nuestra ventana, vimos a la pareja bailando tango



El tango terminó y nosotros terminamos de arreglarnos para ir a cenar. Esa noche visitaríamos Los Inmortales, en la Plaza Vicente López, situada a unos quince minutos del hotel. Este restaurante es una cadena. Esa noche el local se llenó y también acudían clientes a recoger su pizza para comer en casa.


En los Inmortales



Este restaurant es un homenaje a todos las figuras famosas argentinas, desde Gardel, pasando por Mafalda y terminando con sus principales políticos y artistas. Todas las figuras públicas engalanan las paredes de los Inmortales.





Esta imagen la captamos en la
Plaza Vicente López





La velada terminó y regresamos al hotel. Mañana la aventura continuaría con un paseo turístico en autobús. Así es que era hora de dormir para amanecer cargados de energía.



Corredor Artístico del Palau Duhau


Hasta aquí el relato del día de hoy. Les deseo un bonito puente de fin de semana y hasta el próximo Aterrizando. ¡Gracias por leerme!

jueves, 23 de abril de 2015

Buenos Aires, la Casa Rosada



La Casa Rosada



Llegamos a la Casa Rosada



¡Hola de nuevo! En esta segunda parte del relato sobre Buenos Aires, les platico sobre la visita a la Casa Rosada, la sede del Poder Ejecutivo en Argentina.

La plaza en donde está la Casa Rosada, está llena de historia. Ahí nació el movimiento independentista en el año 1810, durante la Revolución de Mayo. El visitante puede apreciar la famosa columna o Pirámide de mayo. Durante nuestra visita encontramos una protesta por los caídos en la Guerra de las Malvinas.

Rodean a esta Plaza de Mayo, otros edificios como el Museo Histórico y la Catedral Metropolitana. 




Pirámide de Mayo

Catedral Metropolitana


Museo Histórico


Caminata por el Centro, en el Barrio Monserrat



De regreso volvimos a caminar. Pero antes, hicimos una pausa en el Café Restaurant Gran Victoria, ubicado en la misma plaza.


Pausa en el Gran Victoria


Con energía renovada, caminamos de regreso al hotel. Iniciamos en la Avenida de Mayo. En nuestro camino nos encontramos con interesantes atracciones como el famoso Café Tortoni y el Palacio Barolo, un edificio que ubica diversas oficinas.

En nuestro recorrido también encontramos dos atracciones muy originales, como el Ministerio de Obras Públicas, que tenía un mural con la imagen de Evita Perón.



Café Tortoni. La visita queda pendiente para
una siguiente visita, pues acababamos de
estar en un café

¡No llores por mí Argentina!


Así se ve de lejos el Ministerio de
Obras Públicas


Palacio Barolo


Un lugar donde nuestras hijas se diviertieron, fue el Monumento a las Cataratas de Iguazú, una alegoría del agua en este lugar de Argentina, Misiones. Mejor dicho, un lugar donde todos nos divertimos, pues el agua se dispersaba en esa tarde de calor por nuestros cuerpos en forma de rocío. Un minichapuzón. ¡Muy refrescante!


Monumento a las Cataratas de Iguazú
en la Avenida Mayo y 9 de Julio



Pasando por la Plaza Vicente López y finalmente en el Chiquilín


Cerca de nuestro hotel, en el barrio de la Recoleta, pasamos por una plaza con vida y en donde encontramos varios restaurantes que podrían ser una opción para cenar en los siguientes días, la Plaza Vicente López.


Plaza Vicente López, un reflejo de la vida en Buenos Aires



Llegando al hotel, descansamos un poco y nos preparamos para ir a cenar. Mi esposo había leído sus guías turísticas y encontró una recomendación para ir a cenar, el restaurante de carnes asadas Chiquilín.  

Y después de ponernos guapos, nos fuimos de nuevo caminando. Nada mejor pues el plan era disfrutar de una autentica carne asada argentina. 

Llegamos y había lugar. En la ida del hotel, después de visitar el Centro Histórico, pasamos por el Chiquilín e hicimos una reservación. No fue necesario, pues había muchas mesas disponibles. La verdad no nos arrepentimos de haber hecho la reservación pues uno nunca sabe e igual nos hubiéramos quedado sin lugar.



Un delicioso bife de ojo


En el Chiquilín probamos un bife de ojo. Las niñas comieron otro corte de carne, cuyo nombre no recuerdo y el mesero nos recomendó un vino Malbec el Saint Felicien. ¡Todo estuvo delicioso!



Restaurant Chiquilín


El Restaurant cuenta con fotos de los
famosos que lo han visitado



De regreso caminamos al Palau Duhau. En el camino fuimos viendo los aparadores de las tiendas. Mañana nos esperaba el paseo por la Recoleta y en especial, la visita al MALBA, el Museo de Arte Latinoaméricano en Buenos Aires. De esto les platico en el siguiente Aterrizando. ¡Muchas gracias por leerme y que tengan una bonita semana!

