miércoles, 25 de septiembre de 2013

Barcelona: entre Gaudí, Picasso, el Acuario y hasta el Corte Inglés





La Sagrada Familia, siempre en construcción



Nuestro segundo día en Barcelona, el 5 de agosto, continuó con la visita a la iglesia la Sagrada Familia, obra del arquitecto Antoni Gaudí.  Después de caminar desde el Parque Güell, llegamos hasta la calle Carrer de la Provença y ahí, estaba. Majestuosa y como siempre, en construcción, la Iglesia del orgullo catalán.

Era pleno mediodía y grupos de turistas estaban en la plaza con el mismo nombre, Plaza de la Sagrada Familia. Un artista de la calle, alegraba a los niños con sus burbujas de jabón gigantes. Mis hijas se habían cansado de caminar y por eso les compré un helado. Había un puesto en este parque. Hasta hubo uno para mí, de la marca La Lechera. ¡Um, refrescante en ese calor del mediodía! Nos tomamos las fotos obligatorias y caminamos de nuevo para ir hasta la siguiente obra de Gaudi, la Pedrera.



En la Vinoteca Torres, probamos unas
deliciosas tapas catalanas



Caminamos en círculo, y sin darnos cuenta, llegamos hacia el otro lado de dónde queríamos ir. Lo bueno de que nos perdimos, fue que vimos la Torre Agbar. Para no hacer  caminar  a mis hijas antes de la comida, pues ya tenían hambre, decidí que tomaríamos un taxi hasta la Casa Mila.

Llegamos a la esquina del Paseo de Gracia. Ahí encontramos un restaurante para comer. Nos sentamos en una de sus mesitas de la calle. Después nos dimos cuenta que el interior era maravilloso. Muy moderno el local. Totalmente apropiado para la Barcelona que estábamos visitando.



Casa Milà o la Pedrera



Probamos deliciosas tapas: tortilla española, croquetas, patatas bravas, aceitunas y el famoso pan con tomate. Realmente el calor en Barcelona es agradable, por su cercanía con el mar. De repente nos llegaba una brisita refrestante.


Casa Batlló


El siguiente paso fue conocer la Casa Batlló, otro de los edicios de Gaudi. Caminamos todo el Paseo de Gracia hasta llegar a ella. Después, caminamos hasta la Plaça Catalunya para tener nuestro tiempo de compras, claro, en el Corte Inglés.

Nos fuimos directamente al departamento de niños y ahí le encontré una chaqueta tipo impermeable a mi hija mayor y una playera de perritos, para la chiquita. Estaba a reventar, con tantos turistas. Después de ver la ropa, fuimos a su área de abarrotes, para llevarle un encargo al papá, un embutido español.






Caminar por el Paseo de Gracia es observar los aparadores de sus tiendas. Las hay para todos los bolsillos, desde Zara hasta las de lujo. A mí me encantó ver el aparador de Louis Vuitton. ¡Parecía un caramelo!



Heladería Giovanni, en la
Plaza de la Cucurulla



¡Y llegamos hasta el centro de Barcelona! Mis hijas volvieron a comer helado. Esta vez en la heladería que ha sido mi favorita en Barcelona, desde que hice mi primera visita a esta ciudad, los Helados Giovanni, en la Plaza de la Cucurulla. Mi sabor favorito es dulce de leche. También tienen el sabor de crema catalana.



Plaza del Pi, con la Iglesia de
Santa Maria del Pi



Al terminar el helado, caminamos hasta la iglesia del Pi, en la plaza del mismo nombre. Después caminamos por las callecitas del centro, hasta llegar de nuevo al Hotel Gran Marina. Mis hijas estaban muy entusiasmadas por ir de nuevo a la alberca del hotel, así es que hicimos una pausa para que chapotearan un poco. Estuvimos en el hotel hasta las seis de la tarde y después nos fuimos a cenar.


La paella de Gustos, en Maremagnum



Esta vez se nos hizo ir a cenar al Maremagnum, el centro comercial que se encuentra frente al hotel. Ese lunes conocimos su nueva sección de restaurantes, La Terraza. Ahí mis hijas comieron una pasta con tomate, y yo me decidí por una paella del restaurant Gustos, un buen ejemplo de comida española. Nos sentamos al aire libre, disfrutando un poco el fresco de la tarde, y viendo hacia el puerto.

Después hicimos algunas compras en el centro comercial. La visita obligatoria fue la tienda de niños Imaginarium. Ahí les compré una réplica de la famosa cámara de diapositivas que todos tuvimos cuando éramos niños y que por suerte la han vuelto a poner en el mercado.



En el Acuario de Barcelona


Eran casi las ocho de la noche, y todavía traíamos energía. Mejor dicho, queríamos aprovechar al máximo el tiempo en esta ciudad. Fue así que visitamos el Acuario de Barcelona, ubicado en este centro comercial.


¡Buenas noches , Barcelona!



Ya lo habíamos visitado en diciembre del 2007, y como era invierno estaba llenísimo. Esta vez tuvimos mucha suerte y pudimos ver detenidamente todo. A mis hijas les encantó y se subieron a la rana que estaba en el área de juegos. Hermosa la exposición del acuario. ¡Hasta tienen pingüinos!

Fue así como terminó nuestro segundo día. El martes nos esperaba el Museo de Picasso y muchas otras cosas más que les contaré en el siguiente Aterrizando. Muchas gracias por leerme y que tengan una bonita semana.


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