miércoles, 30 de abril de 2014

Aterrizando en Panamá, la tierra del Canal


Primera vez que viajaríamos con Copa Airlines, famosa
por su puntualidad.



Hola, de regreso después de las vacaciones de Cuaresma. Hoy quiero continuar el relato que comencé sobre las vacaciones de marzo al continente americano.

Después de visitar a mi familia en el estado mexicano de Nuevo León, viajamos del Aeropuerto Mariano Escobedo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. De ahí transbordaríamos con la aerolínea panameña Copa, hacia la ciudad de Panamá. Sería nuestro primer viaje a América Central.

Llegamos a Panamá disfrutando del calor caribeño. El último día en mi ciudad natal, Monterrey, nos dejo fríos por su cambio repentino de clima. Pasamos de 26 a 8 grados, un cambio muy normal por aquellas altudes.



El Hotel Trumph visto desde su
restaurant Aperitivo, especializado en tapas



El viaje a Panamá continuó con la fila obligatoria en las oficinas de Emigración. Después de unos veinte minutos, una oficial nos vio con nuestras hijas, y nos pasó a las filas de ciudadanos panameños, en donde prácticamente no existían filas. Recogimos nuestras maletas, y buscamos a la persona que nos recogería para ir al hotel.

Eran apróximadamente las cuatro y media de la tarde. Fue agradable ver por la ventana del auto, la ciudad con sus enormes rascacielos estilo americano y el malecón. Y claro, lo inevitable, el tráfico, normal en las ciudades.

Llegamos al Hotel Trump en medio de la ciudad. Empezaba la aventura. Nos registramos, dejamos las maletas en el cuarto y nos preparamos para ir a cenar en uno de los restaurantes del hotel, el Aperitivo, famoso por sus tapas españolas.



Panamá en elecciones y un rompimiento diplomático




¡Buenos Días Panamá! 



Durante nuestra visita a Panamá en el mes de marzo, pudimos constatar la batalla política para elegir presidente. Tanto en los anuncios panorámicos, como en los programas de televisión, los anuncios de campaña inundaban a los panameños. Desgraciadamente, por esas fechas, Venezuela rompió lazos dimplomáticos con Panamá. El motivo: Panamá había solicitado a los Estados Americanos, un seguimiento de los problemas que el país de Venezuela estaba pasando. Su presidente, Maduro, fue quien comunicó la noticia, y llamó a los panameños, aliados de los norteamericanos.  Bueno, me reservo mi opinión contra Maduro.



Cazando el autobús turístico 




Esperando en vano al autobús
turístico. Mejor nos fuimos a otro
centro comercial, donde finalmente pasaría



El primer día desayunamos con toda tranquilidad. El plan de la mañana, era visitar un centro comercial, pero no para hacer compras, sino para ir a la parada del autobús turístico que recorrería la ciudad. Tomamos un taxi en el hotel y llegamos al Multiplaza Pacific Mall. En Panamá hay muchos centros comerciales. Llegamos, pero no teníamos tiempo de comprar ni de ver nada. Buscamos la parada en dónde pasaría el autobús turístico, los rojos, de doble piso. Llegamos y esperamos. Pasaba cada hora, pero después de mucho esperar, mi esposo tuvo la idea de cambiar la parada y viajar en taxi hacia otro nuevo centro comercial, el Multicentro.



¡Finalmente nos subimos al autobús!


Y sí, nos subimos al autobús Sightseeing bus hop on hop off, famoso en muchos lados.  Fue difícil explicarle a mi esposo, europeo, que por desgracia en un país de Latinoamerica, las cosas no funcionan como reloj suizo, como en este caso. La verdad, lo reconozco, fue molesto esperar tanto en la parada del otro centro comercial. Nos dimos cuenta, en el recorrido, que efectivamente, pasa por Multiplaza Pacific  Mall, pero no siempre a las diez de la mañana, como nos dijeron. ¡Es muy flexible, por decirlo de alguna manera!


En Panamá soy Mami



Iniciando el recorrido en la ciudad



Catedral de nuestra señora del Carmen




La Torre de la Revolución, en el
distrito financiero




Ruinas en el Panamá Viejo




Plaza del Panamá Viejo



Ya relajados, nos dedicamos a observar la ciudad en nuestro recorrido. Regresamos al Multiplaza Pacific Mall a comer. Nos fumos al área de comidas y decidimos comer una Pizza del Pizza Hut. Curiosamente, tuvimos que esperar de nuevo, porque el tanque de gas de los refrescos se había acabado y la chica del mostrador no se atrevía a cambiarlo sola. Tuvo que venir un compañero de Taco Bell a ayudarla.

