¡Hola! Estoy aquí de regreso para platicarles de un bonito viaje a Barcelona, España. Este viaje lo hicimos del 7 al 9 de abril, pero del 2017. Estoy atrasada en el relato, pero quiero mostrarselos. Porque Barcelona es una ciudad maravillosa.
Vista del puerto desde el Grand Marina Hotel |
Este viaje lo realizamos antes de que se presentaran todas las manifestaciones de independencia. Aquí no voy a hablar mucho de este tema. Pero lo que sí les aseguro es que Barcelona es una ciudad encantada. Su clima, su cultura, su gente. En fin, todo es maravilloso. Sólo deseo que pronto todo vuelva a la normalidad, porque nosotros la visitamos en un clima de amor y paz. No sé si volveré pronto, porque me asustan las manifestaciones, especialmente si viajas con hijos, no quieres que les pase nada. Pero el pueblo catalán debe de manifestarse por lo que cree. En fin, aquí están nuestras vivencias.
El centro comercial Maremagnum, a unos pasos del hotel |
Grand Marina Hotel Barcelona |
World Trade Center Barcelona. Junto al hotel |
Centro comercial Maremagnum |
Rumbo al Parque Güell: muy cambiado
Llegamos el 7 de abril por la tarde. Esa noche no hicimos mucho. Después de aterrizar, llegamos al hotel Grand Marina Hotel y cenamos tapas en su bar. Fuimos a dormir temprano para estar listos el sábado temprano.
No pudimos resistir estas paletas de frutas en una tiendita cerca del parque. La mía fue la de coco |
¡Y así fue! Lo primero que hicimos después de desayunar, fue tomar un taxi en el hotel y viajar hasta el famoso parque Güell. No sé exactamente si esta sería la tercera o cuarta visita al parque. Pero esta vez lo encontramos muy cambiado.
Panorámica de Barcelona desde el Parque Güell |
El parque basado en una obra de Antoni Gaudi, se cerró al público. Ahora las visitas se pagan y se tiene que reservar la entrada al parque. Creo que lo hemos visitado tres veces. Esta fue la cuarta y quisimos entrar, pero nuestra posible visita era a las siete de la noche. Muy tarde porque ya no queríamos regresar. Eran como las doce del mediodía. Las niñas también lo conocían, así es que decidimos visitar sus áreas abiertas al público. Y fue maravilloso este paseo porque pudimos tener unas súper vistas de la ciudad. Claro que si se visita este parque por primera vez, es recomendable hacer cita y caminar por sus instalaciones.
La mejor parte del paseo estaba a punto de comenzar. A la salida del parque caminamos de regreso por la ciudad. Como a las tres de la tarde, nos detuvios en un local, en Don Teo y probamos unos bocadillos. ¡Deliciosos! Se los recomiendo. Especialmente los bocadillos de pollo y los de huevo.
Un buen local para probar bocadillos |
La Sagrada Famillia
Y seguimos caminando por la ciudad hasta llegar a la Sagrada Familia. Ese sábado fue maravilloso. Tuvimos mucha suerte con el clima. Tuvimos la suerte de mezclarnos entre los catalanes y conocer nuevos lugares de la ciudad. Era una tarde de compras y ellos salen a pasear y a caminar por las tienditas del Paseo de Gracia.
La Sagrada Familia |
En la Sagrada Familia nos maravillamos de la construcción más avanzada de cuando la conocimos por primera vez. Yo celebraba mis 30 años y mi esposo me llevó a conocer Barcelona. Esto fue en el año 2000. En esa ocasión entramos a la Iglesia y llegamos hasta sus miradores. En esta visita sólo la contemplamos desde su placita comiendo un helado. Un helado de dulce de leche. ¡No se lo pierdan cuando visiten esta ciudad!
Casa Battló, Casa Mitlà
Casa Mitlà |
Seguimos nuestra caminata por Barcelona y llegamos hasta la Casa Batlló y la Casa Mitlà. La Casa Battló la visitamos mi esposo y yo aquélla vez cuando cumplí mis treinta años. En esta ocasión sólo caminamos y visitamos algunas tiendas del Paseo de Gracia. Y claro, compramos un helado. ¡El clima era ideal! Nos sentíamos como en verano.
Casa Batlló |
La siguiente estación era la Catedral de Barcelona. Tuvimos mucha suerte, porque en la plaza de la Cateral vimos el famoso baile típico de Barcelona. La Sardana. ¡Fue maravilloso ver este espectáculo! Hasta ese día sólo lo conocíamos por su monumento en Montjuïc.
Bailarines de la Sardana frente a la Catedral |
Y la hora de la cena se acercaba. No teníamos una cita en ningún lugar. Esta vez decidimos caminar y escoger un lugar que nos gustara. ¡Y así fue! Preguntamos por una mesa en un local del centro. En El Portalón. Un lugar muy típico y no nos arrepentimos, porque sus platillos y su vino fue maravilloso. Yo probé un delicioso arroz negro. Un platillo preparado con la tinta del pulpo y con camarones. ¡Delicioso!
Palacio de la Generalitat |
Nuestras hijas comieron hamburguesas y mi marido probó el pulpo. Este lugar nos encantó.
Arroz negro de El Portalón |
Monumento a Cristóbal Colón |
De regresó caminamos. ¡Nada de taxi! La noche era maravillosa y la disfrutamos. No caminamos por la Rambla, si no que nos fuimos callejoneando. ¡Una excelente decisión! Llegamos hasta el Monumento a Cristóbal Colón y a unos metros de ahí se encontraba nuestro hotel. ¡Buenas noches Barcelona! ¡Hasta mañana! ¡Muchas gracias por leerme y buena semana!
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