viernes, 27 de octubre de 2017

Por las calles de San Francisco: Lombard Street y cena 100% americana en el Loris


Crissy Park

¡Hola! De regreso en este viernes de blog para continuar con el paseo en San Francisco. Era el 21 de julio del 2017 y ya habíamos visitado el Golden Gate, en su área de picnic del West Bluff.



Museo de Bellas Artes


Lo siguiente era caminar hasta la calle Lombard. El clima, perfecto. Verano puro, a pesar de estar cerca del Pacífico.  Disfrutamos la caminata por el parque Crissy Fields. Después llegamos a un supermercado y compramos unos sándwiches de helado. Era el Safeway. Después caminamos por el parque llamado Great Medow.





Parque Great Medow


Al estar en el Crissy Fields, vimos como dos ciclitas chocaron. Al parecer una chica invadió carril al tratar de rebasar. Y es que no quieren bajar la velocidad y perder tiempo. El otro ciclista era un hombre mucho mayor que ella. Se pueden imaginar ¿verdad? Obviamente que la chica de menos de 20 años quedó media atarantada y el hombre de unos cuarenta años y pico, todavía le reclamaba. Quizá tendría razón. Pero nuestra impresión fue fuerte. Nos alejamos del accidente, pues ya se habían aglomerado una docena de personas y ya alguien había llamado a la ambulancia y a la Policía.



Al inicio de la Lombard Street

Al llegar al inicio de la calle, nos dimos cuenta que no éramos los únicos. Por fortuna a los dos lados de la calle, se había formado un tráfico de los que suben y los que bajan. Así es que la caminata viendo bajar a los autos fue ordenada a pesar de los ríos de turistas. El sol estaba fuerte. Tuvimos mucha suerte en ese día.


Toda una experiencia caminar por la calle
o bien transitar en auto por ella



Después tuvimos que bajar por esta callecita


Seguimos por toda la Lombard Street que ya era de bajadita. Llegamos hasta el Barrio Chino.  De ahí nos fuimos a buscar el restaurante  Loris Dinner, en la calle Sutter. en el área de Nob Hill. Esto nos llevo como unos 40 minutos.





Músicos en el Barrio Chino


Tienditas del Barrio Chino


Al llegar al restaurante, nos dio mucho gusto que nos dieron inmediatamente una mesa. A los que llegaro una hora más tarde, les tocó esperar por una. Este era un restaurante típico americano. Nos iluisionó probar hamburguesas y hotdogs. Nuestras hijas tomaron malteadas. Más americana no podía ser nuestra cena.




En este restaurante cenamos. Típico americano y
abierto las 24 horas.



Pero primero pedimos unos nachos. Y esa fue una porción. Enorme.  Desgraciadamente nuestras hamburguesas no nos gustaron tanto. El pan estaba frío, ni pasó un minuto por el horno. En cambio, los hotdogs de las niñas estuvieron muy bien.



La cena de nuestras hijas, con malteada incluída


Después de esta experiencia gastronómica, caminamos hasta el hotel. No estaba muy lejos. Pero por suerte nos movimos un poco antes de dormir. En el hotel nos esperaban las panorámicas de la ciudad.

Antes de llegar al cuarto, fui a visitar el gimnasio del Fairmont. Pregunté por cursos de Zumba, pero no tenían en ese hotel. Bueno, el intento se hizo.


San Francisco, a lo lejos, la Torre Coit


Y llegó la hora de dormir. Mañana era nuestro último día por esta ciudad llena de rincones interesantes. Pero esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Gracias por leerme y buen fin de semana!


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