jueves, 22 de noviembre de 2018

Omán, un viaje al país de Simbad el Marino



¡Hola! De regreso en este blog para platicarles sobre un viaje al lejano Oriente, a Omán, la tierra de Simbad, como se le conoce en la leyenda. Aunque muchos países de Oriente se pelean su nacionalidad, para los omanis, Simbad nació en la ciudad de Suhar.




Vestíbulo del Hotel Chedi
Llegamos en plena madrugada



Tuvimos una maravillosa experiencia por este país. La población es muy abierta hacia los turistas. No vimos turistas en exageración, pero los omanis se han preparado para recibir a sus visitantes con hoteles. En este primer viaje a Omán conocimos dos. Hoy les platico sobre el Chedi, el original, aquí nació.



Los primeros rayos del sol por la mañana


Omán es un país muy rico. El gobierno ayuda a sus habitantes de varias maneras. Desde mi punto de vista, su gran ayuda empieza con la ausencia de impuestos. Sí, así es, el pueblo omaní no necesita pagar a sus gobernantes. El sultán es muy generoso y todos los nobles del país, pues regresan un poco de sus ganancias a los que no tienen.



La piscina de niños



Omán es un pueblo muy religioso. Musulmán, pero les puedo decir que es sumamente respetuoso hacia los extranjeros. Lo menos que se puede hacer cuando se visita es adaptarse un poco a su vestimenta y tratar de no vestirse exageradamente descubiertos aún y con el clima caluroso. Nadie en Oman te exige que uses la ropa femenina árabe.



Llegando de madrugada

Viajamos desde Zúrich con la aerolínea Swiss. Era el 4 de agosto del 2018.  Llegamos a la capital, Muscat. Un auto del hotel nos recogí y llegamos al Chedi alrededor de las dos de la mañana.  La noche fue corta, pero no importaba, empezaban las vacaciones.



El agua del Mar Arabigo estaba muy agradable


El Chedi es famoso por su arquitectura y ha sido ganador de varios premios. Su arquitectura de líneas limpias y espacios abiertos, conservando los elementos árabes tanto en sus interiores como sus exteriores. Está ubicado frente al Mar Arabigo.



Tranquilidad total


Para nosotros los días aquí, representaron descando y la oportunidad de celebrar el cumpleaños de mi esposo. Al llegar, el recepcionista nos preguntó si celebrabamos algo especial a lo que yo contesté que sí, sin pensarlo dos veces. El cumpleaños de mi marido. Y fueron muy amables porque nos prepararon una sorpresa en la habitación, un rico pastel de chocolate para él.



Long Pool, con una distancia de 103 metros


Fue así como celebramos su cumpleaños en tranquilidad. Este viaje fue su regalo y su deseo por conocer el Hotel Chedi se cumplió. Y nosotros lo celebramos con él.




Piscina de adultos




Bello atardecer


Realmente en esta entrada no puedo contarles mucho, pues los tres días en que estuvimos aquí, fue para relajarnos.  Disfrutamos mucho del sol y las piscinas. También disfrutamos conocer los platillos de la cocina árabe. 



Las famosas palmeras de Oriente


El pastel de mi esposo



Después de su cumpleaños, la única excursión en Muscat que haríamos sería conocer su puerto y su mercado. Esto se los platicaré en el siguiente Aterrizando, así como nuestra visita a las montañas
omanis, pues después de Muscat, viajamos a la Montaña Verde Dschabal al-Achdar ¡Les deseo un bonito fin de semana y gracias por leerme!




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