Este viaje lo realizamos del 11 al 13 de noviembre. Viajamos con Easy Jet desde Basilea, Suiza, por la tarde y llegamos antes de que anocheciera en Venecia. Alrededor de las 5 de la tarde llegamos al Aeropuerto Marco Polo. Nos llevamos una gran sorpresa, al ver que la renovación que vimos en el 2015, ya había sido terminada.
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En el corredor para llegar a la terminal ya renovada |
Al aterrizar y después de recoger nuestras maletas, compramos nuestro boleto para viajar en el water taxi. Es una inversión que vale la pena hacer, pues es toda una experiencia viajar por la laguna de Venecia.
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Este fue nuestro taxi |
Sorpresa, el water taxi se descompuso
Curiosamente a unos cuantos minutos de haber zarpado, nuestro chófer nos dijo que la unidad estaba averiada y que viajaríamos en otro taxi. Esto no nos gustó, porque nos dejó la sensación de que habíamos sido engañados para que volvieran a vender la unidad. En fin, después de unos 5 minutos, llegó el siguiente con otra pasajera suiza que había viajado con nosotros. Esto fue quizá un engaño, pero bueno, esto no nos iba a echar a perder nuestro romántico fin de semana en Venecia.
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Y nos pescó la lluvia en el water taxi |
De todas maneras disfrutamos el viaje por la laguna. al entrar al Gran Canal, nos dimos cuenta de que la lluvia nos daba la bienvenida. En fin, no nos pondríamos tristes, mañana sería otro día. Por lo pronto teníamos muchas cosas qué hacer, como llegar al Hotel Ai Riali y recorrer la ciudad antes de cenar en nuestro restaurante favorito, Mario alla Fava.
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Así nos recibieron en nuestra habitación del
Hotel Ai Riali |
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Así encontramos la Plaza de San Marcos |
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Y la Campanilla y la Catedral |
En el Hotel Ai Riali encontramos a los mismos empleados del año anterior. Llegamos a la habitación y encontramos de sorpresa una botella de Proseco, cortesía del hotel.
Descansamos un poco y nos fuimos a caminar con nuestras dos hijas. Esa noche llegamos empapados al restaurante Maria alla Fava. Antes caminamos un poco por la Plaza de San Marcos. Había pocos turistas, protegiéndose con las sombrilas de la lluvia. Esa noche rezamos por un sábado con sol.
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La Ensalada Caprese |
En el restaurante nos encontramos de nuevo con su dueño y el mismo personal. Era como regresar a casa. Este restaurante nos encantó en el 2016. La comida es maravillosa, como si la preparara la abuela italiana.
Esa noche probamos un Chianti Clasico, el Castello di Cacchiano. Tomamos también una ensalada Caprese, una ensalada de pulpo, un risotto con camarones y una carne de res con calabacita. Y de postre un pastelito de chocolate y un profiterol. Nuestras hijas disfrutaron de un espagueti a la boloñesa.
Esa noche disfrutamos al máximo, a pesar de la lluvia. Nuestras chaquetas llegaron empapadas al hotel. Pero después nos fuimos directo a dormir. Todo estuvo perfecto. Nos dio mucha pena acordarnos de los atentados terroristas en París. Tanta tristeza por una tontería. Eso nos entristeció en el 2015. Ya había pasado un año de la tragedia. La noche termino para nosotros en paz, ojalá así fuera en todo el mundo, ¡Mil gracias por leerme y hasta el próximo Aterrizando!
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