viernes, 22 de marzo de 2013

Los 130 koalas



Muelle frente al Parque Reina Elizabeth


Nuestro  segundo día en Australia, comenzó para mí a las cinco de la mañana, cuando desperté. El cambio de hora no fue tan drástico y lo bonito fue que pude ver el amanecer, con un hermoso sol que saludaba este lado del hemisferio. ¡Buenos días verano!



El río Brisbane, sin cocodrilos


El resto de la familia se levantó un poco más tarde. Después nos fuimos a desayunar a las siete de la mañana al restaurant del hotel. Ese día, domingo 10 de febrero, iniciaríamos un programa dedicado a nuestras hijas, y bueno, también para nosotros. Iríamos a un parque de koalas. Caminanamos del hotel Quay West, hasta el Parque Reina Elizabeth, cerca del Puente Victoria. Esperamos en el embarcadero de los Cruceros Miramar para esperar nuestro barco hasta el Lone Pine Koala Santuary. Un verdadero santuario de Koalas y otros animales representativos de Australia.


Durante el recorrido escuchamos datos históricos sobre la ciudad. En especial sobre el color café del Río Brisbane. Este es café, porque el río cambia 4 veces al día de dirección, con las corrientes, la tierra del fondo sale a a la superficie.  Y no, a pesar de que puede pensarse de que en este río hay cocodrilos, uno de los animales típicos de este continente, no, no hay. El agua del Ríó Brisbane es muy fría para que puedan sobrevivir. ¡Por suerte!


El barco de los Cruceros Miramar


Llegamos con el sol del mediodía. Compramos nuestros boletos y la aventura Koalas estaba iniciando con el área de Kindergarden. Sí, vivos a los primeros koalas chiquitos del parque. ¡Sólo faltaba la maestra!


Los koalas del jardín de niños


Esperamos unos minutos antes de que iniciara el primer show de la tarde. Este sería una explicación sobre la vida de los koalas en Australia. Demasiado triste, porque la población se ha reducido considerablemente.


¿Escuchando? O más bien esperando
el almuerzo


Viven cerca de las autopistas y este también es un problema, porque algunas veces son atropellados. Lo mismo pasa con los canguros. Todos tenemos en mente, al koala cansado, e incluso dormido, en los árboles de eucalipto. Y ahí radica la respuesta de su conducta pasiva. Su alimentación saludable y de pocas calorías, los inhabilita para que lleven una vida más activa. Por eso duermen la mayor parte del día. Además, son animales que no toman agua. ¿Cómo?, sí, las ojas de eucalipto los hidratan. También, no hay que olvidar, que los koalas no son osos, sino marsupiales.



130 koalas bien atendidos por expertos 



La función terminó y llegó el turno de que nuestras hijas se formaran para cargar un koala en la sesión fotográfica, que no era gratis. Pero vale la pena pagarla.


Muy atento este dragón de agua


Llegó la hora de la comida y la hicimos en la cafetería del parque. Ahí vimos la galería de los famosos, en los que destacaba la foto de su santidad Juan Pablo Segundo. Antes de continuar el paseo, compramos dos bolsas de comida, especial para los animales del parque. Las niñas estabana muy emocionadas porque le daría de comer a los canguros.



El jefe


En el área dedicada a estos marsupiales, era la hora de la siesta. No vimos canguros muy activos, pero si un poco curiosos. Nos fuimos a visitar a los pequeños y sí, dedicamos mucho tiempo a estar con ellos. Vimos al jefe del grupo. Grande, pero gracias a dios en la siesta.


Ellas, fascinadas en darles de comer


Para nosotros fue agradable estar bajo la sombra de los árboles del parque. Ya era mediodía y nos dio gusto caminar bajo el sol de australia, pero en la sombra.


