jueves, 11 de abril de 2019

En Santa Monica, antes de llegar a Tahiti



Recién llegados desde Toronto 



¡Hola! De regreso para platicarles sobre nuestro corto viaje a Los Angeles durante nuestro camino a Tahiti. Llegamos al aeropuerto de esta ciudad, pero después nos fuimos en un taxi hasta Santa Monica, al Hotel Viceroy.

Aquí estuvimos un día y medio. Nos encantó estar cerca de la playa y de respirar su aire fresco. Después de registrarnos y de ver la habitación, fuimos a caminar a su famoso Pier.


Tongva Park

Era un día primaveral con un sol resplandeciente. Caminamos hasta el Pier, pasando por su parque Tongva. En su embarcadero aprovechamos para tomar fotos y para llenarnos de aire marino.




Llegamos al Pier


Aquí termina la famosa carretera 66


El Pier estaba lleno de turistas. Aquí se puede aprovechar para comer desde hamburguesas, hasta churros. También comprar recuerditos del viaje o bien subirse a la rueda de la fortuna.


El agua estaba demasiado fría para probarla


No vimos a ninguna persona bañándose en las aguas del Océano Pacífico, pero sí a muchas tomando el sol en la playa.


Casi al atardecer


Nosotros no teníamos ninguna prisa, pero el siguiente punto en nuestro programa era buscar un restaurante para cenar


Este embarcadero tiene de todo, desde churros
hasta una rueda de la fortuna


Hamburguesa de Del Frisco´s Grille


No fue difícil encontrar un restaurante. De hecho, decidimos visitar uno justo enfrente del embarcadero, Del Frisco´s Grille. Aquí probamos unas deliciosas hamburguesas.



Hotel Viceroy


De regreso, caminamos  hasta el Hotel Viceroy. Así terminaba el día, un día corto después de viajar desde Toronto. Pero nos daba gusto contar con un poco más de tiempo antes de viajar hacía Tahíti para pasear por Santa Monica.


Su piscina, un poco frío para probarla


Esta ciudad ya la habíamos visitado hace más de 21 años. En esta ocasión, nuestras hijas nos acopañaban. Y al día siguiente, ellas serían las más interesadas en visitar algunas tiendas.



Buenos días, Santa Monica



A la mañana siguiente


El día lo iniciamos súper temprano. A las siete de la mañana ya estábamos desayunando en el hotel. Lo cual nos sirvió para empezar temprano la caminata por Santa Monica.



Su playa

Después de desayunar especialidades mexicanas, nos preparamos para dejar el cuarto. Nuestro vuelo a Tahiti salía a la una de la mañana. Por eso fue que decidimos rentar otra habitación por un día, para pasar el resto de la tarde descansando antes del vuelo de doce horas a Papette, la capital tahitiana.

Mientras tanto, caminamos por la ciudad y visitamos sus tiendas. Nuestras hijas estuvieron muy alegres de visitarlas.

Para la comida del mediodía, decidimos visitar el restaurante Plan Check Kitchen Bar. Ahí yo probé una ensalada Plant, nuestra hija mayor  alitas de pollo, Bonfire chicken;la menor una hamburguesa y mi esposo, claro, otra.


Centro Comercial Santa Monica Place


La última visita fue a la Librería Book Monster. Ahí encontramos un libro para adolescentes en español. Y después, caminamos hasta el hotel para descansar antes de viajar por la noche al aeropuerto.

El buen clima terminaba con una tormenta de playa. El cielo se tornó gris y tuvimos la suerte de alcanzar a llegar al hotel antes de que la lluvia fuera más fuerte.

Así terminó la visita, con el viaje en taxi hasta el aeropuerto de Los Angeles.
En mi próxima entrada, les platicaré sobre el viaje a Tahiti y nuestras primeras impresiones en la isla de Bora Bora. ¡Mil gracias por leerme y hasta la próxima!

jueves, 4 de abril de 2019

Segundo día en Toronto: Una propuesta de matrimonio

Iglesia de San Andrés


¡Hola! De regreso para platicarles de la aventura en Toronto. Llegamos el día anterior, el 2 de febrero. Esa mañana, del 3, el invierno hizo una pausa para que pudieramos caminar por la ciudad.


