miércoles, 3 de diciembre de 2014

Museo Salvador Dalí en Florida



Así encontramos el Museo de Salvador Dalí



¡Hola, de regreso para platicarles sobre nuestro tercer día en Florida! Estábamos hospedados en Clearwater Beach, era el lunes 11 de agosto y el objetivo de ese día, era visitar el Museo de Salvador Dalí en St. Petersburg, Florida.

El viaje lo hicimos en el auto que habíamos rentado. El viaje no fue más de hora y media. Pero eso sí, había una tormenta tropical para cuando llegamos al museo. Este es una verdadera joya arquitectónica.


Hermoso su interior


Compramos los boletos e iniciamos el paseo. El color blanco y la luminosidad, predominan en su interior.  No sé porque se sorprende tanto la gente cuando les hablo a mis hijas en español. Soy mexicana y no podría hablarles en otro idioma. Esta vez, un guardia del museo me felicitó porque les hablaba en español. ¡Muy amable! La verdad, creo que es muy bonito que mis hijas no sólo crezcan con su idioma paterno, el suizo alemán. Y bueno, a mi esposo también le hablo en español y lo ha aprendido muy bien.



Una buena idea de mi marido visitarlo



Después de este bonito contacto con el personal del Museo, iniciamos nuestro recorrido por el tercer piso del Museo. El Museo de Salvador Dalí en St. Petersburg, contiene la muestra más grande de obras de Dalí fuera de España. Fue una hermosa experiencia ver sus obras. En especial la obra del Descubrimiento de América.



Toda una experiencia caminar en su interior



El Museo fue inaugurado en el 2008. La tienda del museo ofrece una gama muy variada en recuerdos sobre el autor. El visitante puede llevarse póster de sus obras, así como reproducciones de sus famosos relojes y camisetas.



St. Petersburg


El Concilio Ecuménico

Seguía lloviendo


Este bodegón data de 1924




Visita al Supermercado







Esa noche, cenaríamos en la habitación del Hilton, aprovechando que teníamos una cocineta. De regreso a Clearwater, llegamos al supermercado Publix. Ahí encontramos aguacates de Florida. Esa noche cenaríamos comida mexicana. Tostadas de pollo y guacamole. Nos dio mucho gusto encontrar tostadas producidas en mi estado, Nuevo León.



Encontramos productos mexicanos en Publix. Tostadas de
Monterrey. Charras

Antes de preparar la cena fuimos a disfrutar un rato la playa de Clearwater. La tormenta ya había pasado y de nuevo volvió el calor sofocante.



Tarde de playa en Clearwater


Después de cenar nuestra comida mexicana fuimos a caminar por la playa.  Mañana sería nuestro último día en Clearwater antes de viajar rumbo a Orlando, a la Zumba Convention. 
Los días se estaban acabando, pero todavía teníamos días libres. Gracias por leerme y les deseo una bonita semana. Aquí les dejo las últimas imágenes de ese día bajo el cielo de Florida. ¡Hasta el próximo Aterrizando!




Terminaba el día en Clearwater


La estación de radio que siempre nos acompañó en nuestros
paseos por Florida



Nada como caminar descalzos en la playa


La tiendita al lado del hotel. Imprescindible
para nuestras compras de agua y refrescos


Por suerte nos quedaba un día más en Clearwater

miércoles, 26 de noviembre de 2014

En la Playa de Clearwater, Florida





Hola, de regreso con Aterrizando para platicarles la continuación de nuestro viaje del verano 2014.



Esperando el vuelo de Jet Blue



El 9 de agosto dejamos Nueva York para aterrizar en Orlando. Nuestro objetivo era el que su servidora asistiera a la Zumba Fitness Convention, la primera.  Pero antes pasaríamos algunos días en familia. En una playa de Florida, Clearwater Beach, a dos horas de Orlando.



Vista del recorrido Orlando - Clearwater Beach




Llegamos después de dos horas y media a Orlando. Era la primera vez que viajábamos con Jet Blue. Todo nos pareció de maravilla, solamente los precios de comida y refrescos en el Aeropuerto John F. Kennedy, se nos hicieron exagerados. Todo tiene un precio más alto por estar en el aeropuerto. En fin, por suerte no comeríamos todos los días ahí.




Así encontramos el Hilton de Clearwater



Nuestras maletas llegaron sin ningún problema. Sí todas. ¡Gracias a Dios! Para mí era muy importante tener mi ropa de Zumba para la Convention. Pero aunque no hubiera llegado, no hubiera sido un problema, ya que durante el evento la tienda de Zumba Wear estaría abierta para adquirir la nueva colección.