Con toda la pena del mundo, pero le tuve que pedir a la chica del Pizza Hut que me repitiera siempre las preguntas. Simplemente, o me hablaba muy rápido o se comía las letras de las palabras. Ahora sé lo que siente mi esposo cuando vamos a España y le hablan muy rápido. El habla español, pero no está acostumbrado al castellano y menos a velocidad española. Pues eso me pasó a mi con la chica.




Vista del pasillo del hotel



Lo que me encantó, fue que siempre me me habló como mami. Por ejemplo, ¿qué quieres tomar mami?, ¡lo siento, mami!, o ¡ahorita te traen tu orden, mami! Simplemente, genial ese modismo caribeño, como en las canciones de Zumba.

Regresamos al hotel, porque las hijas estaban muriéndose por ir a la piscina. Fue relajante, aunque el agua estaba un poco fresca, para mi gusto, pero me relajé leyendo un libro.




Comiendo a la panameña




Cenando en El Trepiche



La última actividad del día, sería ir a cenar a un restaurant típico de comida panameña. El Trapiche. Para esto, nos fuimos en taxi hacía otro centro comercial, el Albrook Mall. Mi marido investigó y descubrió este restaurante. Hubiera sido una lástima no haber comido algo típico del país.  Panamá tiene una gran influencia americana y se nota en su cultura culinaria.




Esta fue mi Ropa Vieja, como la carne deshebrada a la
mexicana


Y así llegamos a el Trapiche!  Un trapiche es un molino de caña. Fue delicioso probar sus platillos. Yo pedí una ropa vieja, mi hija mayor unas empanadas y mi marido un plato mixto . La chiquita estuvo feliz con sus papás a la francesa. Fue una gran experiencia culinaria, comprobar que los sabores mexicanos y panameños tienen mucho en común.



¡De todo un poco!



Empanadas



Todo acompañado con una cervecita del país



Y así terminó nuestro segundo día en este país centroaméricano. El día de mañana sería muy especial, porque visitaríamos el Canal de Panamá, una experiencia innolvidable. ¡Madrugamos, para estar de vacaciones!  Pero esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Feliz Puente festivo y gracias por leerme!

miércoles, 9 de abril de 2014

Dubai, durmiendo en el centro comercial



¡Hola, de regreso para compartirles los dos últimos días en Dubai, durante las vacaciones decembrinas! Después de las vacaciones de Cuaresma les contaré de mi viaje a Monterrey, Nuevo León, de donde soy originaria y de la visita a Panamá y a Aruba.

Las vacaciones del diciembre 2013 se estaban acabando. Dejamos el hotel Emirates Towers, como les contaba en el último Aterrizando para hospedarnos en el Hotel Kempinski, ubicado en el centro comercial Mall of Emirates, famoso por su pista artificial para esquiar. Era el 29 de diciembre.


Conociendo hoteles, como en las Vegas



¡Llegamos al siguiente hotel!



Viajar en diciembre a Dubai, me recordó el primer viaje a la ciudad de las Vegas que hice con mi esposo. Estábamos recién casados y en ese viaje a la ciudad del juego, conocimos no sé cuantos hoteles. Yo hubiera estado muy a gusto en un hotel por el tiempo en el que estaríamos en la ciudad, pero mi esposo quería conocer todos los hoteles posibles.

Así fue este viaje en Dubai. Estuvimos en tres. Normalmente siempre habíamos estado en el Jumeirah Beach, y una vez en el Radisson Blue, en el Creek. El Jumeirah nos gusta mucho por su playa y por su orientación familiar. Esta vez estuvimos en el Fairmont the Palm y en el Emirates Towers. Cuando llegamos al Kempinski, mi corazoncito empezó a latir más fuerte, por dormir en un centro comercial. No tendríamos preocupación de regresar al hotel, ya que el hotel tiene una entrada en el mismo.


Esperando por un cuarto de no fumar, en el que sí fumaron



Mall of the Emirates


Hicimos el registro y esperamos un poco por nuestra habitación. Nos tomamos un cafecito en el vestíbulo del Kempinski. Al subir a nuestra habitación, nos dimos cuenta de que los huéspedes anteriores habían fumado y el cuarto era non smoking. Así es que mi esposo se dio a la tarea de ir de nuevo a la recepción y hacer todos los cambios. Finalmente llegamos a la habitación definitiva. Nos cambiamos y nos fuimos directo al Mall of the Emirates.



