jueves, 22 de septiembre de 2016

Playa, Zumba y Familia: Mi viaje al Continente Americano, parte 4

¡Hola! De regreso en este jueves de blog, para platicarles de una estación en este viaje por Florida.

Pompano Beach: una estación antes de viajar a Aruba

Después de haber estado en la Zumba Convention de Orlando, viajamos rumbo a Aruba. Pero dormimos una noche en la playa de Pompano. Un lugar muy bonito para vacacionar. Especialmente si se viaja con niños.




Así encontramos la habitación, después de esperar una hora



Tardanza en el registro, 100 dólares para la cena

Nos hospedamos en el Hotel Fort Lauderdale Marriot Pompano Beach Resort and Spa. El viaje desde Orlando fue muy tranquilo. Llemos después de las tres de la tarde. El cuarto que habíamos reservado estaría hecho. Estaría, pero no estaba.

Por desgracia esperamos casi una hora. Normalmente la regla en este hotel es que a partir de la tarde se pueden entregar las habitaciones. Después de preguntar dos veces, mi esposo habló con el encargado de la recepción y le dijo que ya había pasado mucho tiempo. El recepcionista había sido muy amable, pero en verdad el tiempo ya había pasado el límite. Como consuelo, nos dio un bono de cien dólares para consumir en el restaurante. La verdad, quedamos contentos, porque de nuestra parte no fue el problema. Con esto se acabó el mal sabor de boca y empezamos a disfrutar del hotel.


Una playa muy tranquila



Disfrutando el atardecer



No estaríamos mucho tiempo en este hotel. Muy temprano en la mañana, manejaríamos rumbo a Miami, para volar de ahí hasta Aruba. Esperamos regresar un día con más tiempo a esta playa. Por lo menos nos sirvió para conocerla. El hotel es muy cómodo y tiene una minicocineta. Es el lugar ideal para vacacionar con familias. Cuenta con piscina y spa. Definitivamente, habrá que volver


El Hotel consta de dos edificios



¡Llego la hora de la cena! Cenaríamos en el hotel, en el restaurante McCoy´s Oceanfront. Mi esposo una carne asada, para mi unos tagliatelle con carne y mis hijas comerían gnocchi con mejillones. Nos sorprendimos mucho mi esposo y yo, pero parece que les gustan mucho. Los han probado en algunos viajes que hemos hecho.



¡Y para las hijas: Gnocchi con mejillones!


Disfrutamos el anochecer en la terraza del cuarto. Sólo nos quedaban algunas horas para ir de verdad a disfrutar la playa y la piscina en Aruba. ¡Ya pronto estaríamos de regreso en la isla!



¡Adiós Florida!


Dejamos el hotel sin problemas. El tráfico de la mañana tampoco fue exagerado. Llegamos al Aeropuerto de Miami y nos despedimos del auto que habíamos rentado. Esperamos regresar el año que viene si es que asisto a la Zumba Convention, cosa que es muy probable.


Rumbo a Aruba


Yellow Cab en el Aeropuerto de Miami

¡Muchas gracias por leerme! En la próxima entradade Aterrizando les platicaré sobre nuestro primer día en Aruba. Lo interesante de este viaje fue el haber conocido un poco más de la isla. Esto lo pudimos hacer porque rentamos un carro. Pero esto se los contaré la próxima semana. ¡Feliz fin de semana!

jueves, 8 de septiembre de 2016

Playa, Zumba y Familia: Mi viaje al Continente Americano, parte 3



El arcoiris sobre el cielo mexicano


¡Hola! Estoy de regreso para contarles sobre mi penúltimo día en Cancún México.  Un viaje que nos sirvió para descansar y para ver a la familia mexicana.

No queríamos que el tiempos se acabará, pero la Zumba Convention nos esperaba en Orlando Florida. Esta empezaría el 28 de julio, así es que tendríamos que viajar el 27 por la mañana. Teníamos que aprovechar hasta el último momento en este paraíso mexicano.



Detalle de los pasillos del Hotel Emporio



El día transcurrió como los anteriores, con la novedad de que nuestra hija menor realizó su deseo de hacerse trencitas. Las chicas que trabajan recorriendo las playas de Cancún le cumplieron su sueño. Sólo se hizo hasta la mitad de la cabeza. ¡Le quedaron muy bonitas!




Caminando por el hotel



Ese día, fue para seguir cumpliendo mis antojos de comida mexicana. En el desayuno probé un bisquet y una concha de vainilla. Y no pude evitarlo, también comí una tostada. Y aproveché para ir a la tiendita del hotel y comprar unos roles de canela Bimbo y unas galletas Sponch de Marinela. No importa lo que digan los especialistas en nutrición, este lujo tenía qué darmelo.



Cuarrtos en el centro del hotel
El nuestro estuvo al lado derecho



Teníamos que disfrutar  el último atardecer en Cancún




Imposible dejar de probar esta concha y el bisquet


y ni hablar de la tostada


Aunque han cambiado un poco,
todavía me gustan



La cena la hicimos en el Restaurant Condimento en compañía de la familia mexicana.  Fue una cena bufett estilo mexicano. Después, nos fuimos a sentar en jardín al lado de la piscina de niños. La noche nos trajo la refrescante brisa del mar, después de la tarde soleada. ¡Teníamos que asolearnos para cargarnos de energía cuando el invierno llegará a Europa!


Estas Sponch les encantaron a nuestras hijas



Fue así como casi terminaban las vacaciones. Al día siguiente volaríamos con American Airlines rumbo a Miami y de ahí a Orlando. Por lo menos nos quedaba un poco de tiempo para reunirnos con la familia. No me quiero poner sentimental, pero nos costó despedirnos. No quedaba otra opción, teníamos qué viajar.

