jueves, 21 de julio de 2016

De regreso en Copenhague, a la Scandinavian Zumbaparty



¡Hola! De regreso a este Aterrizando. Hoy les quiero platicar sobre la visita a la ciudad de Copenhague. Estuvimos aquí, porque estuve en la Scandinavian Zumba Party 2016.


Mi segunda Scandinavian Zumba Party

Al parecer esta ciudad se está convirtiendo en nuestro viaje anual primaveral. Fue mi segunda visita a este evento de Zumba. La primera fue el año pasado, y quedé maravillada por la buena organización y por los excelentes entrenadores de Zumba que se presentaron en ella. Fue por eso que decidimos regresar. Esta es una actividad para mí, pero mi familia también se divierte porque ellos visitan el Parque de Diversiones Tivoli.


El viaje lo empezamos el 20 de mayo, en el cumpleaños número 12 de mi hija mayor. Viajamos por la tarde con el Easy Jet, desde Basilea Suiza. Nos hospedamos por tercera ocasión en el Hotel Copenhagen Island. Desde nuestra primera visita quedamos fascinados con él.


El Fisketeorvet desde el exterior



Fuimos a cenar a un restaurante de carna asada del centro comercial Fisketorvet, el Grand Vue. Tuvimos una buena vista desde el local. Como era de suponer, cenamos carne asada. Después, regresamos al hotel, pues yo tendría que estar lista para tomar el autobús a las 7:30 de la mañana desde la Estación Central de Trenes.



Centro Comercial Fiskotvet




Vista desde el Restaurant Grand Vue



Mi familia visitó el Museo Judío Danés


El sábado 21 me fui sin ningún problema a la Scandinavian Zumba Party. Esto se los contaré en mi blog Mis 30 Días de Zumba. Mientras yo me divertía, mi familia se fue a visitar la ciudad. Empezaron con el



Vista exterior Museo Judío



Sorprendente sus espacios interiores



El museo contrasta su arquitectura exterior, totalmente antigua, con sus espacios interiores llenos de luces. Este museo se construyó primero para ser la Royal Boat House. Después fue una biblioteca. Su arquitecto es Daniel Liebeskind, arquitecto polaco-norteamericano.



Y la Torre Redonda o mejor dicho Rundetårn


Después del Museo Judío, mi familia fue a visitar la torre Rundetårn. Esta torre la conozco. Primero la visité con mi esposo, y luego con toda la familia. 

Tiene la perculiaridad de que se va llegando a la cima en un paseo de forma helicoidal. Se necesitan siete vueltas y media para llegar hasta la cima.


Rundetårn


Vista desde la Torre Redonda




En un pequeño mundo perfecto: Tivoli




Y llegaron al Parque Tivoli


Mi familia pasó el resto del tiempo en el Parque Tivoli. Un pequeño mundo perfecto, como lo describiría mi esposo. A lo que yo le agregaría que parte de este mundo perfecto, fue mi mundo de Zumba. Si la vida fuera siempre así de sencilla, sin problemas, ni complicaciones, el mundo sería perfecfto. Porque ya sea en el Tivoli, o en un evento de Zumba, reina la paz, la felicidad y la cordialidad. Eso es lo que necesitamos. ¿No creen?


En el Parque Tivoli


Hotel Copenhagen Island



Llegó la hora de regresar al Hotel Copenhagen Island. Encontré a mi familia feliz, esperándome y yo también. La Scandinavian Zumba Party 2016 había sido un éxito. Ahí encontré a mi amiga Sandra. A ella la conocí el año anterior. 


La noche terminó con una cena en el hotel. Todos estábamos cansados, pero felices. Mañana tendríamos un poco más de tiempo para visitar la ciudad, o mejor dicho, para visitar Tivoli juntos.

Y bueno, como esta ciudad tiene actividades para toda la familia, el próximo año regresaremos en el mes de mayo. Mi boleto ya lo compré. Mil gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando.


miércoles, 13 de julio de 2016

El Palacio Docleciano en Split, Croacia




En el Puerto, atrás, la Torre de San Duje



¡Hola¡ De regreso aquí para platicarles sobre nuestra visita al centro de Split, en Croacia. 

Era el 6 de mayo. Ese dísfrutamos el desayuno antes de dejar el Hotel Radisson. Tomamos un taxi hasta el puerto de Split. 


A Split llegan muchos cruceros para luego partir a
otras islas croátas



El Palacio Docleciano


Eran inicios del mes de mayo, pero se sentía un calor veraniego, el calor del Mar Adriático. Caminamos un poco por el puerto, pues nuestro propósito era visitar el Palacio Docleciano




El Palacio Docleciano


Camino subterráneo



Antes de llegar al Palacio Docleciano, tomamos un atajo por el camino subterráneo. Una bella atracción, en dónde se puede adquirir uno que otro souvenir, mientras uno se maravilla de la construcción romana.




Las puertas de Palacio


Obviamente no éramos los únicos visitando este Palacio. Muchos turistas también admiraban la construcción romana, caminando entre las ruinas, o tomando un café al aire libre.



Una mirada al cielo desde el Palacio



Un día espectacular en Split


La Esfinge de Rámses II en el Palacio


Seguimos disfrutando de la ciudad. Nuestro objetivo era visitar un restaurante para probar la comida típica de Croacia.


Estatua de Gregorio de Nin




Hora de Comer


Y encontramos el Restaurant Konoba Hvarin. Ahí probamos la ensalada de pulpo y el arroz negro, como el de España. Claro, con una cervecita, pero no de Croacia.


Ensalada de Pulpo



Arroz negro


Y compramos un árbol cómo los de México



Ya era hora de regresar. Las hijas querían disfrutar del sol en el Hotel. Tomamos un taxi de regreso, pero antes caminamos por la esplanada, Riva, y encontramos algo para llevarnos a casa. Un árbol de madera, que yo pintaría. Lo compramos porque su parecido con los árboles de la vida que se hacen en México.



En la Esplanada de Split, Riva



La bandera croáta



Fue así como disfrutamos por unas horas, de este paseo por la ciudad de Split. Definitivamente se antoja regresar. Claro que la visita la disfrutamos al doble por su maravilloso clima. Valdrá la pena combinar Split con un paseo por algunas de sus islas. ¡Gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando!

De regreso al hotel