Hotel Shangri-La |
Nuestra visita duraría tres días en esta isla. Nos quedamos en el Hotel Shangri-La, orientado totalmente a familias. Nos encontramos a visitantes del país y sus famosos Expats, es decir, personas de otras nacionalidades que se encuentran trabajando en Singapur.
¡Bienvenidos! |
El hotel tiene una playa y está en el área de Siloso. De nuevo disfrutamos el calor asiático. Llegamos el 28 de febrero por la noche. A la mañana siguiente, nos fuimos a desayunar tranquilamente. El día lo empezamos con un recorrido a pie desde nuestro hotel hasta los Estudios Universal. Nos fuimos caminando por todo el malecón. Al llegar, nos impresionó la estatua de Merlion, el símbolo de Singapur, de 37 metros de altura.
Merlion |
En malayo, Sentosa significa tranquilidad, y vaya que si la hay. Claro, los jóvenes visitantes pueden disfrutar la vida nocturna en sus innumerables discos y bares, pero también se encuentra esa falta de prisa por todos lados. Un lugar ideal para vacacionar sin preocupaciones. Sentosa ofrece muchas atracciones, especialmente sus Universal Studios, al estilo Hollywood.
Refrescante fuente |
Lo primero que hicimos fue subirnos a la Torre Tiger Sky, con lo cual tuvimos un hermoso panorama de la isla. La torre-elevador, nos recordó a la misma que está en el Europa Park de Rust, Alemania. La Tiger Sky Tower, también está construida por la misma compañía alemana. Lo interesante de este tipo de torres, es que son giratorias.
Monorail |
¡Hola Amigos! |
Vista desde la Torre Tiger Sky |
¡Hasta en español nos cantaron! |
Ya en el hotel, fue tiempo de piscina y de playa. Nuestras hijas disfrutaron el espectáculo que los monos de la región organizaron. Resulta que el hotel está ubicado en una región muy verde, con frondosos árboles, que parecen ser su habitat.
Desde la refrescante piscina, hemos visto como los monos se apropiaban de las terrazan en los cuartos más altos. Algún que otro turista, se arriesgaba a recoger sus pertenencias que habían dejado en la terraza, antes de que los monos lo hicieran.
El día terminó con una deliciosa cena en el restaurant, estilo bufet. Cenamos en la terraza, amenizados por un grupo que nos deleitó con sus canciones, hasta en español.
A la mañana siguiente, continuaríamos el viaje, rumbo a Dubái, para hacer una escala de dos días, antes de regresar a Basilea, Suiza. El tiempo siempre es corto, cuando uno lo disfruta. En fin, adiós Sentosa.
A ustedes les deseo una buena semana. ¡Y hasta el próximo Aterrizando!
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