Así terminó nuestra visita a México. Las vacaciones de verano todavía no terminaban, nos quedaba un poco más de tiempo en el Caribe. ¡Hasta el siguiente Aterrizando y mil gracias por leerme!



jueves, 1 de septiembre de 2016

Playa, Zumba y Familia: Mi viaje al Continente Americano 2016, parte 2

En el paraíso mexicano, Cancún

¡Hola! De regreso en este miércoles de blog para continuar con el el relato de mi viaje a México durante el verano del 2016.

El primer día en esta playa mexicana transcurrió con la llegada al Hotel Emporio, alrededor de las cinco de la tarde. Ese día mi familia llegó desde Monterrey y la noche la pasamos platicando y cenando los tamales que ellos nos trajeron desde mi ciudad natal y con un intercambio de regalos, tradición que es costumbre desde que nos volvemos a ver.

Era nuestro segundo día en este paraíso mexicano. Ese día nos esperaba la plática con ellos en la alberca del Hotel Emporio. El clima no podía ser mejor el 23 de julio.




El primer amanecer en Cancún


Dormimos muy bien y estábamos listos para desayunar. En el restaurante del hotel, Condimento, nos esperaban todos los antojitos mexicanos que en Europa nos hacían falta, como el pan de dulce, los chilaquiles y las tostadas.




Cafecito en la terraza



Deliciosos chilaquiles del Restaurante Condimento


E
l origen de los huéspedes del Hotel Emporio era nacional. Quizá mi marido era el único europeo y mis hijas. Después vimos a una familia de españoles y en los siguientes días veríamos algunos americanos pero con familias méxico-americanas.


Descanso en la terraza

A partir de ese día, sólo nos esperaban horas en la playa y la piscina. Claro, con el debido filtro solar, pues el sol estaba bien fuerte.  De repente nuestra hija menor empezó con la idea de hacerse un peinado de trencitas y me dediqué a indagar en dónde las podíamos hacer. Claro, existen chicas que pasean por la playa ofreciendo este servicio. ¡Ni se necesita salir del hotel!



Nos gustó mucho estar tan cerca de la playa, en el quinto piso



Sólo teníamos una prioridad; la piscina



Vista de la terraza del quinto piso


Y seguía la diversión en la alberca



Lentamente era la hora de prepararse para ir a cenar. Esa noche cenamos  en el Restaurante Bàcoli Trattoria! las niñas pizza, mi marido, una lasaña y yo fetuccini. Creo que mi platillo fue el mejor. Lo recomiendo totalmente,




Empezaba el atardecer



Ventanita al mar


Buenas noches Hotel Emporio



En el Restaurante Bácoli


Así se nos fue la noche, en la plática con la familia con el pastel alemán que también nos trajeron desde Monterrey. Después se llegó la hora de ir a dormir para estar listos el día de mañana . La piscina y el mar de Cancún nos esperaban. ¡Muchas gracias por leerme y que tengan buen fin de semana!

Playa, Zumba y Familia: Mi viaje al Continente Americano 2016, parte 2

En el paraíso mexicano, Cancún

¡Hola! De regreso en este miércoles de blog para continuar con el el relato de mi viaje a México durante el verano del 2016.

El primer día en esta playa mexicana transcurrió con la llegada al Hotel Emporio, alrededor de las cinco de la tarde. Ese día mi familia llegó desde Monterrey y la noche la pasamos platicando y cenando los tamales que ellos nos trajeron desde mi ciudad natal y con un intercambio de regalos, tradición que es costumbre desde que nos volvemos a ver.

Era nuestro segundo día en este paraíso mexicano. Ese día nos esperaba la plática con ellos en la alberca del Hotel Emporio. El clima no podía ser mejor el 23 de julio.




El primer amanecer en Cancún


Dormimos muy bien y estábamos listos para desayunar. En el restaurante del hotel, Condimento, nos esperaban todos los antojitos mexicanos que en Europa nos hacían falta, como el pan de dulce, los chilaquiles y las tostadas.




Cafecito en la terraza



Deliciosos chilaquiles del Restaurante Condimento


E
l origen de los huéspedes del Hotel Emporio era nacional. Quizá mi marido era el único europeo y mis hijas. Después vimos a una familia de españoles y en los siguientes días veríamos algunos americanos pero con familias méxico-americanas.


Descanso en la terraza

A partir de ese día, sólo nos esperaban horas en la playa y la piscina. Claro, con el debido filtro solar, pues el sol estaba bien fuerte.  De repente nuestra hija menor empezó con la idea de hacerse un peinado de trencitas y me dediqué a indagar en dónde las podíamos hacer. Claro, existen chicas que pasean por la playa ofreciendo este servicio. ¡Ni se necesita salir del hotel!



Nos gustó mucho estar tan cerca de la playa, en el quinto piso



Sólo teníamos una prioridad; la piscina



Vista de la terraza del quinto piso


Y seguía la diversión en la alberca



Lentamente era la hora de prepararse para ir a cenar. Esa noche cenamos  en el Restaurante Bàcoli Trattoria! las niñas pizza, mi marido, una lasaña y yo fetuccini. Creo que mi platillo fue el mejor. Lo recomiendo totalmente,




Empezaba el atardecer



Ventanita al mar


Buenas noches Hotel Emporio



En el Restaurante Bácoli


Así se nos fue la noche, en la plática con la familia con el pastel alemán que también nos trajeron desde Monterrey. Después se llegó la hora de ir a dormir para estar listos el día de mañana . La piscina y el mar de Cancún nos esperaban. ¡Muchas gracias por leerme y que tengan buen fin de semana!