Pausa del invierno extremo

Después de desayunar, nos abrigamos bien y fuimos a recorrer la ciudad. El objetivo era llegar hasta la Toronto Tower. El clima era de 4 grados y se sentía más caliente por el sol. ¡Y lo mejor, ya no estaba nevando!


Toronto CNN Tower


Mi esposo y yo ya conocíamos la torre. Esta ciudad la habíamos visitado hace más de 20 años. En verano. Totalmente diferente.


Foto obligatoria en la explanada de la torre

Hicimos fila para comprar nuestros boletos y de inmediato comprobamos los cambios. La isla Toronto, Toronto Island, estaba totalmente en blanco. Obviamente así no la visitaríamos. Preferimos volver de nuevo en verano para recorrer esta atracción de nuevo.


Toronto CNN Tower

Fue impresionante caminar sobre su piso de vidrio. No hay motivo para tener miedo, pues el vidrio puede sostener hasta ¡tres ballenas y media!


Su piso transparente


Vista de la ciudad

La altura de la torre es de 553 metros y es el símbolo que identifica a esta ciudad.


Una propuesta de matrimonio



Propuesta matrimonial


De repente nos dimos cuenta que un chico estaba preparando una sorpresa para su novia. Estaba colocando pétalos de rosa y velitas en el piso, mientras ela estaba leyendo unas tarjetitas en la ventana, de espalda a él. Pues resultó ser una propuesta de matrimonio porque sacó un anillo con su estuche.

De repente un soldado se acerca para corroborar la situación. Afortunadamente no pasaba nada anormal y se retiró. Todos los presentes aplaudimos cuando se besaron.


La Isla de Toronto en su vestido invernal




Peso que soporta el vidrio del piso
comparado en animales




Estación del tren

De nuevo al Eaton Center



Comida mexicana en el Eaton Center

El clima estaba cambiando y el sol lentamente se escondía en nuestra caminata por la ciudad. Por eso, era el momento adecuado de visitar de nuevo el Eaton Center. Ahí probamos unas ricas quesadillas con carne y totopos con guacamole.





Esa tarde, la nieve regresaría

El centro comercial estaba llenísimo. Era domingo y resultaba el paseo perfecto para un día de invierno. Y el momento para comprar una pijama de la vie en rose.


Encontré esta pijama de cuadritos de
la Vie en Rose

Regresamos al hotel y el clima ya estaba cambiado. Nadie me creería, pero al día siguiente, amanecimos con menos trece grados. El momento perfecto para despegar rumbo a la soleada California.


Milanesa estilo austriaco del Café Landwer

Antes de cenar, arreglamos las maletas pues dejaríamos algunas cosas en el hotel que no necesitaríamos en el clima de verano en nuestros siguientes destinos. Así fue como nos despedimos de las pesadas chaquetas y botas de invierno. Estos artículos se quedarían en alguna oficina del Shangri-La Toronto. Después las volveríamos a necesitar cuando regresaramos de nuestro viaje a Santiago. En Toronto tomaríamos el vuelo de regreso a Europa y nos quedaríamos de nuevo en este hotel. Fueron muy amables en cuidar nuestro equipaje.



Café Landwer, a unos pasos de nuestro hotel

Nos decidimos ir a cenar al Café Landwer, ubicado justo enfrente del hotel. Este establecimiento fue fundado en Tel Aviv, Israel y tiene algunas sucursales por el mundo, como en esta ciudad, Toronto.

Nos llamaron la atención los nombres de algunos platillos, como la milanesa, Schnitzel en alemán, o el nombre de un postre, Rosalach.

Fue una súper decisión cenar aquí. Algún día regresaremos o lo visitaremos en otro país.


