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Shanghai Disney Hotel |
¡Hola! De regreso en este jueves para contarles la aventura de haber visitado Disneylandia en Shanghai. Este viaje lo hicimos en octubre del 2016.
Llegamos con taxi al Shanghai Disney Hotel desde la ciudad. Era el 12 de octubre y nos quedaba un poco más de medio día para visitarlo. Era la gran aventura en esta ciudad.
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Iniciaba la diversión |
Viajamos en barquito desde el hotel hasta la entrada del parque. Un camino muy cómodo a través del lago artificial que separa estos dos destinos. No era fin de semana, así es que esperábamos un parque no tan lleno. ¡Pero no éramos los únicos ahí!
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El sello de Disneyland |
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El tradicional desfile |
Después de ver un poco el mapa, nos fuimos a la tierra del futuro. Tomorrowland. Eran pasaditas de la una de la tarde y fuimos a comer al restaurante estilo americano, de hamburguesas y hot dogs. Tuvimos suerte de conseguir una mesa.
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No podían faltar Winnie Pooh y Tiger |
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Tomorrowland |
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El menú de los papás |
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El de las hijas |
Tron, la atracción para nuestra hija mayor
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En el mágico mundo |
En esta sección del paraque, encontramos la atración de Tron, exclusiva de Disneyland Shanghai. Mi hija mayor salió fascinada de la experienca. Su papá fue con ella, pues de tal palo, tal astilla. En eso se parece mucho. Aman la velocidad y altura. Yo me quedé con mi hija menor y nos fuimos a la atracción de Toy Story.
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Ilusión para chicos y grandes con este helado |
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Un mundo para mí |
El tiempo apremiaba y casi era la hora de regresar al hotel. Pero antes, nos dirigimos al inicio del parque para admirar los fuegos artificiales. Toda una locura presenciarlos. ¡Simplemente maravillosos!
Unos fuegos artificiales de película
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Hora de los fuegos artificiales |
Regresamos con el barco al hotel. El siguiente paso de nuestra aventura por Disneyland, era cenar en el hotel. Esa noche nuestras hijas se tomarían fotos con los personajes de Disney. Cena con tu personaje favorito, era el motivo de la nche.
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Quizá sus últimas fotos con los personajes |
Este vez sería probablemente la última vez que cenarían con ellos. Nuestras hijas crecen y pronto ya no van a querer hacerlo. Así es que lo disfrutamos.
La noche terminó, pero estábamos felices porque todavía tendríamos todo un día completo a la mañana siguiente para volver a Disneylanda.
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La ilusión hasta en el postre |
Esto se los cuento en el siguiente Aterrizando, ¡Muchas gracias por leerme y buen fin de semana!
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