jueves, 7 de mayo de 2015

Buenos Aires: Recorrido con el autobús turístico

Congreso de la Nación


¡Hola! De regreso estoy con ustedes para platicarles sobre nuestro cuarto día de visita en la cosmopolita ciudad de Buenos Aires.

Ese día nos fuimos directo después de desayunar hasta las oficinas de Buenos Aires Bus. El autobús turístico que nos llevaría por toda la ciudad. Tuvimos mucha suerte porque el día era maravilloso. Cero lluvia. Tampoco tuvimos que esperar mucho tiempo antes de subir al mismo.



Museo Histórico 


Escogimos ir en el segundo piso. Estos eran los típicos autobuses de dos pisos, estilo inglés. El autobús nos llevo primero al centro histórico, mismo que habíamos visitado en nuestro segundo día. A continuación les presento algunas imágenes de nuestro recorrido en un día lleno de sol.



Banco de la Nación 




Su famoso café





Palacio Barolo


Basílica de Santo Domingo


La Bombonera

Bella construcción


¡Arriba Messi!


Empezaba el Caminito


Mural en Buenos Aires




Nos acercábamos al Puerto



Puerto Madero: Siga la Vaca


Aprovechando la facilidad de subir y bajar del autobús, decidimos hacer una pausa en el Puerto Madero. Ahí caminamos y buscamos un restaurant. Entramos a Siga a la Vaca. Un restaurant de carnes tipo bufete.


Puerto Madero

Este restaurante tiene sucursales en Brasil y en España. La carne nos pareció deliciosa, y no hay un límite. El menú consta de bufet de entradas y carnes, más un postre, el cual ni probamos, era imposible. Además, hacía mucho calor en esa mediodía y no teníamos mucha hambre.

Seguimos caminando y fotografiamos desde todos los ángulos posibles, el Puente de la Mujer, obra del arquitecto español Santiago Calatrava. Caminamos hacía la siguiente parada del autobús y aprovechamos para hacer el regreso a la Recoleta, en dónde estaba nuestro hotel. Por el camino vimos el planetario y por supuesto, la vida de los bonaerenses, incluído su tráfico.


Puente de la Mujer en Puerto Madero


Obra de Santiago Calatrava


Aprovechamos para fotografiar al puente desde
todos sus ángulos



No podía faltar la Vírgen María para
representar al Puente de la Mujer



El recorrido termino en la Estación de la Recoleta. A esa hora de la tarde, el paseo en autobús lo realizamos en el interior del mismo. Nunca me gustó tener aire acondicionado como esa vez. Arriba hubiera sido insoportable el sol del mediodía. Tuvimos mucha suerte de encontrar asientos para todos.

Antes de llegar al hotel, visitamos de nuevo la Recoleta Mall. Ahí terminaba nuestra visita. En la noche cenaríaos en el restaurant de carne asada Don Julio. Imposible irse de Buenos Aires sin visitar otro de sus famosos restaurantes de carne asada. De bifes.



Visitando  Don Julio



Cómo no probar una empanada argentina.
¡Y con chimichurri!



Tuvimos mucha suerte de encontrar una mesa en el Restaurant Don Julio. Esa noche todos probamos su carne. Y claro, sus empanadas argentinas. La noche terminó empacando porque al día siguiente saldríamos en barco a Carmelo, en Uruguay. Esa noche fue bonita y pudimos disfrutar el ambiente de noche en la ciudad. ¡En pleno verano!




Placa conmemorativa



Corte mariposa. Si hubiera sabido que
era tanta carne, no lo pido. Me gustó
el nombre


Adiós Don Julio




¡Adiós Buenos Aires, hola Uruguay!


Despertamos. Ese día nos esperaba el viaje en barco hasta Carmelo. Esta ciudad en Uruguay está a una hora de Colonia, aquí llegaría el barco. De Buenos Aires a Colonia se hace una hora en barco. Es un paseo demasiado cómodo. Los bonaerenses recorren este camino muy seguido.



¡Adiós hotel!


Dejamos el hotel, pero primero nos fuimos a desayunar al Le Pain Quotidiane. Recuerdo que del local en Bruselas, casi nos corren porque no querían tener esperándonos. En cambio en esta sucursal de Buenos Aires, tuvimos la suerte de cambiar nuestra opinión del mismo, porque todos sus empleados fueron muy amables. Además, el local estaba casi solo. Los desayunos, excelentes.



Le Pain Quotidien


Recogimos nuestras maletas y viajamos en dos taxis hasta el Puerto. Documentamos nuestras maletas y abordamos. Fue un viaje muy cómodo.  La llegada fue difícil porque a esa hora llegaron otras embarcaciones y nos movimos entre una marea humana hasta encontrar nuestras maletas y pasarlas por rayos láser.



Dentro del barco, rumbo a Carmelo


Al salir a la sala de espera, un amable uruguayo nos buscaba para llevarnos hasta el pueblo de Carmelo. Un lugar que parece estar alejado del mundo. Mejor dicho, parece que está en otra dimensión. Pero esto se los cuento en la próxima semana. ¡Muchas gracias por leerme! ¡Hasta el próximo Aterrizando!




Este barco regresaba de Colonia, ciudad portuaria de Uruguay

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