jueves, 24 de septiembre de 2015

El segundo día en Bilbao: Disfrutando su comida, su Museo y el español de mi infancia




Parque Doña Casilda de Iturrizar


¡Se llegó el día! Finalmente, después de una larga espera para visitar Bilbao, estábamos ahí. En el país vasco y en su flamante Museo Guggenheim.

¡Hola! Estoy de regreso para platicarles sobre nuestro segundo día en Bilbao. Esto fue el 9 de julio.



En el interior de una pescadería



Museo Guggenheim: una joya de la arquitectura




Llegamos al Museo

El día lo empezamos desayunando en el Gran Hotel Bilbao. Después caminamos unos 20 minutos hacia la ciudad, haciendo una breve parada en una pescadería. Nada mejor que el alimento fresco.



En su moderno interior


Subimos a un tranvía para viajar hasta el Museo Guggenheim. Excelente servicio y la unidad limpiecita. Iba lleno, no nada más de turistas.


Espacioso y lleno de luz


Ese día ahorramos la fila en el museo, porque el día anterior habíamos comprado los boletos. El interior es espacioso, con su techo alto y maravillosamente impecable.

Escultura Mamá
Las exposiciones de visitamos fueron además de la de Jeff Koons, de Richard Serra y la de Jean-Michelle Basquiat.  
Aquí les dejo algunas de las imágenes de las exposiciones y de los interiores del Museo Guggenheim.


Pasillo en la altura

Del arquitecto  Frank Gehry

Todo un trabajo de Arte Pop

Popeye visto según Koons

Metal bajo la perspectiva de
Richard Serra

Los Tulipanes de Koons





Tiempo de comer en el Bistro


Sí, ya pasaba el mediodía y decidimos comer en el Bistro del Museo. La cocina vasca es muy famosa. Algunos de los mejores restaurantes del mundo se encuentran en esta zona española. Y sí, nos dejamos deleitar con sus creaciones.



Hora de comer en el Bistro


Al terminar, caminamos hacia la ciudad, no sin antes dejar de pasar la oportunidad de cruzar el Río Nervión y fotografiar el Museo Guggenheim desde otra perspectiva.



Salimos del Bistro para cruzar el Nervión

Hora de buscar otro ángulo

Majestuoso



Caminata, pero antes, tiempo de compras  y pausa en el parque



Después de la sesión fotográfica, visitamos el Centro Comercial que está al lado del Museo, Zubiarte. Ahí entramos a las tiendas de Desigual, orgullo español y la alemana Bijou Brigitte.



Centro Comercial Zubiarte

En el parque Doña Casilda de Iturrizar

Seguimos caminando bajo el sol del mediodía, con nuestros respectivos sombreros. Así fue como llegamos al Parque Doña Casilda de Iturrizar. Nos sentamos a descansar, a ponernos crema solar y claro, tomar un granizado.


Caminando por el centro de Bilbao



Merienda en el Corte Inglés



Seguimos caminando con el calor por las calles de Bilbao. La siguiente parada era visitar el famoso Corte Inglés. Mientras mi esposo merendaba con mis hijas, yo me fui de compras. Bueno, pero antes comí una tarta de limón. No me podía perder un postre de su cafetería.



Merienda en El Corte Inglés


Delicia para las pequeñas 



La pausa terminó. El siguiente punto en el programa era ir al Casco Viejo de Bilbao. Antes de regresar al hotel, comeríamos en uno de sus restaurantes. Y asó lo hicimos. Cenamos en el Kasko, en una de sus mesas exteriores, viendo pasar a los habitantes de Bilbao que apenas salían a disfrutar una tarde de verano. El sol ya se había bajado.


Imposible resistir la tentación de una carne asada.
Y con una gruesa capa de sal

En el Kasko, nuestras hijas degustaron un espagueti del plato de niños y nosotros nos decidimos por un corte de res. Lo especial de esta carne vasca, es la capa de sal en grano. Delicioso el toque y no es tan salado.


El tiempo en Bilbao, se había acabado. A la mañana siguiente viajaríamos a Suiza. En el camino fuimos encontrando algunas similitudes con el español de México.  Me acordé de mi abuela, que en paz descanse, cuando hablaba del trastero. Y de la palabra chucherías. Me encanta encontrar estas similitudes con mi tierra, el estado de Nuevo León. Encontré el nombre  de un negocio igual que un municipio de mi estado, Apodaca, pero escrito con k.



Una tienda de chucherías

En mi estado escribimos el nombre con c


 Bueno, hasta aquí llegó nuestro viaje por la costa del Atlántico. Nos enamoramos de la costa francesa, desde Burdeos hasta la parte española. ¡Les agradezco su lectura, y nos vemos en el próximo Aterrizando!


