El Monte Otemano, en el camino del cuarto al restaurante para desayunar |
¡Hola! De regreso en Aterrizando para compartir con ustedes nuestro segundo día en Tahiti, en Bora Bora.
Era el 6 de marzo. El día anterior habíamos llegado desde Los Angeles. Nos estábamos hospedando en el Hotel Intercontinental Resort Thalasso Spa. Muy largo el nombre completo. Pero nos estaba gustado al máximo.
Ella preparándose para ir a ver peces en la laguna del hotel |
Después del desayuno, no tuvimos una tarea diferente más que asolearnos y disfrutar de la piscina. Para mi esposo e hijas la diversión fue más impresionante, ver a los peces de la laguna con los snorkels. Yo no soy tan valientes como ellos. Disfrutaron mucho esta oportunidad.
El Utumano impresionante desde cualquier ángulo |
El día pasó rapidísimo. Entre la vida acuática y la lectura, nos decidimos ir al gimnasio del hotel para movernos un poco. Mientras tanto las niñas se iban a nadar a la pisicina del hotel. Con salvavidas. Sí, un vigilante del hotel.
Ensalada pescadodel restaurante Sands, estilo ceviche |
Nuestro recorrido de siempre hacia la casita Brandon |
Después de esto, fuimos a comer al restaurante de la playa. Una ensalada de pescado estilo ceviche del restaurante Sands.
Llegando a nuestra casita Brandon en honor al famoso actor |
Por la tarde sequimos en el agua y mis sirenitos en la laguna, buscando peces. Se supone que también nadan tiburones. Así es que yo estuve vigilándolos para ver si veía a alguno. Estos tiburones son lemon shark y se supone que no son peligrosos. Eso no me lo pude creer y no me lo creo hasta ahora. Pero los huéspedes de este hotel, pasan horas con los snorkels por toda la laguna.
Mi familia se quedaba cerca, no se alejaban de nuestra casita, por suerte para mí.
M familia seguía con la búsqueda de más vida marina |
A este pez lo bautizaron como Bob |
El Utumano al atardecer |
La tarde llegó y con ella el tiempo para arreglarnos e irnos a cenar al restaurante del hotel Reef. Esa noche probamos un postre. Helados hechos en casa. Me encantó el de coco y el de vanilla de Polinesia.
Helado de coco y vainilla |
Y la noche terminó. El plan era levantarse al amanecer para disfrutar la vista. Y así lo hicimos. Esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. Les deseo una bonita tarde.