Carmel, un lugar en donde las casas no tienen número

¡Hola! Regresando con ustedes para platicarles sobre Carmel. Un lugar muy especial en California.

En la Playa de Carmel by the Sea

No tiene el calor del Caribe, pero es hermosa

Era el 20 de julio y regresábamos del paseo a l puerto de Monterey, como les platiqué en la anterior entrada. Encontramos uno de los últimos lugares en el estacionamiento público de Carmel.  Lo primero que hicimos fue visitar su playa. El sol enmarcaba a los vacacionistas que disfrutaban del fresco, pero puro aire del Pacífico. Deseamos quedarnos un poco más, pero no teníamos mucho tiempo. Un día regresaremos con menos prisas a este lugar. Ese es nuestro deseo.



¿Casas sin número?

Me imagino que sin número no llega el cartero
tan fácilmente. Quizá tengan apartados postales

Carmel es famoso por sus casas sin número. Probablemente porque aquí viven muchos famosos. Como Clint Eastwood, quien fuera alcalde de la ciudad.
 Carmel tiene tienditas muy interesantes. Especiales para el turista. Se consigue desde libros hasta calcetines con la imagen de Frida Kahlo. Hay cafés, restaurantes y tiendas especializadas en la venta de jabones. Otro motivo para regresar.

Estas plantas de sábila las encontramos
en el jardín del Cypress Inn

Cypress Inn

Ultima noche antes de ir a San Francisco



La visita a Carmel termino. Esa noche nos esperaba una cena en el California Market, del Hotel Hyatt Carmel Highlands. Nos pusimos guapos y nos apuramos para ver el atardecer desde la ventana en la mesa que nos asignaron. Estuvimos muy agradecidos por el buen lugar.

De regreso en el hotel

Muy tranquilizante tener esta vista

La cena estuvo deliciosa. Me gustó mucho mi platillo. Salmón con elote y calabacita, como la receta de la carne de puerco en México. De postre tuvimos un pedazo de pastel de chocolate para compartirlo los cuatro. No fue necesario y no estuvo tan maravilloso.

La cena, salmón cocinado con elote y
calabacita, como la carne de ¡puerco en México!

Se llegaba el momento

En fin, lo importante era estar juntos y disfrutando el atardecer. Y así lo hicimos. Por la mañana preparamos nuestras maletas para ir a San Francisco, pero antes, hicimos una pausa en el recorrido turístico del camino 17 Mile.

De este precioso atardecer

Pero esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Muchas gracias por leerme y hasta la próxima!