En el Cheese Cake Factory. Su lámpara como hilos
de caramelo



Era mediodía y nuestras hijas tenían hambre. The Cheeese Cake Factory se encuentra al costado derecho de la entrada del Kempinsky. Era la primera vez que visitábamos este restaurante. En nuestros viajes anteriores a Dubai, lo habíamos visto, pero nunca comimos ahí. En Dubai, se encuentran todas las cadenas americanas e internacionales de comida y de tiendas de moda.



Platillo mexicano de The Cheese Cake Factory




La decoración del Cheese Cake Factory es muy alegre y el servicio, ni se diga. No esperamos mucho por una mesa y la comida llegó rapidísimo. En esa ocasión no probamos sus pasteles. Sólo nuestra hija mayor se decidió por unos brownies con helado. ¡Dios mio, qué porciones! Exactamente como es el estereotipo de la comida americana. ¡Super size me! fue lo primero que me vino a la mente al ver un apetitoso plato de tres pastelitos de chocolate entre tres torres de crema batida. ¡Y helado, por supuesto! Todos tuvimos que comer rápido nuestra comida salada y ayudarle a nuestra hija mayor.

Mi esposo pidió una pasta y yo comí enchiladas estilo suizo. Eso fue un punto extra que le di al restaurante, por incluir comida mexicana. Mi comida venía acompañada de arroz rojo y frijoles. La pequeña sólo comió papás fritas y una ensalada.



Buscando los regalos navideños a finales de diciembre




Sky Dubai: Un mundo de nieve en
el desierto



Como en Navidad mi esposo y yo no nos regalamos nada, porque sabíamos que iríamos a Dubai, pues en este centro comercial seguimos buscando nuestros respectivos regalos navideños. El Mall of the Emirates es famoso por tener una pista de nieve. Todos los visitantes podemos ver a los emirati, felices de dejar a un lado el calor y tocar el polvo blanco. Nosotros nunca lo hemos visitado, porque vivimos en Suiza y en invierno sus montañas son perfectas para esquiar. Probablemente es un daño muy fuerte al medio ambiente, el contar con una pista de nieve en medio del desierto. Esta es una de las contradicciones en Dubai.



El Dubai Sky visto desde la habitación


El día terminó con una cena en un restaurante libanés del centro comercial. Al Hallab. Realmente picamos una entrada, porque después del mediodía en el Cheese Cake Factory, no teníamos mucho apetito. Y sí, la experiencia de la comida libanesa es totalmente recomendable. Las entradas como el hummus, sus ensaladas y el pan árabe, nos encantaron. Mi esposo pidió un pollo asado, bueno, probaditas, y estuvo delicioso. Picosito y muy bien condimentado. ¡Tendremos que regresar al Al Hallab!



Tiempo de piscina en el último día



El 30 de diciembre se acababan nuestras vacaciones. El 31 volaríamos de regreso a Zurich, Suiza y de ahí a Basilea. En casita celebraríamos el fin de año.



Tarde de alberca en el Kempinski



Por eso, ese día lo dedicamos a estar en la piscina, la última oportunidad de disfrutar el calor, antes de regresar a la fría Europa. Mi esposo se adelantó con las niñas y yo me fui antes al gimnasio. Esta vez no pude visitar ninguna clase de Zumba, pero por lo menos en todos los hoteles pude subirme a una máquina de cross trainer de última tecnología. Con pantalla de televisión incluída.

Después de visitar la piscina, le dimos una segunda oportunidad al Cheese Cake Factory y compramos sus típicos pays de queso. Yo me estaba muriendo por probar uno con dulce de leche. Mi esposo compró uno con chocolate y las niñas los típicos de queso. Estaba delicioso, pero no los pudimos acabar. El problema con the Cheese Cake Factory son las porciones. Espero un día las reduzcan. Es imposible terminarte tu pastel.


¡Adiós Kempinski, adiós Dubai!




Por la tarde seguimos de compras, era la última oportunidad, antes de regresar a Suiza. Cenamos en el restaurante de carnes asadas the Butcher Shop and Grill, en el centro comercial. Así acababa el día y el 31 lo dejaríamos a las seis de la mañana para iniciar el camino de regreso. Llegamos al Aeropuerto de Zurich, después de transbordar en Doja, Catar, en donde había empezado nuestro viaje dos semanas antes. Llegamos a Basilea, Suiza, casi al anochecer, listos para celebrar el fin de año.

