miércoles, 2 de abril de 2014

En la Playa de Dubai




¡Hola!, hoy continúo mi relato sobre la visita a Dubai, durante las vacaciones decembrinas del 2014. En esta ocasión les quiero platicar sobre la visita al hotel Jumeirah Beach Hotel, a la playa y a sus instalaciones familiares. Era el 28 de diciembre.


Vista desde el Emirates Towers. El edificio
delgado es el Burj Khalifa



Este hotel lo hemos visitado 3 veces y nos gusta mucho porque está orientado a familias y tiene playa. Es grande, está a lado del Burj Al Arab y del parque acuático Wild Wadi, del que tanto disfrutan nuestras hijas, como todos los visitantes.  En esta visita a Dubai, en diciembre, quisimos ir a otros hoteles y conocer otra perspectiva de la ciudad. Fue así, que como visitantes del hotel Emirates Towers, teníamos el derecho de visitar las piscinas del Jumeirah Beach Hotel, porque los dos pertenecen a la misma cadena. Además, la pisicina del Towers es pequeña, en comparación con el área del hotel playero del Jumeirah.




Por suerte pudimos visitar el Jumeirah Beach


De regreso a la playa del Jumeirah

Y así nos fuimos. Pudimos esperar el camioncito del hotel, pero tomamos un taxi. Queríamos estar lo más rápido posible en la piscina. En Dubai los taxis tienen precios muy accesibles, gracias a Dios, no son un lujo y es un servicio súper seguro. ¡He viajado sola en este mundo árabe y no me ha pasado nada! Por aquéllo de que la mujer en este país depende de su marido. ¡No hay que tener miedo de usarlos! Incluso existe la línea Pink Taxi, un servicio donde las mujeres conducen a otras mujeres. Una idea increíble para que la ciudadana árabe se integre a la vida económica. ¡Un punto extra para este emirato!



¿La mejor vista de la playa?
El Burj al Arab




Regresando a la playa, les puedo decir que a diferencia de Doha, Qatar, Dubai tenía una temperatura ideal para ir a la piscina. Más de 25 grados. Por suerte, el agua de las piscinas del hotel Jumeirah Beach siempre está caliente. Un deleite para los niños, que no sufren del frío y para los adultos también.




¡Por fin se nos hizo visitar el
Beachcombers!


Estuvimos ahí toda la mañana y las niñas tuvieron lo que ya conocían. Una paleta helada de limón. Esto es un obsequio del hotel a los visitantes. En verano, con más de cuarenta y cinco grados. Es un placer tener este refrigerio.

Llego la hora de la comida y fuimos al restaurant playero del hotel, Beachcombers. Siempre, en nuestras visitas del verano, era un lugar prohibido. ¿Por qué? Porque era imposible sentarse afuera con un calor de más de cuarenta y cinco grados. Pero en diciembre, la temperatura es perfecta para una comida al mediodía. La especialidad del Beachcombers, pizza. ¡Deliciosa mi diavola!



Un paseo por la Marina, con las siete
banderas que conforman los Emiratos



Después de la comida, hicimos un breve paseo en la Marina del hotel. Regresamos a la piscina y después casi nos preparamos para volver al Emirates Towers. La mañana transcurrió muy deprisa. El día continúo con la visita al Dubai Mall, para variar, y con una cena en el área lounge del hotel en donde estábamos registrados.  La cena estaba incluída. Pequeños bocadillos, pero con una bella vista de la ciudad.


Vista desde el área lounge del Emirates Towers, sobre
la avenida Sheikh Zayed Road



Esta fue la última noche. A la mañana siguiente, nos iríamos al Hotel Kempinsky, que está ubicado en el Mall of the Emirates. ¡No puedo negarlo, una experiencia que deseaba de todo corazón!

Pero esto se los cuento en el próximo Aterrizando. En la última, por fin, parte sobre las vacaciones de diciembre. Les deseo una bonita semana y hasta el próximo Aterrizando. ¡Gracias por leerme!



Los elevadores del Emirates Towers,
¡toda una diversión para nuestras hijas
por su velocidad!

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