Lobby del Shangri-La


Así terminó el día. Lo siguiente era prepararse para ir al aeropuerto el lunes a las nueve de la mañana. El vuelo a Los Angeles nos esperaba. Pero en menos de dos semanas estaríamos de vuelta en Toronto y en el mismo hotel, después de nuestra visita a Santiago de Chile. Esto se los iré platicando en los siguientes Aterrizando. ¡Mil gracias por leerme y que tengan buena semana!

lunes, 25 de marzo de 2019

Del invierno suizo, al congelador canadiense: Toronto 2019



Así aterrizamos en Toronto


¡Hola! Estoy de regreso con este blog para platicarles sobre un viaje que empezó en Toronto, Canadá y que continuaría por Santa Monica, California, Tahiti, Isla de Pascua y Santiago de Chile.

Viajamos el sábado 2 de marzo. El viaje de Zurich, Suiza hasta Toronto, duró ocho horas que se pasaron volando viendo las películas más recientes. Esta era nuestra segunda visita. Hace 21 años viajamos por primera vez y no en invierno. Sino en verano. 



Vista desde el Shangri-La


Llegamos a las 12 del medidía a esta ciudad de Canadá, después de pasar rápidamente por la aduana y de haber recogido nuestras maletas. Llegamos al Hotel Shangri-La en plena ciudad. En el área de la universidad.  Encontramos una ciudad invernal de menos tres grados centígrados. Ya lo sabíamos. Por eso, nos habíamos llevado nuestras chaquetas más calientes, las gorras, bufandas, guantes y claro, las botas de nieve.  

Caminando por el área de la Universidad


Dejamos Basilea, Suiza, en un clima más bien templado. Invierno de 8 a 11 grados. Después de bañarnos, nos fuimos a tomar un refrigerio al Tim Hortons. Después regresamos al hotel y descansamos un poco antes de ir a recorrer la ciudad antes de cenar.




Fajita con chipotle




Patinadores en la Plaza Nathan Phillips



En la Plaza Nathan Phillips


Bien abrigados, recorrimos las calles de esta ciudad.  Nos encantó ver a los patinadores de la Plaza Nathan Phillips.. Les pregunté a nuestras dos hijas si acaso ellas también querían patinar, pero dijeron que no se les antojaba, que hacía mucho frío.


El Palacio Municipal al fondo


Centro Comercial Eaton Center: la vida subterránea en Toronto



Eaton Center



Este centro comercial ya lo conocíamos mi esposo y yo. hace 21 años fuimos por primera vez. Estaba casi igualito. Obviamente las tiendas han cambiado, pero el centro se conserva igual. Muy bien conservado

Me tocaba estrenar pijama de la Vie en Rose


Lo especial en Toronto, son sus corredores subterráneos por dónde sus habitantes de resguardan del invierno.

Estos están localizados a lo largo de la ciudad y son subterráneos. Así se conectan tiendas, calles, edificios, cafés, restaurantes entradas al Metro y claro, salidas a la superficie. Son la mejor manera de protegerse en los días de invierno. A estos caminitos subterráneos se les conoce como PATH y están distribuidos en 27 kilómetros.


Para cenar: Le Keg


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El primer día de vacaciones estaba por terminar. Pero antes, fuimos a cenar a Le Keg, un restaurante de carne asada, que conocimos en nuestra primer visita a Canadá, hace más de 2o años. Es una cadena canadiense y están distruibuidos por todo el país.

Esa sábado por la noche y esperamos un poco por nuestra mesa. Pero valió la pena. Después de comer nuestra carne asada, regresamos al hotel. En la siguiente entrada les contaré qué visitamos al día siguiente en esta ciudad, bajo un sol hermoso, en pleno inverno canadiense. ¡Gracias por leerme!



jueves, 21 de febrero de 2019

En Sydney por dos noches. Abril 2018






¡Hola! De regreso en este Aterrizando para platicarles de nuestra llegada a Sydney, Australia. Era el 5 de abril del 2018. Veníamos de un viaje que había empezado en Corea del Sur, en Nueva Zelanda y que ahora nos traía a este continente.

Viajamos desde Auckland. En tres horas ya estábamos en Sydney. Llegamos al hotel Quay West. Ahí nos habíamos quedado en el 2012, así es que todo nos era familiar.


