martes, 5 de julio de 2011

Malasia, ¿un Déjà-vu?

Si yo les contara de dónde se nos ocurrió la idea de viajar a Malasia, no me lo creerían. Una de esas noches  en las que mi esposo andaba de viaje, me acurruqué en mi sillón y muy interesada presencié una edición más de Españoles en el Mundo, uno de los mejores programas que en mi opinión Televisión Española tiene.


Las Torres Petronas, el orgullo Malayo


A su regresó, le conté fascinada sobre Kuala Lumpur, la ciudad emergente en la selva, rodeada de culturas diferentes y de modernidad. Las Torres Petronas me habían dejado boquiabierta, así como las bellezas naturales en el interior del país. Le animé a que viera el programa por internet, en la sección A la Carta, de TVE. Pero hasta ahí quedó. Vinieron otros programas y por supuesto, llegaron las vacaciones de invierno. Todo mundo se alegra de un descanso y empezamos a planear unas vacaciones por segunda vez a Hong Kong, que tanto nos habían gustado el año pasado.

Y así se dedicó a buscar vuelos y hoteles, entre otras cosas. Ya queríamos huír del frío en Suiza y volar hacia el otro lado del mundo, dónde sí hubiera cálidez en las temperaturas.
- Te tengo una sugerencia, me comentó muy ánimado. De Hong Kong se puede volar fácilmente a Kuala Lumpur, y de ahí a una playa. No niego que la precupación me invadió y pensé en la salud de las hijas. Malasia se me hacía muy exótica para sus cuerpecitos acostumbrados al frío. Y ni qué decir de las enfermedades contagiosas. En fin, después de escuchar un no te preocupes, ya me informé, como unas diez veces, le di un rotundo ¡sí, vamos!


Vista del parque desde el hotel


En este blogg les conté ya del viaje a Hong Kong y de nuestra llegada a Kuala Lumpur.
Ala mañana siguiente, cuando salimos del hotel y caminamos por los alrededores de la ciudad, no dejó de invadirme esa sensación de un casi Déjà-vu gracias al medio de comunicación español. Las Torres nos acompañaron en nuestro sueño, pues se veían desde la ventana del hotel, pero salir esa mañana y empezar a recorrer un poco la ciudad, fue un poco curioso, porque antes de ver la producción española, ni se nos había ocurrido atravesar el continente en dónde vivimos y visitar Malasia. Pero ahí teníamos la cultura malasia frente a nuestros ojos. Obviamente el calor, que tanto deseábamos y el sol.

Lo primero que visitamos fue un parque a los pies de las Torres Petronas, y valga lo cursi, todo un oasis en la ciudad. El panorama verde alberga a muchas especies de flora y fauna. Sí, fauna, pues en muchos parques de Kuala Lumpur, los macacos proliferan en sus árboles y le dan ese carácter exótico a la ciudad. Deseamos ver de lejos a alguno, pero creo que las autoridades se han encargado de tener a estos animalitos un poco lejos de la vida urbana, pues se les considera una plaga que ha perdido el miedo del hombre.


El Centro Comercial Suria


En fin, en este parque, ubicado frente al centro comercial Suria, nuestras niñas disfrutaron el paraíso de los juegos infantiles. Al lado de estos, está una minipiscinita para chicos y grandes, quienes pueden refrescarse en el bochorno de la selva de Malasia.También el parque ofrece un espacio para los amantes deportistas con pistas especiales para corrrer.

Después de caminar por el área verde, entramos a uno de los centros comerciales más grandes de Asia. Suria.  6 pisos de tiendas y atraccions co todas las marcas internacionales. Malasia ofrece a su visitante un turismo de compras, pues los precios son mucho más accesibles que en otros países. Su moneda oficial es el Ringgit. Y bueno, sí ya estábamos ahí, había que aprovechar si se comparan los precios en Hong Kong, dónde habíamos estado un par de días antes.


La familia en Aquaria


Pero antes de darle rienda suelta a nuestros impulsos consumidores, entramos a comer al restaurant Chili's. Para recordar un poco nuestras visitas a este restaurante en México. Además, no se encuentran muchas sucursales de esta cadena norteamericana en el mundo. Así es que teníamos qué aprovechar.

En Kuala Lumpur estaríamos dos días, ese día tratamos de aprovecharlo al máximo y visitamos con las niñas el Acuario que está en ese mismo centro comercial, Aquaria, dónde pudimos ver las especies marinas del ecosistema malayo.

Después de la visita, nos dimos a la tarea de explorar un poco la ciudad a pie. Caminamos hacia la Oficina de Turismo de Malasia y conocimos el tráfico en esta ciudad. También entendimos por qué mucha gente no camina, y es que hay muy poca banquetas que lo permitan. Obviamente las motocicletas son un medio importante de transporte y se ven como si fueran moscas por todas sus calles.


Las Torres vistas desde la Oficina de Turismo

Al llegar a las oficinas, nos encontramos con todas las posibilidades que el viajero puede realizar en este paradisiaco país. En pocas palabras, el encuentro con la selva. Quien se interne en ella, podrá ver todos sus secretos, y hasta conocer al temible Tigre de Malasia

Nosotros nos habíamos decidido antes por una opción tranquila, Lankawi, ciudad de la cual hablaré después.

En Madam Kwans


La caminata nos abrió el apetito y esa noche era una obligación. Buscar un restaurante de comida malaya. Y bueno, no batallamos mucho para encontrarlo, pues en el Centro Comercial Suria, estaba el restaurant Madam Kwans. Creo que la comida en Asia proporciona al turista una explosión de sabor cuando la prueba. Ya queríamos conocerla.

Llegamos temprano a Madam Kwans y nos otorgaron una mesa sin problemas. Nuestras hijas prefirieron un platillo tradional del menú infantil, espagueti a la boloñesa, algo que siempre deja contentos a sus paladares. En cambio nosotros, tuvimos un encuentro con Nasi Lemak, el platillo más representativo malayo.


Nasi Lemak


Esta comida está compuesta de arroz bañado en leche de coco, nuez tostada y pollo en una salsa de chile y otros condimentos. La fruta es parte de este platillo, como el mango. Dos elementos son importantes también, los pepinos y el huevo, que puede ser duro o estrellado.

Para mi gusto, este último ingrediente se puede dejar fuera. Buen provecho, fue una deliciosa comida. Mi esposo trató otro platillo,  el chicken Rendang, un tipo de curry. También delicioso, pero un poco más picante. 

Explanada del Centro Comercial

La noche terminó con un paseo en el parque. Así contemplamos también las Torres Petronas iluminadas. El calor ya no era sofocante y fue muy agradable pasear bajo una noche de verano en Asia.

Las Torres de noche

El día siguiente nos esperaba e iríamos a conocer un poco más de la ciudad, aunque los pronósticos del  el clima no se veían nada favorables. Tendríamos un encuentro con la lluvia en el paraíso tropical. Tanto calor se puede soportar con un poco de lluvia.

Hasta mañana Malasia.

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