El Bund, desde el hotel |
La visita a la Torre Jin Mao, fue la actividad que iniciamos ese día en la mañana. Eso se los platiqué en mi anterior entrada de Aterrizando. Todavía teníamos mucho tiempo esa tarde, antes de regresar a Basilea, Suiza, en dónde está nuestro hogar.
Visitando la piscina
¡Y se llegó el día! El 15 de octubre fue nuestro último día entero para disfrutar la ciudad de Shanghai. El tiempo pasó volando, pero tuvimos muy bonitas experiencias. ¡Hola! Estoy de regreso este jueves para platicarles sobre este viaje.
En la piscina del Ritz Carlton |
Hora del té en el flair
Tea time en el Flair |
El programa del día continúo con una visita al bar-restaurante del hotel, Flair. Ahí habíamos reservado la Hora del Té. Imposible irse de Shanghai sin seguir tomando su buen té. Llegó en un momento y eso sí, bien caliente. Nos entretuvimos en la espera, contemplando las bonitas vistas de la ciudad, estábamos en el áre de Pudong.
La Torre Pearl |
Antes de regresar al cuarto, nos dimos una vuelta por la terraza del Flair. El clima ya no era el mismo de soleado, como cuando llegamos a la ciudad, 9 días antes. Por suerte sin tanto frío. Desde la terraza tuvimos unas bonitas panorámicas de la Torre Pearl y de toda la ciudad.
Hora de dar la última vuelta por Pudong
Barcos en el río Huangpu |
Después de un pequeño descanso, regresamos a la ciudad a caminar los últimos momentos en esta ciudad.
Desde que me fui del cuarto, extraño esta vista de la Torre Pearl |
Por suerte se puede caminar muy bien en la ciudad |
En nuestro recorrido por tantos edificios de compañías, encontramos una tiendita con productos chinos y de otros países. Ahí compramos una salsa de chiles llamada black pepper sauce. Me encanta, aunque están súper picositos.
La ciudad se embellece por la noche |
Claro, también había queso suizo en la tienda internacional |
Agregar leyenda |
En esta tienda encontramos muchos productos alemanes y hasta queso suizo. Al parecer, para todos los de estas nacionalidades que radican en Shanghai.
Conociendo el Congee
El Congee hecho especialmente para mí |
Esa noche decidimos regresar al hotel y cenar ahí mismo. Y fue una súper idea, porque esa noche pude probar el platillo chino llamado congee. Este platillo está hecho a base de avena, como un atole. Es salado y se le agregan mariscos y pescado. Bueno, el mío estuvo delicioso, aunque mi esposo y nuestras hijas no quisieron probarlo. Lo comería de nuevo.
De postre, tuvimos un pastelillo de chocolate, especial para el gusto europeo.
De postre, este pastel de chocolate para el cliente europeo |
La noche terminó con una copita de vino rojo, para nosotros dos, cuando pusimos a las hijas en la cama. No estábamos muy lejos de ellas, porque estábamos en el área del lounge. Dos pisos bajo el nuestro.
Así acabó nuestra aventura por este país asiático. El 16 saldríamos con destino a Basilea, Suiza, temprano por la mañana. Esperamos regresar un día y descubrir nuevas atracciones en esta ciudad que se le está adelantando al futuro. Mil gracias por leerme y hasta el próximo Aterrizando.
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