miércoles, 28 de enero de 2015

Helsinki, día de tiendas




Lunes de compras



¡Hola!, de regreso para compartirles las anécdotas de los últimos dos días de Helsinki. El lunes 6 de octubre, nos dedicamos a pasear en la ciudad y de recorrer sus tiendas. Escandinavia es líder en diseño y queríamos ver sus productos. Quizá encontraríamos algo para nuestros bolsillos.

Y así fue. En la tienda ittala, cien porciento finlandesa, encontramos un candelabro de cerámica. En blanco. Como no lo podíamos llevar en avión, pedimos que nos lo enviaran a casa.




Conocimos esta tienda típica



Después, caminando en la misma calle, Norra Esplanade, encontramos la tienda Aarikka, una tienda especializada en artesanías del país. Ahí encontramos un adorno navideño, de madera roja y con los típicos duendecillos de la compañía. Para la hija pequeña, encontramos un pendiente en forma de alce, su animal favorito y una camiseta también de alce.  Esta loca por Henning, así se llama su alce de peluche, que le robo a su hermana mayor. Bueno esa historia la contaré otro día.




La tienda departamental más grande de toda
Escandinavia




La siguiente tienda, fue Stockmann, la tienda departamental más grande de Escandinavia. 7 pisos llenos de sorpresas. Ahí vimos unas hermosas lámparas, pero carísimas. Los escandinavos son los reyes del diseño. Me encantan sus formas vanguardistas.




Feliz con mi par de zapatos




De ahí salí con un par de zapatos. Unos botines de color negro, estilo mocasín de cintas. Para los días de entretiempo. Mis primeros de la marca Vagabond.





Paseando por el puerto



¡Bella ciudad!




Old Market Hall





Después del tiempo de shopping, caminamos de regreso por el puerto. Finalmente había parado la lluviecilla y el sol se asomaba. Pero no se dejaba de sentir el frío del Mar Báltico. Entramos a su mercado techado, the Old Market Hall y fue un placer ver todos los productos que ahí se ofrecían. No teníamos nada de hambre después del desayuno. Así es que regresamos al hotel para hacer una pausa antes de conocer las siguientes atracciones de Helsinki.





En los pasillos de esta visitada atracción

¡Delicias de los siete mares!



De regreso en el Hotel Haven




Después de la pausa, caminamos por la ciudad para llegar al restaurant y ver de cerca la Catedral Uspenski. Esta es la iglesia ortodoxa más grande de Europa Occidental. Fue creada por el ruso Alexey Gornostaev.



Cadetral Uspenski



Desde el mirador de la iglesia se tiene
una buena vista de la ciudad





Se puede apreciar la otra catedral, la
de Helsinki


Llegamos al Restaurante
Kolme Kruunua



Cenando platillos típicos


Finalmente llegamos al restaurante Kolme Kruunua, que mi esposo había encontrado en las guías. Ahí encontraríamos las especialidades finlandesas, y así fue. Especialmente unas albóndigas de alce, que nuestras hijas pidieron, acompañadas de un puré de papá. ¡Les gustaron mucho!

Fue así como terminó este día en Helsinki. De regreso caminamos hasta el hotel. Esto fue una perfecta oportunidad de bajar la cena. Mañana tendríamos un poco más de medio día para visitar nuevas atracciones. ¡Mil gracias por leerme y que tengan una buena semana!




Las famosas albóndigas de alce para niños




La Catedral de Helsinki, en la
Plaza del Senado


miércoles, 21 de enero de 2015

Tallin, entre la herencia rusa y la Europa Occidental




Viajamos en este ferry desde
Helsinki a Tallin



¡Hola! De regreso en Aterrizando. Hoy les cuento la visita relámpago, en un día, a la ciudad de Tallin, capital de Estonia. Esto durante nuestras vacaciones en Helsinki.