¡Muchas gracias por leerme y hasta el próximo Aterrizando! Les platicaré sobre la ciudad de Panamá y su Canal. ¡Que tengan una bonita semana!







miércoles, 2 de abril de 2014

En la Playa de Dubai




¡Hola!, hoy continúo mi relato sobre la visita a Dubai, durante las vacaciones decembrinas del 2014. En esta ocasión les quiero platicar sobre la visita al hotel Jumeirah Beach Hotel, a la playa y a sus instalaciones familiares. Era el 28 de diciembre.


Vista desde el Emirates Towers. El edificio
delgado es el Burj Khalifa



Este hotel lo hemos visitado 3 veces y nos gusta mucho porque está orientado a familias y tiene playa. Es grande, está a lado del Burj Al Arab y del parque acuático Wild Wadi, del que tanto disfrutan nuestras hijas, como todos los visitantes.  En esta visita a Dubai, en diciembre, quisimos ir a otros hoteles y conocer otra perspectiva de la ciudad. Fue así, que como visitantes del hotel Emirates Towers, teníamos el derecho de visitar las piscinas del Jumeirah Beach Hotel, porque los dos pertenecen a la misma cadena. Además, la pisicina del Towers es pequeña, en comparación con el área del hotel playero del Jumeirah.




Por suerte pudimos visitar el Jumeirah Beach


De regreso a la playa del Jumeirah

Y así nos fuimos. Pudimos esperar el camioncito del hotel, pero tomamos un taxi. Queríamos estar lo más rápido posible en la piscina. En Dubai los taxis tienen precios muy accesibles, gracias a Dios, no son un lujo y es un servicio súper seguro. ¡He viajado sola en este mundo árabe y no me ha pasado nada! Por aquéllo de que la mujer en este país depende de su marido. ¡No hay que tener miedo de usarlos! Incluso existe la línea Pink Taxi, un servicio donde las mujeres conducen a otras mujeres. Una idea increíble para que la ciudadana árabe se integre a la vida económica. ¡Un punto extra para este emirato!



¿La mejor vista de la playa?
El Burj al Arab




Regresando a la playa, les puedo decir que a diferencia de Doha, Qatar, Dubai tenía una temperatura ideal para ir a la piscina. Más de 25 grados. Por suerte, el agua de las piscinas del hotel Jumeirah Beach siempre está caliente. Un deleite para los niños, que no sufren del frío y para los adultos también.




¡Por fin se nos hizo visitar el
Beachcombers!


Estuvimos ahí toda la mañana y las niñas tuvieron lo que ya conocían. Una paleta helada de limón. Esto es un obsequio del hotel a los visitantes. En verano, con más de cuarenta y cinco grados. Es un placer tener este refrigerio.

Llego la hora de la comida y fuimos al restaurant playero del hotel, Beachcombers. Siempre, en nuestras visitas del verano, era un lugar prohibido. ¿Por qué? Porque era imposible sentarse afuera con un calor de más de cuarenta y cinco grados. Pero en diciembre, la temperatura es perfecta para una comida al mediodía. La especialidad del Beachcombers, pizza. ¡Deliciosa mi diavola!



Un paseo por la Marina, con las siete
banderas que conforman los Emiratos



Después de la comida, hicimos un breve paseo en la Marina del hotel. Regresamos a la piscina y después casi nos preparamos para volver al Emirates Towers. La mañana transcurrió muy deprisa. El día continúo con la visita al Dubai Mall, para variar, y con una cena en el área lounge del hotel en donde estábamos registrados.  La cena estaba incluída. Pequeños bocadillos, pero con una bella vista de la ciudad.


Vista desde el área lounge del Emirates Towers, sobre
la avenida Sheikh Zayed Road



Esta fue la última noche. A la mañana siguiente, nos iríamos al Hotel Kempinsky, que está ubicado en el Mall of the Emirates. ¡No puedo negarlo, una experiencia que deseaba de todo corazón!

Pero esto se los cuento en el próximo Aterrizando. En la última, por fin, parte sobre las vacaciones de diciembre. Les deseo una bonita semana y hasta el próximo Aterrizando. ¡Gracias por leerme!



Los elevadores del Emirates Towers,
¡toda una diversión para nuestras hijas
por su velocidad!