jueves, 14 de junio de 2018

Enamorados de Santorini. Mayo 2018



Vista desde el avión de Volotea

¡Hola! De regreso en Aterrizando para contarles sobre nuestra visita a Santorini, Grecia, el 11 de mayo del 2018.

Llegamos antes del mediodía. De un vuelo desde Atenas, con Volotea. En esta ciudad estuvimos dos días antes de llegar a esta isla.

Descubrienedo la isla

Conociendo Oia


Al llegar a esta isla, buscamos a la persona que nos llevaría hasta un complejo turístico llamado White Pearl. El camino hasta ahí fue interesante. Descubrir la vegetación y ver las maravillosas vistas del Mediterráneo.



Llegamos a White Pearl



Una chica del grupo nos explicó todo lo que necesitábamos saber durante nuestra corta estancia. Era sábado y volaríamos el lunes, que sería libre en Suiza. Como ven, era un fin de semana largo, celebrando el Pentecostés.


Sombra en la terraza durante ese mediodía


Descansamos y nos pusimos ha tomar muchas fotos. Después fuimos a conocer el pueblito de Oia, en dónde estábamos.

Descubrienndo el lugar



Quisimos ir a comer y encontramos un lugar con una bonita vista. El restaurante Thalassia. Deliciosos los platillos griegos.




Souvlaki




Típica vista en Santorini



Hora de tomar el sol


Después de recorrer el lugar y visitar algunas tienditas, regresamos a la casita de White Pearl. A partir de ese momento fue tiempo de tomar el sol. Y entrar un poco al jacuzzi.


Quiero volver a Santorini



Iglesia de Panagia


¡Y nos llenamos de sol y de color! Y era el tiempo de ir a la sombra. Nos arreglamos y preparamos la mesa para comer unas aceitunas griegas y un proseco. Y claro, ¡para tomar fotos de un atardecer en Santorini!



Hora del aperitivo y de esperar el atardecer


El aperitivo para disfrutar el atardecer



Y pensar que aquí estuvo un volcán





La casita de White Pearl




Las ruinas del castillo Bizantino, uno de los
lugares favoritos de los turistas para ver el
atardecer en la isla




Y llegó. Uno de los más bellos atardeceres que he visto


Bajando al puerto para cenar en Ammoudi´s Fish Tavern
Después de hacer fotos y tomar el aperitivo, nos fuimos bajando las escaleras hasta el puerto. Estas escaleras son famosas, porque los turistas que llegan a Oia por barco, pueden pagar unos 5 euros por subir en burritos. Es algo muy típico, También se puede tomar un taxi y en 5 minutos se llega hasta el puerto. Pero no, mi esposo quiería caminar. Y fue una buena idea, aunque yo fui mui lenta porque iba en sandalias. Pero lo logramos. Subirlas fue más relajado. Además, yo no me podía dar el lujo de resbalarme. ¡Todo por mis clases de Zumba!



Bajando las escaleras hasta el puerto



El pescado, olvidé cuál fue

En el puerto de Oia, llegamos al restaurante que mi esposo había reservado por internet. Sí, se pagan 30 euros por adelantado, con tarjeta por la mesa. Me imagino que muchos turistas reservan y no llegan al restaurante.



De regreso a la casita, en el escalón
número 200

En el restaurante escogimos nuestro pescado del día. Los tienen en el mostrador en hielo. El mesero nos explicó cómo era el sabor de cada uno. Y bueno, la recomendación fue estupenda, pero ya no recuerdo cuál fue el que escogimos.


El puerto de Oia


Después del postre, Loukoumades, una especie de profiteroles con miel, pagamos y regresamos subiendo las escaleras hasta nuestra casita de White Pearl. El día terminaba, ya todos los turistas habían dejado la Oia. Muchos llegan en crucero y recorren la isla por el día. Y era nuestro turno de ir a la cama y descansar para disfrutar el día nuevo. ¡Mil gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando!

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