Llegamos a una de las siete tumbas imperiales de Huê, la de Dong Khahn |
Seguía nuestro camino por Vietnam. El cuatro de marzo llegamos a la Tumba del Emperador Dong Khahn, en Huê, Vietnam. Antes habíamos visitado la Ciudadela de Huê. Habíamos reservado un taxi del Hotel Banyan Tree por un día, así es que debíamos de aprovechar la oportunidad de conocer el país.
Al llegar a la Tumba, nos acordamos un poco de Bali, por el material de construcción. El material es una especie de cemento oscuro. Las estatuas de sus guardianes fueron hechas de terracota. Es impresionante suber a la colina donde está la tumba y ver estas figuras de terracota haciendo guardia al emperador. Son unos mandarines.
Los mandarines que lo vigilan, hechos de terracota |
La tumba tiene mucha influencia francesa. Por un momento pensé que estaba en Versalles. Demasiado oro custodiándolo.
Hermosas vistas desde la tumba |
El emperador Dong Khahn. Se nota la influencia francesa |
De cerca |
El emperador murió a la edad de 25 años. En Huê existen otras seis tumbas de emperadores. Por cuestiones prácticas decidimos visitar esta. Lo especial de esta tumba, es que proporciona al visitante una excelente panorámica de Huê. El detalle de su interior es perfeccionista. El oro predomina y los muebles al estilo imperial francés.
Un sandwich de helado en forma de pescado |
Al terminar la visita, fuimos a la tiendita dentro de la Tumba y compramos un sandwich de helado estilo vietnamita. Fue refrescante, aunque debo decir que hemos probado mejores. Pero no nos quejamos, fue delicioso en el calor del mediodía.
El taxi nos esperaba para la siguiente atracción |
La Pagoda Thien Mu al lado del Río del Perfume
Fue muy cómodo viajar con el taxi. La próxima parada era la Pagoda Thien Mu. Esta pagoda se encuentra en un monasterio budista. Es impresionante llegar y ver el templo de la pagoda. Pero lo más impresionante es caminar al lado de la misma, sobre el Río del Perfume.
Las leyendas cuentan que el origen de su nombre se debe al polen de las flores que caen en el río. O bien, porque por él navegaban maderas muy finas que aromatizaban su cuenca.
La Pagoda Thien Mu |
Después de comprar un sombrerito de paja muy mono, regresamos al taxi para continuar el viaje. Esta vez no haríamos una parada para ver otra atracción. No, fuimos de regreso al Hotel Banyan Tree. Nos esperaba una hora de camino para viajar de Danang a Lang Co.
De regreso a Lang Co |
El camino fue muy interesante. Realmente fue largo, por las leyes de velocidad. En Vietnam la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora por la gran cantidad de moticlistas que circulan en sus calles. Una muy buena medida preventiva.
Las calles de Danang. Aquí, uno de sus habitantes con el típico sombrero para protegerse del sol |
Esa tarde nos esperaba una tarde de piscina, para regresar al restaurante Water Court. Mañana sería nuestro último día completo en Lang Co. Esto se los contaré en el próximo Aterrizando.
El atardecer en Lang Co |
Ese día siempre lo recordaremos por la belleza de su clima y las interesantes experiencias culturales que vivimos en Danang. Nuestro deseo es regresar pronto a Vietnam para seguir maravillándonos de este país. ¡Mil gracias por leerme y hasta el siguiente Aterrizando!
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