Nos preparamos para ir a caminar por el Circle Quai y ver de cerca la famosa Opera. Ya era tarde y sólo comimos algo ligero en un café al lado del Circle Quai. La noche nos esperaba para descansar.



Sydney nos estaba esperando



Nos despertamos con esta imáagen de la Opera desde el cuarto


Despertamos con la belleza de la Opera y del Puente Harbour, los dos símbolos de Sydney. Tuvimos esta vista desde el Quay West. Siempre lo recordaremos. Pero bueno, el día empezaba y teníamos hambre. Nos arreglamos y fuimos a buscar un café en la ciudad. Y lo encontramos en el Circle Quay. Uno muy italiano con vista al Puente Harbour, Portobello Cafe.


Y con ésta del Sydney Harbour Bridge


Frente al Portobello Cafe


Comimos cuernitos con jamón, roles de canela y claro, capuchinos. Las niñas tomaron jugos de naranja. Disfrutamos esa mañana llena de sol y de tranquilidad sin tener ninguna prisar por terminar. Pero de alguna manera teníamos que iniciar nuestro camino por la ciudad, o mejor dicho, continuarlo.




Siempre tendremos esta imagen en nuestros corazones


Caminamos hacia la Opera para hacernos las tradicionales fotos. Le dimos la vuelta al edificio y recordamos que en el 2012 el edificio estaba en construcción, la plaza estaba siendo renovada. Esta vez que lo visitamos, los trabajos habían terminado.


Como todos los turistas, haciéndonos fotos


Jardín Botánico



Caminamos por el Parque Royal Botánico. Fue una excelente excursión para la familia. Disfrutamos el clima y al mismo tiempo hicimos ejercicio. 



Comiendo Tacos de Guzmán y Gómez


Y bueno, lentamente teníamos hambre. Nuestro siguiente punto en el programa del día, era visitar la taquería Guzmán y Gómez, que conocimos durante el 2012, durante nuestra visita a Brisbane. Para eso, caminamos rumbo a la ciudad, al Martin´s Place.


Finalmente tuvimos nuestros tacos de Guzmán y Gómez


Era la hora del mediodía en esa área de compañías de Sydney. Todo mundo salió a comer, y al parecer, tacos. Hicimos fila y esperamos pacientes nuestra entrega. Pero valió la pena.



Visitando Queen Victoria Building



Y bueno, seguimos caminando por la ciudad. Llegamos al Queen Victoria Building, un edificio lleno de tiendas. Este centro comercial ya lo conocíamos y nos gustó regresar. Es un edificio lleno de luz a pesar de ser antiguo. Guarda detalles de antaño como el piso de sus pasillos. Un lugar que nungún turista debe dejar de visitar


Queen Victoria Building


Darling Harbour


Pero el camino nos llamaba de nuevo y esta vez llegamos caminando hasta el Darling Harbour. Este lugar es el atractivo para pasar las tardes y noches en sus restaurantes y tiendas.



Darling Harbour


Para completar el paseo del día, tomamos el ferry rumbo al Circle Quay. Una manera excelente de ver la Opera y el Harbour Bridge desde el mar.



En el Ferry




Viajando con el Ferry de regreso a Circle Quay




El famoso parque de atraciónes


Y sí, en el pleno fresco marítimo, vimos la Opera y el Harbour Bridge. Disfrutando la tranquilidad de las vacaciones. El barco no estuvo lleno, así es que todavía más cómodo.


Vista desde el Ferry



Adiós Sydney


Llegamos al Circle Quay. Caminamos al Quay West y descansamos un poco antes de regresar a la ciudad para cenar. Esa noche nos esperaba una mesa en el restaurante de carne asada The Cut, en el área de The Rocks, un lugar famoso a dónde llegaron los colonizadores ingleses.



¡A cenar!


La cena fue deliciosa. El encanto se estaba acabando. A la mañana siguiente nos esperaba el vuelo para regresar a Corea del Sur, ahí pasaríamos una noche antes de regesar a Europa.



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Pero esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Muchas gracias por leerme y hasta el siguiente!