¡Adiós Bilbao!


jueves, 10 de septiembre de 2015

Bilbao, en un día típico de verano español


Museo Guggenheim



¡Hola! De regreso en Aterrizando para contarles sobre una visita muy deseada al país, español. Finalmente visitamos la ciudad de Bilbao.  
Esto lo aprovechamos viajando desde Basilea hasta Burdeos. Desde ahí visitamos esta ciudad, luego siguió Saint Emilion, después Saint Jean de Luz, y finalmente dejamos Francia para viajar por una hora hasta Bilbao, en el país vasco.



Calle en el centro de Bilbao


Mientras viajábamos de Saint Jean de Luz hasta Bilbao, trayecto que nos llevó una hora, íbamos leyendo la publicidad en vasco. Imposible entenderla. Pero ahí estábamos, en territorio vasco.





La Catedral de Santiago


¡A comer tapas!


Llegamos casi al  mediodía, al Gran Hotel Bilbao. Dejamos nuestras maletas y caminamos hasta la ciudad. Unos 20 minutos. No quisimos hospedarnos en el centro, porque viajábamos en auto. En este hotel contamos con uno bueno, y así no nos preocupamos. Era el 8 de julio.




Plaza Nueva


Hora de unas tapas


Nuestras hijas, felices con su KAS



Caminando hasta el Museo Guggenheim


Llegamos hasta la Plaza Nueva. Nos recordo mucho a la Plaza Real de Barcelona. Escogimos un restaurante de tapas y nos sentamos a disfrutar el calor del mediodía. Quizá un bochorno, pero bajo la sombrita.


Río Nervión


Puente Calatrava

Hacía mucho calor, un día de verano típico en España. Caminamos por el Rio Nervión, pues nuestro destino era comprar boletos para el Museo Guggenheim al día siguiente. Pasamos por el Puente Calatrava, del arquitecto Santiago Calatrava. Nos acordamos de su obra en Valencia.





Puente de la Salve



Finalmente llegamos hasta el Museo. Impresionante, sencillamente, impresionante.  Junto a él, se encuentra el Puente de la Salve, que predomina con su color rojo.  Lo siguiente en maravillarnos, fue la escultura gigante de una araña al lado del museo, llamada Mamá, de la artista Louise Bourgeois. Pesa 22 toneladas, tiene 10 metros de altura, y otros 10 de diámetro




Mamá



Museo Guggenheim


Compramos los boletos, porque no queríamos encontrarnos con una larga fila al día siguiente. El Museo Guggenheim es una gran atracción. Su arquitecto es el americano -canadiense, Frank Gehry, quien ha diseñado el Dancing House, en Praga y el Vitra Museo, en Alemania. También la Fundación Louis Vuitton, en Francia, entre otros.


Koons en Bilbao


En la entrada del Museo, es imposible dejar de ver la escultura Puppy, del artista norteamericano Jeff Koons. Al día siguiente tendríamos la oportunidad de ver más de sus obras en el Museo Guggenheim.


Puppy, de J. Koons


El museo desde otro ángulo


¡Majestuoso!



De nuevo hacia el Centro 



Fuente al lado del Museo, el lugar ideal para mitigar el calor


Después de admirar tanta belleza, nos regresamos caminando a la ciudad.  El calor aminoraba, y buscamos la sombra. En el camino hicimos esta foto. Nos gusto mucho tener esta panorámica del Museo desde una calle cercana al mismo.



Con el Museo de fondo

Fue muy cómodo caminar en las calles de Bilbao. Me recordó el centro de Madrid. Caminamos buscando una heladería famosa, que encontramos en una de nuestras guías turísticas, pero no la encontramos, había desaparecido. Seguimos caminando hasta el Casco Antiguo.


Teatro Arriaga


Me acordé de Madrid

Catedral de Santiago


Probando la gastronomía vasca


Se llegaba la hora de la cena. Decidimos cenar en el Chuletón, ubicado en pleno centro de Bilbao. A esa hora, la gente salía a dar la vuelta por la ciudad, después de que el sol estaba por esconderse.




¡Y llegamos al Chuletón!


Carne para toda la familia



En este restaurante comimos una carne de res a la parrilla. Lo especial fue una costra de sal. Al principio estuve un poco escéptica, pensando en que sabría saladísima, pero no, sorpresa, esa sal le dio un sabor especial a la carne. ¡Totalmente recomendable!


Otra vista de la Catedral

Se estaba haciendo de noche, y ya estábamos cansados. Regresamos caminado al hotel. En 2o minutos estuvimos en nuestro cuarto.


¡Hasta mañana Bilbao!


En el próximo Aterrizando les contaré como fue nuestra visita al Museo Guggenheim. Por lo pronto les deseo una buena semana y un adelantado buen fin de semana. ¡Gracias por leerme! ¡Buenas noches!