Tallin está a dos horas en barco desde Helsinki, fue así que nos animamos a ir de paseo por esta ciudad, la primera ciudad de Europa del Este, en el mapa.  Esto fue el domingo 5 de octubre. Nos levantamos temprano, porque el viaje empezaría a las diez de la mañana. Bueno, había que desayunar y llegar con el taxi hasta el embarcadero donde saldría el ferry de la compañía Tallink Silja Line




Nos fuimos en la clase bussines, no tan
cara y si muy cómoda



El Ferry a Tallin, pocos turistas y muchos finlandeses comprando cerveza barata



El viaje fue muy cómodo porque reservamos un área de negocios. Iba casi vacía, y bueno, no fue tan cara. Además se podía tomar café y otro tipo de bebidas no alcohólicas. Además de galletas, verduritas cortadas y un sinfín de golosinas. Tengo que hacer un apartado sobre las bebidas alcohólicas, todo un tema en Finlandia. Resulta que beber cerveza y vino es muy caro, y los finlandeses viajan en Ferry hasta Tallin, donde se surten a precios baratos de esta bebida fermentada.



Desde nuestro ferry vimos otro que
venía de regreso de Tallin


El trayecto duró dos horas. Llegamos al puerto y muchos se bajaron con carritos de compra o con maleta. Iban directo a las tiendas de bebidas.



Llegamos a Tallin



Conociendo el Tallin Medieval y el pasado ruso



Caminamos desde la terminal marítima  hasta la ciudad. En el trayecto encontramos un parque. En el vimos un monumento in memoriam de las víctimas del MS Estonia.  Esto fue el 28 de septiembre de 1994, 852 personas perdieron la vida en el Mar Báltico, durante el mismo trayecto que nosotros habíamos hecho.  Ese día había mal tiempo y las olas rompieron los cierres de la visera de la proa.



Monumento al MS Estonia de 1994


Dejamos el Paks Margareeta o el Museo Marítimo de Estonia y llegamos hasta una verdadera joya de Estonia. Su Puerta Vieja. Ahí empezaba nuestro recorrido por Tallin.



Paks Margareeta


La Vieja Puerta



El día estaba nublado y hacía mucho frío. Por suerte no llovía. Nosotros íbamos bien abrigados y no sentimos las inclemencias del tiempo. El Casco Antiguo estaba medio lleno de turistas. Era muy agradable caminar por las callecitas medievales de Tallin.




Casco Antiguo



Torre del Ayuntamiento





Encontramos un restaurant típico



Era casi la una y ya era hora de hacer una pausa. Buscamos un restaurant típico de Estonia y encontramos uno muy especial en la Plaza Mayor, el restaurant Olde Hansa. Totalmente en la oscuridad de la Edad Media. Nos encantó porque han conservado el lugar co



La Plaza Mayor de Tallin



Tienen el menú en todos los idiomas.
Este para mí, en español




Tarro de cerveza ligera con canela



Carnero del Himalaya con especies de la montaña
 ¡Dios mio, estaba riquísimo! 


El local estaba iluminado sólo con velas. Gracias a la lámpara de mi teléfono celular, pude iluminar los platillos y las bebidas. Así fue como nos dimos cuenta de lo que íbamos a comer. LA comida, deliciosa, en especial la mía. Veníamos de caminar en el frío aire del Mar Báltico y nos cayó divino el calor de la comida de Estonia.


Cambio de tema:
un baño del Medievo


Este para los caballeros



Museo de Arte de Estonia. Niguliste Museum


Después de la comida, seguía el recorrido




Catedral de Alexander Nevski, una oda a la dominación rusa



Para bajar la comida medieval y su cerveza, seguimos caminando por la ciudad. Ahora le tocaba el turno a la Catedral de Tallin, Alexander Nevski. Es una iglesia ortodoxa y fue construida durante el tiempo de la dominación rusa. Es un homenaje a la arquitectura rusa.




Catedral Alexander Nevsky


Simplemente una oda al dominio ruso


¡Impresionante!




Frente a la Catedral, encontramos el edificio del Parlamento en un bello color rosa pálido.  Nuestro camino siguió y esta vez iríamos caminando por el barrio de Toompea, para llegar al Mirador de
Kohtuotsa.



En el camino nos encontramos la
Embajada Mexicana en Estonia



Desde el Mirador de Kohtuotsa con la Iglesia de San Olav



El mirador ofrecía una increíble vista de Tallin y del Mar Báltico. Tuvimos mucha suerte, porque no estaba lleno de turistas. Hicimos las fotos oficiales y regresamos a la ciudad. Queríamos entrar a una tiendita de recuerditos.



