jueves, 13 de julio de 2017

Blue Lagoon, Islandia: un lugar para sumergirse en minerales calientes



The Blue Lagoon



Sus aguas minerales no son nada profundas, pero
agradablemente calientes


¡Hola! De regreso para platicarles la última etapa del viaje en Islandia. Esto fue el 27 de mayo del 2017. Llegamos al Hotel Northern Light Inn. Un hotel ubicado al lado de the Blue Lagoon. Una laguna de aguas térmicas. Islandia es famosa por sus fuentes de calor. Esta es una de las principales atracciones del país.


El último hotel del viaje: Northern Light Inn


Mi esposo había comprado las entradas desde Suiza. Así es que nos ahorramos una fila larga para entrar a este lugar. Rentamos una bata de baño para cada quien en la familia. Las toallas, ya estaban incluídas en el precio del boleto. Ah, y nos recomendaron utilizar enguaje en el pelo. Después supimos por qué.

Fue toda una experiencia entrar al agua. Afuera había como unos 13 grados centígrados. Lo primero que hicimos estando ahí, fue ponernos una mascarilla de algas. Estaba incluída en la entrada. La mascarilla de minerales es gratis para todos y se puede poner todas las veces que se desee.



El cabello se seca por los minerales


El siguiente punto del programa fue tomarnos nuestra bebida incluída. Mi esposo tomó una cerveza y yo un vino espumante. Las niñas, una gaseosa de naranja. Ese día vimos a un grupo de turistas que se puso a cantar en plena laguna. Probablente eran ingleses, miembros de un coro, pues por unos veinte minutos nos obligaron a todos a escucharlos.





Te toman la foto oficial y la manda por correo electrónico



El siguiente punto del programa en la Laguna, era tomarse una foto, pero no con nuestra cámara, pues dejamos todas nuestras pertenencias en los casilleros de la entrada. Una chica nos tomó varias con su tableta y después nos dio a escoger una. La recibimos por correo electrónico. Este es un detalle muy bonito para el turista.

Dejamos la Laguna Azul bien relajados y nos fuimos a bañar en las regaderas de la Laguna.  Todos usamos gel de baño, champú y acondicionador. Pero sorpresa, nuestro cabello estaba tieso, esto por los minerales. Después de un mes volví a tener mi cabello suavecito y sano. Claro me ayudó cortarme las puntas del mismo y de usar muchos tratamientos. Y eso que usamos acondicionador al entrar a la Laguna. De todas maneras, volvería a entrar aunque se arruine mi cabello. La próxima vez usaré un acondicionaror para cabello super maltratado.




Hora de comer waffles en el hotel


La recepcionista nos invitó en la mañana a prepararnos unos waffles en el área de recreación del hotel. Esto a partir de las cuatro de la tarde. Y bueno, fuimos los primeros en probarlos. Los waffles son muy populares en Islandia. Hay que destacar que el Northern Light Inn los ofrece en pequeños frascos. Cada frasquito tiene la harina necesaria para dos waffles. En el primer hotel que visitamos, Alda, la gente llenaba a su gusto la wafflera y después la masa se desbordaba por todos lados. Muy bueno el método del Northern Light Inn.



Haciendo waffles para la familia en el
área recreativa del hotel




Alguien no quizo salir en la foto




La  cena en el Max´s Restaurant



Vista desde el Max´s Restaurante, del  Northern Light Inn


El viaje acababa y había que preparar las maletas. Al día siguiente nuestro avión con rumbo a Suiza, saldría a las 7 de la mañana y teníamos una hora de camino hacia el aeropuerto. Nos íbamos a levantar al cuarto de la mañana. Dejamos el cuarto a las 4:45. Sí que era temprano.



Como la cena de la abuela:
Asado de cordero

Pero mientras tanto, disfrutamos la última cena en Islandia. Nos quedamos en el Northern Light Inn y cenamos en su Max´s Restaurant. Mi esposo y yo pedimos asado de cordero. Fue delicioso, como hecho en casa. Las niñas pidieron espagueti a la carbonara y un club sándwich.


La habitación de los cuatro ositos

Y llego la hora de dormir. El cuarto fue muy peculiar. Parecía la habitación de los ositos de Ricitos de Oro. Esa noche quisimos dormir temprano, pero fue díficil. Especialmente porque cuando ya estábamos dormidos, nos hablaron de la recepción para preguntarnos si necesitábamos un transporte al aeropuerto. Respuesta que ese día les dimos miles de veces con un no rotundo. En fin, en el avión de regreso, me recuperé durmiendo.




¡Adiós Islandia!


Y así terminó el viaje. Regresamos con Island Air y compramos durante el vuelo una figura de madera del pájaro representativo de Islandia: el Fraillecillo atlántico. Atlantic puffin.

Así acabaron los días en este país del Norte de Europa. Esperamos regresar algún día regresar para seguir admirando las bellezas naturales de este país. ¡Muchas gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando!



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