jueves, 14 de diciembre de 2017

Navidad 2016: Dubai, The Boardwalk

¡Hola! De regreso en este jueves de blog! Hoy les voy a platicar lo que hace un año visitamos. Sí, Dubai. Fue nuestro cuarto viaje consecutivo a este Emirato Arabe para celebrar Navidad. Pasamos muy bonitos días asoleándonos y visitando cosas nuevas en familia. Espero estos viajes con nuestras dos hijas duren mucho antes de que cada una tome su rumbo.


Viajamos con Emirates


Viajamos con Emirates desde Zúrich, Suiza. Era el 20 de diciembre y el vuelo duró sólo seis horas. Llegamos a las doce de la noche. Llegamos al Fairmont The Palm apróximadamente a la una de la mañana del 21 de diciembre. A darse un regaderazo y a dormir. Mañana nos esperaba un día total en la piscina del hotel. A cargar energía solar y a olvidar un poco el clima invernal de Suiza.



Fairmont Dubai The Palm


Desayunamos y nos fuimos a la piscina. Esas horas las disfrutamos al máximo.


Navidad bajo las palmeras





El barco de la asociación ambientalista
Sea Sheapard, frente al Hotel Fairmont the Palm




Nuestras dos sirenas de 10 y 12 años





Extraño estas palmeras



Cóctel al atardecer


Cena en el Rodizio del Hotel Fairmont, Frevo



Hora de ir a cenar al Rodizio

Por segunda ocasión fuimos al restaurante de carne asada estilo brasileño Frevo. Un Rodizio. Ahói disfrutamos de carne asada y en especial de un corte estilo barbacoa, como en mi cuidad natal, Monterrey. Disfrutamos mucho esta cena con nuestras hijas. Mi marido y mis hijas se comieron cada uno dos corazones de pollo. Yo no pude.


¡Buenas noches, Dubai! Vista de la Marina Dubai




The Boardwalk: 11 kilómetros para caminar



Una nueva atracción: Boardwalk Dubai
Eramos los únicos caminando



Mi esposo tenía bien planeado el viaje. Esa mañana, después de desayunar, nos arreglamos y nos fuimos a caminar 11 kilómetros. Si me escucharon bien. Iniciamos desde el Hotel The One and Only y termimanos en el Hotel Rixos. Ahí tomamos un taxi de nuevo al Hotel The Fairmont the Palm. Estuvimos muy orgullosos de caminar 11 kilómetros.



La Bandera del Emirato Arabe Dubai



Vista de la Marina




Hotel Atlantis Dubai



Burj al Arab desde el Boardwalk 


Maravilloso


Casi al terminar nuestro recorrido. 11 kilómetros de caminata


Tarde de shopping en el Mall of the Emirates y de ¡dumplings!


Terminando la tarde de piscina



Esa tarde no hicimos mucho. Fuimos a la piscina del hotel. La noche estaba reservada para visitar el Mall of the Emirates. Queríamos ir a cenar dumplings de Shanghai, en dónde los probamos por primera vez. Al Ding tai Fung.  Esperamos unos veinte minutos por una mesa, pero lo logramos.


Decoración navideña en el
Mall of the Emirates

Después, visitamos algunas tiendas y regresamos al hotel. La cena fue maravillosa. Es increíble ver cuánta gente trabaja en la preparación de los famosos dumplings. Todo fresco antes de llegar a la mesa. Pudimos observar desde una ventana de la cocina, cómo los preparan. Quisiera ir otra vez. Este restaurante lo conocimos en Shanghai.


Comida de Hong Kong en el Ding tai Fung



Los famosos Dumplings con salsa picante


Así fue nuestra Navidad


La noche terminó de regreso al hotel. Tomamos un taxi en el Mall of the Emirates y llegamos al hotel. La mañana estaba por llegar y las aventuras seguirían. Pero esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Gracias por leerme y hasta la próxima!

viernes, 8 de diciembre de 2017

Venecia, 20 años de casados. Mañana del domingo 26.11.17


¡Hola! De regreso en este viernes de Zumba para platicarles sobre el segundo día en Venecia. Era el domingo 26 de noviembre del 2017.



Iglesia de Santa María della Fava

Ese fin de semana festejábamos nuestro 20 Aniversario de casados. El clima fue bueno con nosotros porque no llovió como el año pasado. Esa mañana de domingo estuvo nublada, con suerte el clima cambiaría por la tarde,


Canal al lado del hotel


Después de dormir lo máximo que pudimos, nos arreglamos en un dos por tres para ir a desayunar en el hotel, porque a las 10:30 terminaba. Y lo hicimos, pero nuestra hija mayor prefirió dormir.




Puente Rialto


Caminamos sin prisas, por el Canal. Todavía no había muchos turistas y pocos venecianos. Aprovechamos para hacer todavía más fotos de esta bella ciudad.

T
Mañana dominguera sin tantos turistas




Gran Canal



Todavía no veíamos a los gondoleros 


A la una de la tarde decidimos buscar una pizzería. Esa pausa nos hizo muy bien antes de continuar con el recorrido.