Así encontramos la vista desde nuestra
habitación en el cuarto piso.


Mi esposo tuvo que regresar al mostrador de Hertz para cambiar el carro que habíamos rentado. El primero tenía una cajuela muy reducida para nuestras tres maletas. Nos dieron uno tipo Jeep. La verdad hubiéramos preferido otro modelo, pero nuestro equipaje tuvo lugar en la cajuela del mismo. Eso era lo más importante.


Corte del Shor American Seafood Grill 



Otras dos horas transcurrieron hasta que llegamos a nuestro destino. El Hotel Hilton de Clearwater. El recorrido en auto fue muy agradable. La tranquilidad del océano y sus colores, deleitaron nuestras pupilas. El tráfico no estuvo tan pesado pues era sábado. Ya muchos se nos habían adelantado la tarde del viernes, por suerte.



El filete de salmón fue para mí



Ese día no tuvimos mucho programa. Pasaban las cinco de la tarde cuando nos instalamos en el cuarto. La cena la disfrutamos en el restaurant del hotel llamado Shor. Nuestras hijas se deleitaron con la barra de bufet para niños, integrado por hot dogs, papas fritas, ensaladas, galletas y helados. En las fotos que les incluyo pueden ver el corte de carne para mi esposo y el salmón con verduras que fue para mí.


Para inspirar 


Ahora sí, un bonito atardecer en Clearwater Beach



Al terminar la cena, caminamos un poco por el malecón y nos fuimos a dormir. Mañana empezaría el día de playa. Las niñas estaban muy emocionadas.



Domingo: Día de piscina, playa y outlet



El domingo inició con un desayuno en el hotel. Después, regresamos a cambiarnos para irnos a chapotear a la piscina. Bueno, nuestras hijas serían quienes lo harían.

Para evitar el sol fuerte del mediodía, manejamos a San Petersburg, para visitar el Ellenton Premium Outlet. Era domingo y el lugar estaba muy concurrido, pero nos fue posible visitar un par de tiendas.
De regreso visitamos un supermercado, Publix, y esa noche comeríamos risotto, pues nuestro cuarto estaba equipado con cocineta. Muy cómodo para un plan de vacaciones familiares.

Antes de cenar, fuimos con las niñas a que disfrutaran de la playa.  Regresamos a preparar la cena y antes de dormir, caminamos de nuevo por la playa para ver el anochecer. Visitamos el Pier 60 para hacer unas fotos y luego regresamos a la playa para disfrutar el inicio del anochecer. ¡Bello espectáculo!




Vista de Clearwater desde la piscina del hotel



No había que disfrutar más que el sol



Ellenton Premium Outlet




Creación de nuestras hijas




Se acababa el día



La tranquilidad del mar



Bellos colores






Romance





Pier 60




Extrañamos esos momentos




¡Quiero regresar!





La temperatura del agua: calientita





¡Buenas noches, Clearwater!



Y con esta imagen de los hot cakes me despido. Este sería nuestro desayuno antes de ir a visitar el Museo de Salvador Dalí al día siguiente. Los detalles se los cuento en el siguiente Aterrizando!
¡Gracias por leerme y que tengan una muy buena semana!


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Entre el museo, parque y tiendas: Ultimo día en Nueva York



La Cabaña Sueca




¡Hola! Estoy finalmente de regreso con esta entrada. Después de una pausa obligatoria por la actualización de mi sistema operativo en la Macintosh, vuelvo a escribirles sobre nuestra visita a Nueva York, durante el mes de agosto del 2014. Nuestros archivos fotográficos se nos escondieron al hacer la actualización, pero ya están de nuevo visibles. Un trabajo de mi esposo. De todas maneras tenemos una copia por si acaso.


Disfrutando el Central Park



Su lago



Después de este relato que me mantuvo alejada de la entrada semanal, les cuento que nuestros días en esta ciudad se habían acabado. A la mañana siguiente partiríamos a Florida. Pero ese día lo disfrutamos al máximo en esta ciudad que nunca duerme.

Era el 8 de agosto, viernes. Desayunamos de nuevo en Cosi, una cafetería no muy lejos del hotel, de la cual ya les había hablado. Después de prepararnos en el hotel, tomamos un taxi que nos llevaría hasta el Central Park. Pues el camino desde la Park Avenue resultaría largo.



Castillo Belvedere




Llegamos al parque. Realmente se podría pasar todo un día visitando sus instalaciones. Decidimos entrar por la parte del Castillo Belvedere, cerca del lago. También estuvimos en la cabaña sueca.
El día avanzaba y nuestro siguiente destino era el Museo Americano de Historia Natural. Durante nuestro trayecto por el parque vimos a los neoyorquinos disfrutando de su caminata o trote y claro, de su paseo en bicicleta. Central Park es el pulmón de esta gran ciudad.


Museo Americano de Historia Natural






¡Listos, vamos por nuestros boletos!




Los dinos voladores. Valió por completo
visitar esta exposición temporal




Visitando la sala de las Culturas Precolombinas




Y después de unos quince minutos de caminata, ahí estaba, el Museo, que se ha hecho famoso por la película Night at the Museum. El edificio principal cautiva al visitante. En su interior, las filas para comprar boletos se abultaban. Turistas y grupos de escolares, probablemente de guarderías o de campamentos, se alegraban de antemano por conocer todos los tesoros dentro del mismo.  El Museo es uno de los más grandes del mundo y cuenta con 27 edificios conectados entre sí. A su alrededor se encuentra el Parque Theodore Roosevelt. Obviamente este personaje es básico en la historia de la película sobre el museo.



Calendario Azteca. Réplica




Nuestro turno para comprar los boletos llegó rápido. Decidimos hacer la visita especial a la exhibición de Pterosaurios; los dinosaurios voladores. El museo está muy organizado, y nos dio una hora específica para visitar esta exposición. Nos tocaría a las once cuarenta y cinco de la mañana. Mientras tanto, visitamos las salas de Mamíferos, las salas de los Orígenes y Culturas Humanas y las salas de Fósiles. Nuestras hijas estuvieron maravilladas. Y nosotros también.




Sala interactiva cuyas visitas son controladas por horas 




Simulando volar como un Pterosauro




Llegó nuestro turno de visitas para la exhibición de los dinosaurios voladores. En esta sala, los niños aprenden de manera interactiva quienes y cómo eran estos dinosaurios. A nuestras hijas les gustó la plataforma que los invitaba a imitar el vuelo de los Pterosaurios. Ahí se dan cuenta que volar no es tan fácil. Sin esfuerzo, el niño o dinosaurio, se caía en el efecto de simulación.



No es un cuadro, es una exhibición al tamaño real



De regreso al Central Park



Applebee's, Disney Store, Bryant Park y Macy's





Central Park, centro vital para el neoyorquino





Nuestra visita concluyó con una pausa culinaria afuera del museo. Comimos un típico hot dog de carrito. Después caminamos de nuevo dentro del Central Park, pasamos su lago y las niñas disfrutaron los jardínes para hacer maromas. El verano en Nueva York invita a todo mundo a disfrutar de esta área verde.


Vámonos a Time Square




Postre en el Applebee's




Después caminamos hacia Times Square. Era la hora de comer y entramos en el restaurant Applebee's. Caminamos por el gentío, porque así es en esta zona, las calles están llenas de turistas y neoyorquinos. Para alegría de las niñas, entramos a la Disney Store. La siguiente parada fue el Parque Bryant. De ahí, caminamos hasta la Park Avenue, de regreso al Hotel Gansevoort, para hacer una pausa.




¡Toda una leyenda! El Show de Letterman




Por la noche teníamos planeado ir a la tienda Macy's mas grande de Estados Unidos, ubicada en Herald Square. Fue imposible verla por completo. Primero fuimos al departamento de ropa de niñas y estaba como saqueada. Sinceramente era un caos.  Después fui a la ropa de dama y bueno, no salí desilusionada de ella, porque encontré algunas cositas.

Caminando de regreso a Park Avenue, encontré una tienda de recuerditos y ahí compré mi camiseta de Superman, pues la quería usar para bailar en mis clases de Zumbakids, la canción de Supergirl.



Pausa en el Bryant Park





La cena la haríamos de nuevo en las cercanías de Park Avenue. Decidimos ir al restaurante California Pizza Kitchen. Así fue como cerramos nuestro último día en Nueva York.




El Macy's más grande de la Unión Americana



¡Feliz, no lo puedo negar!



¡Adiós Gansevoort, adiós NY!




A la mañana siguiente nos levantamos temprano para ir hacia el aeropuerto John F. Kennedy. Ese día volaríamos a Florida. A Orlando. Ahí viviría mi primera Zumba Convention. Pero antes, pasaríamos unos días en Clearwater Beach.  Esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Muchas gracias por leerme y que tengan una buena semana!