viernes, 29 de septiembre de 2017

Visitando Zermatt después de 6 años


¡Hola! De regreso en este Aterrizando para contarles la visita de fin de semana al cantón de Wallis, en Suiza. Esta vez visitamos la ciudad de Zermatt, famosa por su montaña Matterhorn. Era el 8 de septiembre del 2017.


Así lo vimos el Matterhorn el viernes por la noche.
En español es el Monte Cervino


Llegamos a Kandensteg desde Basilea. El viaje en auto, siempre tiene una curiosidad para llegar hasta Zermatt. En  Kandensteg el auto se transporta en trenes hasta Täsch. Los pasajeros viajan dentro de su vehäiculo en un tren especial para transportar autos y camiones. Al llegar a Täsch, que esta está a unos 5 kilómetros de Zermat, se tiene que tomar un taxi hasta Zermatt porque no está permitido ingresar a la ciudad con autos. Estos taxis llegan a unos cuantos metros de Zermatt.. Después, el viaje se continúa con unos miniautos de carga que son eléctricos. También son taxis. O cualquiera puede ingresar a la ciudad a pie o en bicicleta. O se puede llegar directo en tren. Pero los autos están prohibidos.



De un tren a otro. Trenecito desde la
estación hasta el Hotel Riffelalp Resort


En el desayuno del sábado



En nuestro caso llegamos muy temprano para continuar el viaje hasta el hotel Rifelalp Resort, tuvimos que esperar dos horas pues el viaje lo continuaríamos por tren. Desde este hotel, tendríamos una súper vista del Matterhorn. Sí la tuvimos, pero por minutos, después les cuento por qué.


En los alrededores del Riffelalp, por la mañana


Teníamos dos horas de espera, así es que nos quedamos a cenar en el Hotel Derby. El tiempo se pasó volando y en un dos por tres, ya estábamos en el tren. Llegamos casi a las 10 de la noche. Nos registramos y fuimos a dormir.



El sol salió, pero no vimos el Matterhorn



A la mañana siguiente, nos esperaba el desayuno, y la lluvia. Así es que el resto del día lo pasamos descansando en el cuarto y en la pisicina del hotel al aire libre llena de agua calientita.




Vaquitas frente al cuarto




Empezaba a llover ...


Desgraciadamente llovió toda la tarde. Este fue el motivo por el cual no salimos de excursión. Al parecer un frente frío y con nieve se acercaba a la región.  Estuvimos tristes por no haber visto la impresionante montaña, pero todavía teníamos un día en el hotel. La esperanza nunca muere.




Postre en la cena


Por lo pronto era la hora de la cena. No fuimos a la ciudad y mejor nos quedamos a cenar en el restaurante italiano del Riffelalp, al, Bosco. Desde nuestra mesa vimos caer la nieve.


Empezaba a nevar mientras cenábamos



çY así acabo la visita a esta región por ese día. Todavía nos quedaban algunas horas por esta región. Pero esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Gracias por leerme y hasta la próxima!

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