jueves, 24 de noviembre de 2016

Disneylandia en Shanghai





Shanghai Disney Hotel


¡Hola! De regreso en este jueves para contarles la aventura de haber visitado Disneylandia en Shanghai. Este viaje lo hicimos en octubre del 2016.

Llegamos con taxi al Shanghai Disney Hotel desde la ciudad. Era el 12 de octubre y nos quedaba un poco más de medio día para visitarlo. Era la gran aventura en esta ciudad.



Iniciaba la diversión

Viajamos en barquito desde el hotel hasta la entrada del parque. Un camino muy cómodo a través del lago artificial que separa estos dos destinos. No era fin de semana, así es que esperábamos un parque no tan lleno. ¡Pero no éramos los únicos ahí!



El sello de Disneyland




El tradicional desfile


Después de ver un poco el mapa, nos fuimos a la tierra del futuro. Tomorrowland. Eran pasaditas de la una de la tarde y fuimos a comer al restaurante estilo americano, de hamburguesas y hot dogs. Tuvimos suerte de conseguir una mesa.



No podían faltar Winnie Pooh y Tiger




Tomorrowland





El menú de los papás 



El de las hijas



Tron, la atracción para nuestra hija mayor



En el mágico mundo 

En esta sección del paraque, encontramos la atración de Tron, exclusiva de Disneyland Shanghai. Mi hija mayor salió fascinada de la experienca. Su papá fue con ella, pues de tal palo, tal astilla. En eso se parece mucho. Aman la velocidad y altura. Yo me quedé con mi hija menor y nos fuimos a la atracción de Toy Story.



Ilusión para chicos y grandes con este helado



Un mundo para mí


El tiempo apremiaba y casi era la hora de regresar al hotel. Pero antes, nos dirigimos al inicio del parque para admirar los fuegos artificiales. Toda una locura presenciarlos. ¡Simplemente maravillosos!


Unos fuegos artificiales de película




Hora de los fuegos artificiales


Regresamos con el barco al hotel. El siguiente paso de nuestra aventura por Disneyland, era cenar en el hotel. Esa noche nuestras hijas se tomarían fotos con los personajes de Disney. Cena con tu personaje favorito, era el motivo de la nche.


Quizá sus últimas fotos con los personajes



Este vez sería probablemente la última vez que cenarían con ellos. Nuestras hijas crecen y pronto ya no van a querer hacerlo. Así es que lo disfrutamos.

La noche terminó, pero estábamos felices porque todavía tendríamos todo un día completo a la mañana siguiente para volver a Disneylanda.


La ilusión hasta en el postre



Esto se los cuento en el siguiente Aterrizando, ¡Muchas gracias por leerme y buen fin de semana!

martes, 22 de noviembre de 2016

Shanghai: la Plaza del Pueblo, un Museo cerrado y pato pequinés




Así nos despedimos de la noche china


¡Hola! De regreso paa continuar el relato sobre Shanghai. Este es el camino que seguimos después de haber visitado el Centro Comercial Xintiandi.  Seguía siendo el 11 de octubre.



En la Plaza del Pueblo en Huangpu



El Museo de Shanghai



Como les platicaba en las anteriores entradas, ese día caminamos 19 kilómetros. Valió toda la pena porque pudimos conocer la ciudad de primera mano.

Llegamos a la Plaza llamada People Square. Es la Plaza del Pueblo. Esta es el punto de referencia para manejar las distancias en los municipios de Shanghai. Anteriormente había sido un hipódromo. Pero el nuevo gobierno comunista prohibió los juegos de azar y este lugar se conviertió en un lugar para los desfiles nacionales.


Frente a esta plaza se encuentra el Museo de Shanghai. Este edificio construído en parte de metal, es redondo sobre una base cuadrada que representa la idea de la concepción china del mundo. El cielo circular bajo una base cuadrada.



Centro de Exposiciones de Urbanismo



Nuestro plan era entrar al Centro de Exposiciones de Urbanismo, un museo que muestra los planes a futuro de la ciudad. Esto hubiera sido muy interesante, porque la ciudad de Shanghai está evolucionando a mil por hora. Habrá que darle seguimiento a sus planes arquitectónicos. Desgraciadamente el museo cerraba a las cuatro. 



Raffles City


La única opción que nos quedaba era visitar el Centro Comercial que estaba enfrente, Raffles City. Un centro comercial relativamente pequeño, pero con 5 pisos. Demasiadas tiendas para visitar. Pero aún así, nos dimos a la tarea de recorrerlo.



Parece que el guerrero de terracota
está dispuesto a ayudar en la
limpieza de este restaurante




El tiempo ameritaba, así es que teníamos que continaur la caminata por la ciuadad, para llegar al restaurante que mi esposo había encontrado en las guías turísticas de la ciudad, el Lao Beijing.





Edificio del camino Fuy Hou



De nuevo en el Bund





Banco de Shanghai

Llegamos de nuevo al Bund en el momento perfecto para hacer fotos. Estaba por anochecer y no éramos los únicos ahí. Todos los turistas y locales caminaban disfrutando una tarde sin lluvia. Templada para llevar suéter.




Llegamos al Bund


El pato del Lao Beijing



Uno era para nosotros



Llegamos  al Restaurante Lao Beijing. Estaba en el segundo piso del edificio, un poco diferente a la norma de los restaurantes. Recibimos el menú del restaurante, pero ya sabíamos lo que queríamos, el Pekin Duck. Sí, el pato pequinés


Al momento de servirlo



Listo, colocado sobre papas fritas



De regreso al hotel tomamos un taxi. Estabamos muertos, pero contentos de haber visto tantas cosas de la ciudad. Al día siguiente dejaríamos el hotel para visitar Disneyland Hong Kong.  Después de dos noches ahí, regresaríamos a visitar de nuevo la ciudad. Esto es los cuento en el siguiente Aterrizando.


La hora pico del tráfico. Bicicletas, motocicletas, autos,
autobuses y peatones


Buenas noches Shanghai


¡Muchas gracias por leerme y hasta la próxima!

jueves, 17 de noviembre de 2016

Shanghai: su mercado de insectos, sus dumplings y su lado fashion entre muros de antaño



¡Hola! De regreso en Aterrizando después de una semana de pausa por un viaje de aniversario de bodas a Venecia.  Hoy continúo el relato de nuestra visita a Shanghai.




Recorriendo el centro de la ciudad, fuera
de la zona turística


Les relato la continuación del recorrido que hicimos después a la visita del Parque Yu Yuan.  El siguiente punto a recorrer era caminar hacia un centro comercial, Xintiandi, para ir a comer al restaurante de dumplings Din Tai Fung, mismo que recomendaban en muchos de las guías turísticas sobre la ciudad.




Aquí nos encontramos con el Shanghai de antaño
Sus verdaderos restaurantes para el mediodía


Nos encontramos con edificios de vivienda enormes. Y con el verdadero pueblo. Llegamos a una calle típica, con los tendederos de ropa en las banquetas y con su área de restaurantes para el mediodía. Y por supuesto, con los eternos huéspedes, los perros callejeros a los que nadie corría. Los aromas invitaban, pero el camino era largo para nosotros.



La ciudad iniciaba la pausa de la comida



El Mercado de los Insectos: en México hay peleas de gallos, en Shanghai, de grillos


Llegamos a un punto importante del recorrido, el Mercado de los Insectos. Era un lugar pequeño, fácil de imaginárselo con sólo verlo en la entrada. Había de todo: pajaritos, gatitos en jaulas, y grillos en vasos de plástico, con tapa.  No sabíamos para qué compran tanto insecto. Además de ellos, se pueden adquirir tortugas miniatura, plantas, peces, en fin, muchas mascotas. Pero los grillos son los que más llaman la atención.


Area comercial





El Mercado de los Insectos

Lo primero que me vino a la mente con los insectos en los vasos, fue que los compran para tener un poco de vida natural en los departamentos de la ciudad. ¿O se los comen? O ¿los usan para fines medicinales? No, los utilizan para peleas de grillos. El chino los compra y los entrena para verdaderas competencias. Es un pasatiempo nacional.



Un autobús





Cabina telefónica


Xintiadi, un centro de moda china






Xintiandi, el escaparate de la moda china


Pronto se llevaría aquí la Fashion Week



Llegamos al Centro Comercial Xintiandi, que es un templo de la moda china. Los diseñadores de este país tienen aquí sus exhibiciones, así como las cadenas internacionales.

Caminamos por sus pasillos y nos fuimos a buscar el restaurante Din Tai Fung, Ahí encontraríamos los mejores Dumplings d ela ciudad. Curiosamente, no son originarios de Shanghai, sino de Taiwán. Obviamente a los originarios de Shanghai no les gusta mucho, pero eso no impide sus visitas al mismo.





Llegamos al Ding Tai Fung



Llegaron los primeros



Murales con los famosos locales




Oviamente, este era de pollo




Recorrido por sus locales exteriores, el estilo Xikumen



Sus locales exteriores


Terminamos de comer estas delicias chinas y nos fuimos a recorrer los locales exteriores del centro. Ahí también nos encontramos con otros turistas y con más exhibición de diseño chino, no sólo en la moda, sino en sus representaciones cotidianas como artículos decorativos y de iluminación. También se pueden encontrar librerías y restaurantes.



Locales anteriormente conocidos
como Xikumen

Estos locales eran llamados antes como Xikumen, un estilo arquitectónico que mezcla elementos europeos y chinos en su contrucción. Aquí se encuentra, además de las tiendas y restaurantes el Museo del Primer Congreso del Partido Comunista Chino.




Essence Cafe


El siguiente punto era regresar a la ciudad para ir a buscar un famoso restaurante para probar el pato cantones. Pero todavía nos faltaba caminar mucho. Por eso, nos sentamos a tomar y café y observar la moda china en los pasantes. ¡Aún nos faltaba ver mucho!



Hora del café



Y esto para las hijas

Moda citadina


Otra vista de Xintiandi



El verde del semáforo es para todos: autos, bicicletas, motocicletas y peatones




Arquitectura

Esa noche nos dimos cuenta que caminamos 19 kilómetros por Shanghai. Así que esa tarde todavía nos faltaba un gran recorrido.  Esto se los seguiré platicando en la siguiente entrada. Aquí les dejo estas imágenes de nuestro recorrido por el verdadero Shanghai.



Todos pasan al mismo tiempo. Autos,
moticicletas y peatones

Obviamente el tráfico es difícil en Shanghai y se lleva tiempo de llegar de un punto a otro. Lo interesante es que todos los elementos involucrados pasan cuando ven verde. A esto me refiero que pasan peatones con el semáforo en verde, y con ellos todo el resto de vehículos.




Todo va bien asegurado

Es un peligro el cruzar las grandes avenidas en Shanghai, porque uno no se siente protegido, para nada. Pero con precaución se puede. Esta vez no vi a nadie caminando y viendo su teléfono celular, como en otras ciudades, imposible. Si se hace, uno acaba arrollado por un auto, moto o bicicleta.


Un oficial de tránsito con su caseta móbil


Bueno, aquí termino y continuaré con más kilómetros recorridos en esta ciudad del futuro. ¡Muchas gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando!