¡Hola! De regreso en este viernes de blog para seguirles contando sobre nuestro viaje a Viet Nam. Era el segundo día. El 3 de marzo para ser exacto.
Estábamos en Lang Co, en la zona media costera del país. Habíamos llegado la noche del 1 de marzo. La mañana siguiente nos recibió la lluvia. Pero esa mañana el sol radiaba en su esplendor. Así es que ese día no sería de excursión fuera del hotel, al contrario, nos quedaríamos a disfrutar la piscina y a caminar por la playa.
Así que el programa fue el mismo como siempre. A desayunar en el Water Court y luego a ponerse los trajes de baño.
El día transcurrió oyendo música al aire libre. A las cuatro de la tarde, llegó el famoso té con algunas galletitas y tentenpiés salados.
Area de recepción del Banyan Tree |
Así que el programa fue el mismo como siempre. A desayunar en el Water Court y luego a ponerse los trajes de baño.
Esa mañana no había viento |
El día transcurrió oyendo música al aire libre. A las cuatro de la tarde, llegó el famoso té con algunas galletitas y tentenpiés salados.
La hora del té |
Este chico nos llevño la merienda vestido en traje típico y las famosas canastas de Vietnam |
La pausa se acabó. Era hora de regresar a la piscina a chapotear y a seguir leyendo nuestros libros. El día lo terminaríamos en el restaurante tailandés del hotel. A esa hora del día no sabía qué me esperaba de sorpresa.
El sol seguía iluminándo Lang Co |
Hora de visitar el hotel vecino, Angsana
Visitamos el Angsana |
Antes de ir a cenar, fuimos a conocer el hotel vecino, Angsana. Este tiene un campo de golf que pueden usar los visitantes de ambos hoteles. Para llegar hasta ahí, el visitante puede tomar un barquito y navegar por el río que conecta a los dos hoteles
Casi llegando al Angsana |
Caminamos un poco por el hotel y llegamos a la playa. Ahí nos hicimos fotos y disfrutamos la arena. El agua estába muy fría, y estoy segura de que nuestras hijas se hubieran bañado sin importarles la temperatura.
La playa en Lang co |
En el Angsana también se puede ir a algunos restaurantes. Nuestro interés era haber conocido el Rice, pero no nos dio tiempo, habrá que viajar otra vez a Vietnam.
El sol casi se estaba despidiendo. Caminamos hasta el Banyan Tree y regresamos al cuarto. Era la hora de tomar una cervecita en la terraza.
Desde aquí se podía ver la sesión del hotel en dónde estábamos |
Ellas felices |
Disfrutando el atardecer |
Hora de comer en el Saffron, los cangrejos me estaban esperando
En tailandés Khun era utilizado para nombrar un barón. Actualmente se refiere a señor, señora o señorita El chico que nos recibió nos dijo que significaba familia |
Como era imposible caminar, le hablamos al carrito tipo golf para que nos llevara al restaurante tailandés del hotel. Al llegar a nuestra mesa, descubrimos el saludo en tailandés a nuestra familia
Ensalada de camarones empanizados |
Tuvimos una muy buena experiencia con la comida. Yo tuve una ensalada de camarones empanizados. Nuestras hijas los famosos rollos primavera y cuatro tipos diferentes de arroz. Mi platillo principal fueron cangrejos con ensalada. Y arroz,
Ya sólo me faltaba el último cangrejo |
Los comí. No quisé dar un mal ejemplo a nuestras hijas. Mi esposo probó uno y yo comí cuatro.
Primero los estaba cortando y mi esposo me preguntó que si sólo quería comer el cerebro. Después, me armé de valor y los comí enteros. Estaban tiernitos y el caparazón, o se los habían quitado, o eran unos cangrejos chiquitos. Bueno, después de esta barbaridad, sobreviví la noche. No hay que olvidar de que en Vietnam también se comen insectos. Lo mismo sucede en Tailandia.
Mis hijas todavía hacen bromas de que me he comido a mis semejantes, porque soy del signo cáncer, el cangrejo. Y tienen un poco de razón
Alambrés de pollo oara mi esposo |
Diferentes rollitos, muy saludables |
Después del arroz y los cangrejos, era imposible probar algún postre. Aunque los postres asiáticos utilizan mucho el coco y me encantan. No. la próxima vez. Pero no nos salvamos y al pedir la cuenta, nos trajeron unos dulcecitos tailandeses. Así terminaba la experiencia de los cangrejos. ¡Qué me hubiera costado probar uno de sus famosos currys, pero, yo quisé probar algo nuevo!
La noche terminaba y nos fuimos de regreso al cuarto. Al día siguiente, la ciudad de Danang nos estaría esperando. Esto se los contaré en el siguiente Aterrizando. Por lo pronto, muchas gracias por leerme y buen fin de semana.
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