jueves, 23 de abril de 2015

Buenos Aires, la Casa Rosada



La Casa Rosada



Llegamos a la Casa Rosada



¡Hola de nuevo! En esta segunda parte del relato sobre Buenos Aires, les platico sobre la visita a la Casa Rosada, la sede del Poder Ejecutivo en Argentina.

La plaza en donde está la Casa Rosada, está llena de historia. Ahí nació el movimiento independentista en el año 1810, durante la Revolución de Mayo. El visitante puede apreciar la famosa columna o Pirámide de mayo. Durante nuestra visita encontramos una protesta por los caídos en la Guerra de las Malvinas.

Rodean a esta Plaza de Mayo, otros edificios como el Museo Histórico y la Catedral Metropolitana. 




Pirámide de Mayo

Catedral Metropolitana


Museo Histórico


Caminata por el Centro, en el Barrio Monserrat



De regreso volvimos a caminar. Pero antes, hicimos una pausa en el Café Restaurant Gran Victoria, ubicado en la misma plaza.


Pausa en el Gran Victoria


Con energía renovada, caminamos de regreso al hotel. Iniciamos en la Avenida de Mayo. En nuestro camino nos encontramos con interesantes atracciones como el famoso Café Tortoni y el Palacio Barolo, un edificio que ubica diversas oficinas.

En nuestro recorrido también encontramos dos atracciones muy originales, como el Ministerio de Obras Públicas, que tenía un mural con la imagen de Evita Perón.



Café Tortoni. La visita queda pendiente para
una siguiente visita, pues acababamos de
estar en un café

¡No llores por mí Argentina!


Así se ve de lejos el Ministerio de
Obras Públicas


Palacio Barolo


Un lugar donde nuestras hijas se diviertieron, fue el Monumento a las Cataratas de Iguazú, una alegoría del agua en este lugar de Argentina, Misiones. Mejor dicho, un lugar donde todos nos divertimos, pues el agua se dispersaba en esa tarde de calor por nuestros cuerpos en forma de rocío. Un minichapuzón. ¡Muy refrescante!


Monumento a las Cataratas de Iguazú
en la Avenida Mayo y 9 de Julio



Pasando por la Plaza Vicente López y finalmente en el Chiquilín


Cerca de nuestro hotel, en el barrio de la Recoleta, pasamos por una plaza con vida y en donde encontramos varios restaurantes que podrían ser una opción para cenar en los siguientes días, la Plaza Vicente López.


Plaza Vicente López, un reflejo de la vida en Buenos Aires



Llegando al hotel, descansamos un poco y nos preparamos para ir a cenar. Mi esposo había leído sus guías turísticas y encontró una recomendación para ir a cenar, el restaurante de carnes asadas Chiquilín.  

Y después de ponernos guapos, nos fuimos de nuevo caminando. Nada mejor pues el plan era disfrutar de una autentica carne asada argentina. 

Llegamos y había lugar. En la ida del hotel, después de visitar el Centro Histórico, pasamos por el Chiquilín e hicimos una reservación. No fue necesario, pues había muchas mesas disponibles. La verdad no nos arrepentimos de haber hecho la reservación pues uno nunca sabe e igual nos hubiéramos quedado sin lugar.



Un delicioso bife de ojo


En el Chiquilín probamos un bife de ojo. Las niñas comieron otro corte de carne, cuyo nombre no recuerdo y el mesero nos recomendó un vino Malbec el Saint Felicien. ¡Todo estuvo delicioso!



Restaurant Chiquilín


El Restaurant cuenta con fotos de los
famosos que lo han visitado



De regreso caminamos al Palau Duhau. En el camino fuimos viendo los aparadores de las tiendas. Mañana nos esperaba el paseo por la Recoleta y en especial, la visita al MALBA, el Museo de Arte Latinoaméricano en Buenos Aires. De esto les platico en el siguiente Aterrizando. ¡Muchas gracias por leerme y que tengan una bonita semana!

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