Belleza en cada rincón




El clima empezaba a mejorarse




Tiempo para una pizza.
Con la comida no se juega, niñas.
Ay, no, esta fue la obra del marido



Aretes en forma de máscara veneciana



Entramos a una boutique porque me habían atraído los aretes en forma de máscara veneciana. Me compré unos en rojo. ¡Muy bonitos!



Símbolo de la ciudad, el león con alas



Venecia brillaba



Ahora sí, con frío, pero soleado


El plan era el siguiente. Caminaríamos hasta el Museo Peggy Guggenheim Collection, cerca del Barrio Dorsoduro.  Esto se los platico a continuación, en la siguiente entrada de Aterrizando.


20 años de casados en Venecia. Museo Peggy Guggenheim Collection



¡Hola! Continuó con la entrada anterior y quiero compartir con ustedes la visita al Museo Peggy Guggenheim Collection. El clima de ese domingo 26 de noviembre del 2017, no era malo para pasar el tiempo en un museo, pero este museo es especial, por su ubicación y por su colección. Vale la pena visitarlo.


Terraza del Museo Peggy
Guggenheim Collection


Llegamos hasta el barrio Dorsoduro.   Ya los turistas habían ocupado la ciudad y muchos italianos que hacían sus paseos dominicales. El Museo tiene varias salas. Visitamos la colección permanente. Ahí encontramos obras de Giacometti, Braque, Duchamp, Mondrian, Ernst, Kandisky, Klee, Miró, Moore, Pollock, Léger, Dali y Picasso, entre otros.

De la colección temporal, pudimos observar las obras de Hannelore y Rudolph B. Schulhof. Después fuimos a ver la escultura más famosa de Marino Marini en su jardín, frente al canal.  

El museo en sí es impresionante. Su arquitectura de Palazzo, sus obras, jardines, en fin, pero lo que nos gustó mucho fue la vista de su terraza al Gran Canal, la cual aprovechamos para tomarnos fotos.



Vista desde la Terraza del Museo

Entrada al Museo



Un aterdecer de otoño en la Punta de la Duquesa, en el Palazzo Ducal


Recibimos un regalo especial antes de dejar Venecia. Llegamos hasta la Punta della Dogana, región en la que nunca habíamos estado, justo antes del atardecer.  Empezaba a sentirse el aire frío, pero no nos importó después de tener esa maravillosa vista engalanada de los colores cobrizos de otoño.



Santa Maria della Salute



Llegamos en el momento indicado


Obviamente no erámos los únicos, otros turistas estuvieron ahí. Mi esposo tomó las fotos. Fue así como tuvimos este regalo especial de aniversario que compartimos con nuestras dos hijas. Siempre lo recordaremos en los siguientes aniversarios.




Captamos la ciudad bajo esta luz


Era el tiempo de regresar caminando hasta el hotel. Pronto nos recogería el water-taxi para llevarnos al aeropuerto. Ya no tendríamos tiempo de ver nada más. Sólo entramos rápido a una tienda de recuerditos y listo.



Llegó el momento del viaje. Atardecer en Venecia






Panorámica con sello del IPhone

En el Hotel Ai Riali, recogimos nuestras maletas y el taxi estuvo a tiempo. Era tiempo de regresar a casa, a Suiza.


Venecia, siempre te recordaremos

Hora de volver a casa


Esperamos regresar el próximo año, Dios mediante. Por lo pronto tenemos en nuestra memoria y corazones estos dos días llenos de romanticismo y belleza italiana, la belleza veneciana. Mil gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando.

domingo, 3 de diciembre de 2017

En Venecia, celebrando 20 años de casados. 25,11.2017



Tomamos el Water Taxi hasta el
Hotel Al Riali


¡Hola! En este domingo de blog, les platico sobre nuestro cuarto viaje a Venecia. El tercero para celebrar los 20 años de casados. Hace 13 años viajamos por primera vez con nuestra bebé, en ese entonces. Hoy ella tiene 13 años. En noviembre del 2015 viajamos con nuestras dos hijas por segunda ocasión. Este noviembre del 2017 fue la tercera vez que viajamos todos a esta romántica ciudad.

Precisamente por nuestra hija mayor, no fuimos durante el fin de semana del 11 y 12 de noviembre, como acustumbramos, pues ella tuvo un concierto en donde participaba con su grupo de canto de la escuela secundaria. Lo cual me permitió asistir por primera vez a un Congreso de Fitness en la ciudad de Basilea, Suiza, donde vivimos.

Fue así que el 25 y 26 de noviembre, celebramos nuestro viaje de Aniversario de Casados, el número 20 en esta ciudad mágica de Italia.


Nos levantamos a las 5 de la mañana



El 25 el viaje empezó nuy temprano. Nuestra hija mayor tuvo su último concierto el viernes 24 por la noche. Así fue que no pudimos volar el viernes por la tarde desde Basilea. Por suerte, el sábado 25 había un vuelo desde Zurich, Suiza, a las 7:40 de la mañana. Por eso nos levantamos a las 4:40 de la mañana para llegar puntuales al aeropuerto de Zurich.


Empezaba el fin de semana en Venecia
Aquí estábamos en el Water Taxi






¡Oh Venecia, tú eres tan especial!

Todo funcionó de maravilla. No tuvimos ningún retraso con la aerolínea Swiss. Disframos nuestro chocolate y bebida caliente y llegamos hasta el Aeropuerto de Venecia. Marco Polo. Nuestras maletas llegaron. De todas maneras viajamos con nuestras pijamas, por si acaso nuestras maletas no llegaban.

A las 8:40 llegamos a Venecia. Compramos nuestro boleto para viajar en el Water Taxi. Ese caminito nos encanta. El taxi nos dejó en las puertas del Hotel Al Riali. Nos sentimos como en casa. Por desgracia no pudimos subir a nuestra habitación. Tuvimos que esperar hasta las tres de la tarde, hora oficial de entrada, Pero dejamos nuestas maletas y nos fuimos a disfrutar la ciudad. Lo primero que visitamos, fue el Puente Rialto.




Hotel Al Riali
Nuestro cuarto fue con el balcón con banderitas





Puente Al Rialto
Esta vez lo vimos sin andamios ni reparaciones
Sencillamente hermoso





Agregar leyenda

Nos fuimos a tomar un capuchino al café. Esta vez lo acompañamos con Canolis. Rellenos de crema. Deliciosos. También existen con relleno de chocolate. Una buena manera de empezar la visita en el Cafe Naranzaria.



Canolis





Las Manos de Lorenzo Quinn


Después del café, caminamos y fuimos de nuevo a visitar el mercado del sábado. Ahí nos encontramos con los verdaderos venecianos que compraban su verdura y sus pescados y mariscos fresquecitos.


Su mercado del sábado


Llegamos a la Plaza San Marcos. A su Basílica


En este viaje, llegó el tiempo de visitar la Basílica de San Marcos. Y fue lo mejor que pudimos hacer.

Primero mi esposo tuvo que dejar su mochila en una de las calles aledañas. La fila fue corta. Al parecer no hay muchos turistas en esta época del año. Lo cual nos pareció maravilloso.


Vista desde la Basiíca.
Increíble la Plaza de San Marcos




Interior de la Basílica.
Arte Bizantino

La verdad no puedo describir la emoción de haber conocido el interior de la Basílica. Sus techos cubiertos de mosaicos dorados. Sus esculturas de caballos. Maravilloso. Entramos a una cámara en dónde se guardan los tesoros de la Basílica. Claro, tuvimos que pagar algunos Euros, pero valió la pena. Ver la plaza de San Marcos desde el balcón de la Basílica. Incomparable. Esto hay que hacer al menos una vez. 



Vamos al Acqua Pazza




Plaza de San Angelo

Era la hora del mediodía. Caminamos una media hora hasta llegar a la Plaza de San Angelo.  Ahí comimos por tercera ocasión. No pudimos escoger un mejor restaurante alejado de los turistas. Y efectivamente, nos sentamos con puros italianos. Los turistas llegaban, veían la carta y se iban. Solo los venecianos llegaban, diciendo que tenían reservación. Nosotros tuvimos suerte, porque tuvimos una mesa. Llegamos muy temprano, antes de la una de la terde. Los venecianos comen después de la una, en grupos familiares, o con los padres. No puedo describir esa emoción de comer un a bruschetta que sabe a sol, los tomates madurados bajo el sol de italia. Sencillamente puro. Nada de conservadores, con aceite de oliva.



Pasta a la Norma. Con Berenjena
En el Acqua Pazza


Hora de regresar al Al Riali


Cuarto en Al Riali







El Hotel Al Riali nos consentía


Caminamos una media hora hasta el hotel, Dificil resistir las tiendas, pero queríamos dormir antes de ir a la cena. Despertarse antes de las cinco de la mañana, empezaba a mostrar sus consecuencias. Sí, el cuarto estaba hecho. Nos esperaba el prosecco para celebrar. El hotel nos lo incluía en nuestra cuenta.  Nosotros dormimos, las hijas solo descansaron. La cena nos esperaba. Era tiempo de despertar y arreglarse para cenar en el Ristorante di Mario alla Fava.


Nuestros meseros


Burrata




Mi espagueti de la casa con carne
molida de cordero.
Como si lo hubiera hecho la nonna de Mario

La velada fue de maravilla. De ensueño. Nuestra hija mayor estuvo de mal humor. No durmió como nosotros. La mayor se portó muy bien. Pero qué importa. Por ellas somos familia. Celebramos los veinte años de casados y les agradecimos mucho que nos acompañaron hasta esta bella ciudad. En lugar de dormir, nuestras hijas se despertaron temprano, se bañaron y viajaron una hora desde Basiliea hasta Zúrich, Suiza. ¡Qué agradecimos estábamos de festejar con ellas estos primeros veinte años!




Desde la Calle dei Stainieri alla Fava


Y así se acabó el día. Caminamos dos minutos hasta el hotel y dormimos inmediatamente. Todavía nos quedaba un día largo para visitar Venecia. ¡Gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando!