miércoles, 14 de enero de 2015

Helsinki, una iglesia adentro de una roca. Segundo día






Llegando a la Mannerheimintie


¡Hola! De regreso para continuar con el relato sobre la ciudad de Helsinki. 

Aunque suene un poco aburrido, les cuento que llevamos dos tipos de chaquetas. Y el sábado 4 de octubre me dio mucho gusto que en nuestro equipaje estuviera una chaqueta calientita. Ese día sentimos frío caminando por las calles de la ciudad. Siempre viajamos con gorra, bufanda y guantes, si viajamos al norte del continente Europeo.



Carlos Gustavo Mannerheim, sexto presidente



Bien abrigaditos, dejamos el Hotel Haven. Ahí mismo hicimos el desayuno y platicamos sobre el itinerario de ese día.  La visita a una iglesia de construcción especial, engalanaba la agenda de ese día.

Caminamos por el Parque Esplanada y seguimos hacia la calle Mannerheimintie. De ahí seguimos el recorrido hasta el distrito Töölö. Buscábamos la iglesia luterana Temppeliaukio. Una iglesia muy especial.


La iglesia en la piedra


Desde la calle se aprecía la cúpula del templo


No podíamos imaginar cómo sería la famosa iglesia de la que todas las guías turísticas hablaban.  
 Al entrar a la iglesia, encontramos otros turistas como nosotros. Es impresionante ver la construcción en la roca de esa montaña. En plena ciudad. La madera es el segundo material predominante en su construcción.




El Altar

La plaza de templo, como se traduce en español, se empezó a construir en los años treinta. Los trabajos se interrumpieron en las guerras mundiales y finalmente quedó construida en el año de 1969.


Vista desde la galería


Su pila bautismal




Madera en el techo



La construcción de esta iglesia, se hizo respetando el origen de la roca.  Además de su uso religioso, en esta iglesia se llevan a cabo conciertos, pues cuenta con una excelente acústica. Esto se debe a las paredes casi intactas de la roca. Casi no se trabajaron. Permanecen intactas.



Dentro de esta roca, está la iglesia




El altar es otro elemento que atrae la atención de todo el que la visita. Y claro, su vista desde el exterior nos deja ver la maravilla cuando se combina la naturaleza con la arquitectura.

Esta iglesia me recordó los tiempos de catecismo. De aquello de: Tú eres Pedro y bajo esta piedra edificaré mi iglesia. Conceptoi 


Subiendo a la Torre del Estadio Olímpico




Uno de sus famosos deportistas


La caminata prosiguió y nos seguimos adentrando a la ciudad. El siguiente punto del programa era visitar el Estadio Olímpico. Ahí subiríamos a su torre para comtemplar la ciudad. El recorrido  fue de apróximadamente media hora.


La Torre del Estadio



Al llegar, nos encontramos la estatua de uno de los más famosos deportistas del país, Paavo Nurmi, atleta de media y larga distancia conocido como el finlandés volador.



Los juegos olímpicos se llevaron a cabo en
1952


Llegamos hasta la entrada de la torre y por suerte nadie tuvo la misma idea que nosotros, y encontramos la torre con ausencia de turistas.  Subimos por el elevador, después de pagar la entrada y fuimos los únicos en la plataforma de observación. Llegar hasta ahí valió totalmente la pena, por las maravillosas vistas de Helsinki.



Vista desde la Torre



El Estadio


La Torre tiene una altura de 72 metros



Caminando por un parque hasta el famoso Cafe Fazer y el Stockmann

 Después de visitar la torre, regresamos caminando a la ciudad a través del parque Hakasalmi. Estaba nublado, no teníamos frío y el aire era agradable. Los patos en el lago no podían faltar. Totalmente deshinibidos y muy acostumbrados a la gente.





Lago Töönönlahti




Ellos muy seguros de sí mismos



Durante el trayecto pasamos por Finlandia Hall. Un bello edificio.  También pasamos por el Helsinki Music Centre. Todo esto rodeado de áreas verdes. El siguiente punto a contemplar fue la Estación Central de Trenes de la ciudad. Un edificio muy imponente, y como he leído, inseguro cuando llega la noche. Bueno, esto es así en todas las capitales europeas. Las estaciones de trenes tienen sus historias y no siempre muy buenas.



Finlandia Hall

Helsinki Musik Centre



La Estación Central de Trenes de Helsinki


Llegamos al Stockmann, la tienda departamental más grande de toda Escandinavia. Primero buscamos el Cafe Fazer, toda una institución en Finlandia, y que cuenta con una sucursal en el interior de la tienda.





Cafe Fazer, en el Stockmann



Hemos probado las delicias del Café. Creo que yo elegí lo mejor. Un pastel con crema de caramelo. Delicioso. Se los recomiendo a todos los amantes del dulce de leche


Una delicia de dulce de leche

En uno de los siete pisos de la tienda Stockmann

La felicidad después de hacer una
pequeña compra. Un labial de la marca
finlandesa Lumene



Visita por el puerto


Descansamos en el Hotel Haven y antes de la cena caminamos por el puerto. El frío pegaba más, lo cual nos habrío el apetito para algo caliente.  Como el Cafe Kappeli nos encantó la noche anterior, decidimos volver a visitarlo



Puerto
Helsinki antes de anochecer

Hola gaviosa

Rara estatua en el puerto
¿Será un homenaje a los saunas?

Esa noche probamos una deliciosa sopa de pescado. Salmón. Pero antes, probamos una entrada. Surtido de pescado Kappeli. Deliciosos los dos.




Surtido de pescados Kappeli

Sopa de salmón


Así fue como termino nuestro segundo día en esta ciudad escandinava. A la mañana siguiente, nuestro viaje daría un rumbo inesperado, pero no tan lejano de Helsinki. Tallin, la primera capital en la Europa del Este. Esto se los platicaré en el siguiente Aterrizando. ¡Gracias por leerme y hasta la próxima entrada!













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