Las Murallas de Tallin



Valió la pena la búsqueda porque encontramos
estas gorras típicas de Estonia, hechas a mano



Y encontramos algo muy especial que nuestras hijas usan ahora mismo. Gorras hechas a mano de lana, muy calientitas para este tiempo de invierno europeo. El tiempo nos correteaba y teníamos que regresar a tomar el ferry de regreso a Helsinki.



De regreso a Helsinki




De regreso hacia la estación marítima,
pasamos de nuevo por la Gran Plaza.
Aquí se ve el Old Hansa


Caminamos de regreso por las callecitas de Tallin y llegamos a tiempo al ferry. Este barco es un tipo de Duty Free y ofrece de todo. Cosméticos, comida, joyas, ropa, juguetes, en fin, de todo. Pero su mayor atracción son las bebidas alcohólicas. Como platiqué al inicio de Aterrizando, los finlandeses aprovechan los precios y adquieren aquí sus cervezas. En Finlandia el precio de las mismas es muy elevado.

No voy a dar ningún discurso moralista, pero el que el gobierno finlandés aumente los precios de las bebidas alcohólicas, sólo desata el pánico entre su población. Esa es mi opinión. Creo que en lugar de erradicar el alcoholismo, con sus elevados impuestos a las bebidas, sólo incrementa su consumo.

Sin juzgar, sólo les comentó lo que vimos. La gente regresaba con sus maletas llenas de latas o bien con sus carritos de compra. Algunas personas mayores de sesenta años, se cayeron por las escaleras al desembarcar. Al parecer habían consumido demasiado alcohol y no podían caminar. Algunas de ellas ya no podían cargar con sus compras o incluso cayeron al piso perdiendo el sentido.  

Fuera de esto, el paseo hasta Tallin es muy recomendable. Realmente para nosotros fue la oportunidad de conocer la Europa del Este.



Alguien regresaba con su compra de
cervezas de Estonia. Más baratas que en Finlandia


Mala combinación. Probar las compras de
cerveza y el viaje en barco



Caminamos desde el puerto de Helsinki hasta el Hotel Haven. Esa noche cenamos en Cafe Fazer, la matriz en todo Helsinki.




En el Cafe Fazer




Típico pan escandinavo. Voileipä





Caminando por el puerto hasta el Hotel Haven. Helsinki



Así termina mi relato sobre Tallin, una impresionante ciudad europea con matices medievales y rusos, con la modernidad de formar parte de la actual Unión Europea. Gracias por leerme y hasta el próximo Aterrizando.



Plaza del Senado. Helsinki

miércoles, 14 de enero de 2015

Helsinki, una iglesia adentro de una roca. Segundo día






Llegando a la Mannerheimintie


¡Hola! De regreso para continuar con el relato sobre la ciudad de Helsinki. 

Aunque suene un poco aburrido, les cuento que llevamos dos tipos de chaquetas. Y el sábado 4 de octubre me dio mucho gusto que en nuestro equipaje estuviera una chaqueta calientita. Ese día sentimos frío caminando por las calles de la ciudad. Siempre viajamos con gorra, bufanda y guantes, si viajamos al norte del continente Europeo.



Carlos Gustavo Mannerheim, sexto presidente



Bien abrigaditos, dejamos el Hotel Haven. Ahí mismo hicimos el desayuno y platicamos sobre el itinerario de ese día.  La visita a una iglesia de construcción especial, engalanaba la agenda de ese día.

Caminamos por el Parque Esplanada y seguimos hacia la calle Mannerheimintie. De ahí seguimos el recorrido hasta el distrito Töölö. Buscábamos la iglesia luterana Temppeliaukio. Una iglesia muy especial.


La iglesia en la piedra


Desde la calle se aprecía la cúpula del templo


No podíamos imaginar cómo sería la famosa iglesia de la que todas las guías turísticas hablaban.  
 Al entrar a la iglesia, encontramos otros turistas como nosotros. Es impresionante ver la construcción en la roca de esa montaña. En plena ciudad. La madera es el segundo material predominante en su construcción.




El Altar

La plaza de templo, como se traduce en español, se empezó a construir en los años treinta. Los trabajos se interrumpieron en las guerras mundiales y finalmente quedó construida en el año de 1969.


