jueves, 9 de febrero de 2017

Andermatt, Hotel Chedi y el Puente del Diablo

¡Hola! De nuevo para platicarles sobre un nuevo viaje. Un viaje relámpago al Cantón suizo Uri. A la ciudad de Andermatt. La visitamos el viernes 9 de junio. Nos hospedamos en el Hotel Chedi.  El viernes tuvimos mucha suerte con el clima, porque  llegamos por la tarde  y había sol.


Fin de semana para dos

Después de 12 años de no viajar solos, mi esposo y yo dejamos Basilea. Nuestras hijas pasarían dos noches con sus amigas. Las dejamos en buenas manos y tranquilos manejamos unas 3 horas aproximadamente hasta Andermatt, al Hotel Chedi




Llegamos a Andermatt
Rio Reuss





Area de Tiendas



Esa tarde descansamos tranquilamente en la terraza del cuarto. La tarde soleada invitaba a relajarse en la lectura. El espectáculo fue maravilloso contemplando los Alpes Suizos.

Piscina. De lejos, los alpes




Puerta a la naturaleza


El Puente del Diablo, toda una historia


Abajo el viejo, arriba el Nuevo Puente del Diablo


El milagro uniendo dos países. Suiza e Italia


Antes de que se nos anocheciera, decidimos ir a visitar la principal atracción del lugar, el Paso de San Gotardo. El Puente del Diablo.

Cuenta la leyenda que el Diablo fue quien realmente construyó este puente. Resulta que la geografía hacía casi imposible su construcción.  El río Reuss era casi imposible de atravesar, así es que un pastor suizo deseo con todo su corazón que el diablo fuera quien construyera el puente. Y así fue. Como en todos los casos, el Diablo puso su precio y decidió ser el primero en cruzarlo. El campesino le regaló una cabra. Desgraciadamente la cabra fue la primera en pasar y esto enfurecio al Diablo.   Este lanzó una roca, para destruirlo, pero una anciana dibujo una cruz y la piedra no lo destruyó. 

Hasta hace poco lograron quitar esa piedra, en 1977 para construir el famoso Paso San Gotardo. El túnel que une a Suiza con Italia. La roca pesaba 220 kilos y medía 127 metros. Esto fue hecho con la tecnología suiza para perforar montañas.



El Diablo y la cabra

Hora de Cenar en el Chedi


Hotel Chedi

Después de ver esta maravilla de la naturaleza y del hombre, regresamos al hotel. Yo me di una escapadita el gimnasio antes de la cena. Cenamos en el restaurante del hotel. Una cena muy tranquila. Antes de dormir, caminamos por la ciudad. El clima era fresco, muy fresco para junio. Pero así es el clima de la montaña.


Restaurante



Cenando



Casi al anochecer

Al día siguiente nos estaba esperando la piscina del hotel. Afuera el agua estaba regulada y agradable para la mañana de junio fría. Un poco de descanso no haced daño.




¡Adiós Andermatt!

El tiempos se pasó volando y era tiempo para ver a nuestras hijitas. Llegamos el domingo por la tarde y fuimos a recoger a nuestra segunda hija que estaba con una de sus mejores amigas. Nuestra primogénita había estado en la Suiza francesa con sus compañeras gemelas y su mamá que la habían invitado a su casa de verano. El mini viaje se dio de manera espontánea, sin planearlo. A veces a sí se disfrutan los buenos viajes, al estilo mexicano. Nos dio gusto regresar y ver que todo había salido bien. Así fue como terminó nuestra experiencia de viajar solos al cantón de Uri. ¡Gracias por leerme y hasta el próximo Aterrizando!

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