El Buenos Aires Querido




Hora de la merienda



¡Hola! Estoy de regreso con Aterrizando para platicarles sobre la llegada a Buenos Aires, el 20 de febrero, después de despedirnos de las Cataratas de Iguazú. 
Volamos con Aerolíneas Argentinas. Aterrizamos en Buenos Aires como apróximadamente a las cuatro de la tarde. Tomamos un taxi, conducido por una mujer y durante el camino fuimos contemplando la ciudad. Vimos la Plaza de San Martín, la Recoleta y las demás atracciones que iríamos conociendo en los próximos cuatro días.



Interior del Patio Bullrich


El clima era maravilloso. Tuvimos mucha suerte porque en Iguazú seguimos la noticia sobre el Fiscal asesinado Alberto Nisman. Vimos las marchas de protesta por la manera en que se estaba presentando la noticia, de parte de las autoridades. Fuertes críticas a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Nisman la acusaba de proteger a los altos cargos iraníes del atentado cometido en 1994 a la Asociación Mutual Israelita Argentina, en el que murieron 85 personas.

El pueblo argentino protesto bajo la lluvia aquéllos días antes de nuestra llegada a Buenos Aires. Hasta el momento, no se esclarece esta teoría que envuelve a la Presidenta de Argentina.
Llegamos al hotel, al Palau Duhau, Park Hyatt en el área de la Recoleta. Nos instalamos y decidimos dar un recorrido por los alrededores. Lo primero que visitamos fue el Patio Bullrich, un centro comercial a unos minutos y sobre la misma Avenida Alvar.



Delicioso este alfajor



En el centro comercial nos sentamos a merendar. En la Cafetería Freddo. Ahí las niñas tomaron un helado y yo probé el primer alfajor del viaje. Una galleta doble rellena de dulce de leche. En Argentina he comido el mejor dulce de leche. ¡Es la verdad! Ese alfajor me conquistó.




Teatro Colón


Dejamos el Patio Bullrich y seguimos caminando. Llegamos hasta el Teatro Colón. Las avenidas no estaban muy transitadas, porque eran vacaciones. Se podía caminar muy a gusto. Me imagino que en época escolar las calles lucen diferente.



El Obelisco



El Teatro Colón debe de visitarse y contemplar su interior. Esto lo haremos en nuestra siguiente visita. Por ese día terminó nuestro recorrido en las calles de Buenos Aires. Cenamos en el cuarto del hotel. Mañana caminaríamos todo el día y visitaríamos un típico restaurant argentino de carne.  En el camino de regreso pudimos ver el Obelisco. Realmente Buenos Aires se parece a una ciudad europea. Se le puede comparar con Madrid, Barcelona y quizá París. Un latino como yo yo se siente en casa. Y mucho más cuando entra en contacto con los argentinos.



Descubriendo la Plaza General San Martín y la Torre Monumental




Plaza Embajada de Israel



A la mañana siguiente estábamos muy descansados y listos para caminar con nuestros zapatos cómodos. El clima seguía maravilloso. Veraniego pero no exageradamente caliente. Lo primero que vimos en nuestro camino fue la Plaza Embajada de Israel. Aquí aconteció uno de los atentados más crueles contra la comunidad judía. Una bomba explotó en este edificio, matando a 85 personas.



En Memoriam de las víctimas de 1994

En la plaza todavía se ven los antiguos muros de este edificio. Un conjunto de árboles silenciosos enmarcan con respeto a las víctimas.




Palacio San Martín


Seguimos caminando y llegamos al Palacio San Martín. Esta es la sede de la Cancillería de la República de Argentina. Seguíamos en el Barrio del Retiro.

A unos pasos de ahí, encontramos el Monumento a San Martín, en la Plaza General San Martin. Todo un honor al caudillo independentista.  Obviamente nos tomamos una foto frente a esta estatua, en honor a nuestro acompañante, que goza de tener el mismo nombre.



General San Martín



El Parque es una maravilla. Cerca de ahí se encuentra la Torre Monumental, conocida anteriormente como la Torre de los Ingleses.



Torre Monumental, que no visitamos porque
regresaríamos a este lugar
después de visitar Uruguay




Visitando las Galerías Pacífico




Hermosos sus frescos del techo


Llegamos hasta este famoso centro comercial, Galerías Pacífico, inspirado en los centros comerciales de Milán Italia, como la Vittorio Emanuele II. Y es inconfundible esa inspiración italiana en toda su arquitectura.



Inspirada en la arquitectura italiana


En la Galería se encuentra el Centro Cultural Borges. Ahí entramos a una de sus salas, la de la obra de la artista María Inés Tapia Vera.




En el interior de Centro Cultural Borges



Después caminamos por la calle Córdaba y nos llamó mucho la atención de que a cada cinco metros se encontraba un empleado de una agencia de cambio y nos ofrecía sus servicios de cambio de moneda. 


Por la Avenida Córdoba encontramos
a muchos empleados de casa de cambio
que ofrecía el servicio en plena plaza



La primera compra del viaje la hice en la Tienda Cuesta Blanca, en pleno centro. Me llamó mucho la atención una blusa negra con un bordado de flores, muy al estilo de las artesanías mexicanas. La compré y nuestra siguiente parada era encontrar un cajero automático. Tarea que no fue fácil porque en varios nos fue imposible. Finalmente encontramos uno que funcionaba.




Cuesta Blanca



Llegamos a la Casa Rosada



Esto se los contaré hoy por la tarde, para no hacer tan largo el relato. ¡Gracias y hasta pronto!