Vista desde la galería


Su pila bautismal




Madera en el techo



La construcción de esta iglesia, se hizo respetando el origen de la roca.  Además de su uso religioso, en esta iglesia se llevan a cabo conciertos, pues cuenta con una excelente acústica. Esto se debe a las paredes casi intactas de la roca. Casi no se trabajaron. Permanecen intactas.



Dentro de esta roca, está la iglesia




El altar es otro elemento que atrae la atención de todo el que la visita. Y claro, su vista desde el exterior nos deja ver la maravilla cuando se combina la naturaleza con la arquitectura.

Esta iglesia me recordó los tiempos de catecismo. De aquello de: Tú eres Pedro y bajo esta piedra edificaré mi iglesia. Conceptoi 


Subiendo a la Torre del Estadio Olímpico




Uno de sus famosos deportistas


La caminata prosiguió y nos seguimos adentrando a la ciudad. El siguiente punto del programa era visitar el Estadio Olímpico. Ahí subiríamos a su torre para comtemplar la ciudad. El recorrido  fue de apróximadamente media hora.


La Torre del Estadio



Al llegar, nos encontramos la estatua de uno de los más famosos deportistas del país, Paavo Nurmi, atleta de media y larga distancia conocido como el finlandés volador.



Los juegos olímpicos se llevaron a cabo en
1952


Llegamos hasta la entrada de la torre y por suerte nadie tuvo la misma idea que nosotros, y encontramos la torre con ausencia de turistas.  Subimos por el elevador, después de pagar la entrada y fuimos los únicos en la plataforma de observación. Llegar hasta ahí valió totalmente la pena, por las maravillosas vistas de Helsinki.



Vista desde la Torre



El Estadio


La Torre tiene una altura de 72 metros



Caminando por un parque hasta el famoso Cafe Fazer y el Stockmann

 Después de visitar la torre, regresamos caminando a la ciudad a través del parque Hakasalmi. Estaba nublado, no teníamos frío y el aire era agradable. Los patos en el lago no podían faltar. Totalmente deshinibidos y muy acostumbrados a la gente.





Lago Töönönlahti




Ellos muy seguros de sí mismos



Durante el trayecto pasamos por Finlandia Hall. Un bello edificio.  También pasamos por el Helsinki Music Centre. Todo esto rodeado de áreas verdes. El siguiente punto a contemplar fue la Estación Central de Trenes de la ciudad. Un edificio muy imponente, y como he leído, inseguro cuando llega la noche. Bueno, esto es así en todas las capitales europeas. Las estaciones de trenes tienen sus historias y no siempre muy buenas.



Finlandia Hall

Helsinki Musik Centre



La Estación Central de Trenes de Helsinki


Llegamos al Stockmann, la tienda departamental más grande de toda Escandinavia. Primero buscamos el Cafe Fazer, toda una institución en Finlandia, y que cuenta con una sucursal en el interior de la tienda.





Cafe Fazer, en el Stockmann



Hemos probado las delicias del Café. Creo que yo elegí lo mejor. Un pastel con crema de caramelo. Delicioso. Se los recomiendo a todos los amantes del dulce de leche


Una delicia de dulce de leche

En uno de los siete pisos de la tienda Stockmann

La felicidad después de hacer una
pequeña compra. Un labial de la marca
finlandesa Lumene



Visita por el puerto


Descansamos en el Hotel Haven y antes de la cena caminamos por el puerto. El frío pegaba más, lo cual nos habrío el apetito para algo caliente.  Como el Cafe Kappeli nos encantó la noche anterior, decidimos volver a visitarlo



Puerto
Helsinki antes de anochecer

Hola gaviosa

Rara estatua en el puerto
¿Será un homenaje a los saunas?

Esa noche probamos una deliciosa sopa de pescado. Salmón. Pero antes, probamos una entrada. Surtido de pescado Kappeli. Deliciosos los dos.




Surtido de pescados Kappeli

Sopa de salmón


Así fue como termino nuestro segundo día en esta ciudad escandinava. A la mañana siguiente, nuestro viaje daría un rumbo inesperado, pero no tan lejano de Helsinki. Tallin, la primera capital en la Europa del Este. Esto se los platicaré en el siguiente Aterrizando. ¡Gracias por leerme y hasta la próxima entrada!