En el parque se puede comprar comida especial
para ellos

Además de los koalas, vimos emus, cocodrilos, demonios de Tasmania, wombats, dingos y ornitorincos. El parque es enorme y cada especie tiene suficiente lugar. Los demonios son como los pintan. Me acuerdo de las caricaturas de Bugs Bunny, y sí, son medios malhumorados. Vimos cuando las encargadas trataban de darles de comer. Les hablaban de lejecitos, pero no, no salían de sus escondites. Ninguna entraba a su habitat. Por algo será. El parque Lone Pine, tiene sólo dos cocodrilos. También vimos en el show del mediodía, un águila de esta continente. Quienes se llevan el show en este lugar, son definitivamente los koalas y los canguros.


¡Lindos!


La visita fue muy agradable, sólo tuvimos que esperar unos 20 minutos en la sesión fotográfica con los koalas, pero hasta eso fue interesante, porque mientras esperamos, pudimos ver a los turistas valientes que se fotografiaron con serpientes. No, nosotros no, preferimos a los koalas.

Por desgracia, nos dimos cuenta que los dingos son los animales olvidados en Australia. Será porque en verdad son un peligro, un animal salvaje que está muy cerca de la civilización. No le hacen mucho caso, ni promoción en el parque.


¡Guapo este wombat!


El regreso a la ciudad lo hicimos en taxi para ahorrar tiempo y poder aprovechar la tarde en Brisbane.  Descansamos un poco, con una siesta y nos preparamos para ir a cenar a un restaurant de carne asada, el mejor del continente australiano, según nuestros libros sobre Australia. Cha Cha Char. Lo especial de este restaurant, fue ver desde el restaurant, el Puente Story iluminado.


Demonio de Tasmania: tuvimos suerte de ver algunos
sin que se escondieran



Todos estuvimos contentos. Nosotros con los cortes de res, y las hijas con su fish and chips, que como les había dicho, uno de los platillos por excelencia en Australia, como en Inglaterra. No pedimos postre, ni café ni té. Yo sólo quisé probar un té mexicano, mexican dreams, pero sería para otra ocasión, porque nuestra hija menor se quedó dormida en la mesa, en la silla, recargadita. Ella es especialista en dormir así.



Lone Pine Koala Santuary


Pagamos y nos fuimos como Cenicienta antes de la última campanada. Fue entonces cuando volvimos a escuchar esos ruidos de la noche anterior. ¡Dios mío! ¿batman? Para nada, eran murciélagos gigantes. Los llamados fliyin foxes. Frente a nuestro hotel estaba el Jardín Botánico, y este es su hogar.  Lo trágico de su vida en Australia, es que viven cerca del río, y duermen en los árboles de los manglares. Cuando están bien dormidos, pueden caer algunas veces al agua y se ahogan. Nadie los puede salvar.



Dingos, los olvidados del parque


Y ahí estaban volando a nuestro alrededor, bajo la luna llena. Nuestro cuarto estaba en el piso 15 y nos tocó ver algunos volando. No tenemos fotos de ellos, pero fue una experiencia verlos en Brisbane.



El Puente Story, parte de la cena en el Cha Cha Char


Todavía recuerdo la segunda noche en Australia. Estábamos cansados, pero felices de haber vivido de cerca la experiencia con la fauna de este continente. ¿Qué les puedo decir de su gente? Si por algo los australianos son famosos, es por su carácter. Siempre nos encontramos a gente muy simpática a nuestro alrededor. Definitivamente el clima forma a la gente.


Quay West


En fin, mañana iríamos rumbo a Sydney, pasando por ciertos puntos turísticos entre ella y Brisbane. No nos queríamos ir, queríamos seguir disfrutando de la ciudad y su amor por vivir bajo el calor del verano. Paseando, remando, manejando bicicleta o chapoteando en su playita. Por lo pronto, a dormir, que mañana iríamos al aeropuerto para recoger nuestro carro de renta y manejar por las carreteras en Australia. ¿Veríamos koalas y canguros? Ojalá, y ahora me despido de ustedes, que tengan buen fin de semana y hasta el siguiente Aterrizando en donde les contaré la aventura en Byron Bay.

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