miércoles, 9 de abril de 2014

Dubai, durmiendo en el centro comercial



¡Hola, de regreso para compartirles los dos últimos días en Dubai, durante las vacaciones decembrinas! Después de las vacaciones de Cuaresma les contaré de mi viaje a Monterrey, Nuevo León, de donde soy originaria y de la visita a Panamá y a Aruba.

Las vacaciones del diciembre 2013 se estaban acabando. Dejamos el hotel Emirates Towers, como les contaba en el último Aterrizando para hospedarnos en el Hotel Kempinski, ubicado en el centro comercial Mall of Emirates, famoso por su pista artificial para esquiar. Era el 29 de diciembre.


Conociendo hoteles, como en las Vegas



¡Llegamos al siguiente hotel!



Viajar en diciembre a Dubai, me recordó el primer viaje a la ciudad de las Vegas que hice con mi esposo. Estábamos recién casados y en ese viaje a la ciudad del juego, conocimos no sé cuantos hoteles. Yo hubiera estado muy a gusto en un hotel por el tiempo en el que estaríamos en la ciudad, pero mi esposo quería conocer todos los hoteles posibles.

Así fue este viaje en Dubai. Estuvimos en tres. Normalmente siempre habíamos estado en el Jumeirah Beach, y una vez en el Radisson Blue, en el Creek. El Jumeirah nos gusta mucho por su playa y por su orientación familiar. Esta vez estuvimos en el Fairmont the Palm y en el Emirates Towers. Cuando llegamos al Kempinski, mi corazoncito empezó a latir más fuerte, por dormir en un centro comercial. No tendríamos preocupación de regresar al hotel, ya que el hotel tiene una entrada en el mismo.


Esperando por un cuarto de no fumar, en el que sí fumaron



Mall of the Emirates


Hicimos el registro y esperamos un poco por nuestra habitación. Nos tomamos un cafecito en el vestíbulo del Kempinski. Al subir a nuestra habitación, nos dimos cuenta de que los huéspedes anteriores habían fumado y el cuarto era non smoking. Así es que mi esposo se dio a la tarea de ir de nuevo a la recepción y hacer todos los cambios. Finalmente llegamos a la habitación definitiva. Nos cambiamos y nos fuimos directo al Mall of the Emirates.



En el Cheese Cake Factory. Su lámpara como hilos
de caramelo



Era mediodía y nuestras hijas tenían hambre. The Cheeese Cake Factory se encuentra al costado derecho de la entrada del Kempinsky. Era la primera vez que visitábamos este restaurante. En nuestros viajes anteriores a Dubai, lo habíamos visto, pero nunca comimos ahí. En Dubai, se encuentran todas las cadenas americanas e internacionales de comida y de tiendas de moda.



Platillo mexicano de The Cheese Cake Factory




La decoración del Cheese Cake Factory es muy alegre y el servicio, ni se diga. No esperamos mucho por una mesa y la comida llegó rapidísimo. En esa ocasión no probamos sus pasteles. Sólo nuestra hija mayor se decidió por unos brownies con helado. ¡Dios mio, qué porciones! Exactamente como es el estereotipo de la comida americana. ¡Super size me! fue lo primero que me vino a la mente al ver un apetitoso plato de tres pastelitos de chocolate entre tres torres de crema batida. ¡Y helado, por supuesto! Todos tuvimos que comer rápido nuestra comida salada y ayudarle a nuestra hija mayor.

Mi esposo pidió una pasta y yo comí enchiladas estilo suizo. Eso fue un punto extra que le di al restaurante, por incluir comida mexicana. Mi comida venía acompañada de arroz rojo y frijoles. La pequeña sólo comió papás fritas y una ensalada.



Buscando los regalos navideños a finales de diciembre




Sky Dubai: Un mundo de nieve en
el desierto



Como en Navidad mi esposo y yo no nos regalamos nada, porque sabíamos que iríamos a Dubai, pues en este centro comercial seguimos buscando nuestros respectivos regalos navideños. El Mall of the Emirates es famoso por tener una pista de nieve. Todos los visitantes podemos ver a los emirati, felices de dejar a un lado el calor y tocar el polvo blanco. Nosotros nunca lo hemos visitado, porque vivimos en Suiza y en invierno sus montañas son perfectas para esquiar. Probablemente es un daño muy fuerte al medio ambiente, el contar con una pista de nieve en medio del desierto. Esta es una de las contradicciones en Dubai.



El Dubai Sky visto desde la habitación


El día terminó con una cena en un restaurante libanés del centro comercial. Al Hallab. Realmente picamos una entrada, porque después del mediodía en el Cheese Cake Factory, no teníamos mucho apetito. Y sí, la experiencia de la comida libanesa es totalmente recomendable. Las entradas como el hummus, sus ensaladas y el pan árabe, nos encantaron. Mi esposo pidió un pollo asado, bueno, probaditas, y estuvo delicioso. Picosito y muy bien condimentado. ¡Tendremos que regresar al Al Hallab!



Tiempo de piscina en el último día



El 30 de diciembre se acababan nuestras vacaciones. El 31 volaríamos de regreso a Zurich, Suiza y de ahí a Basilea. En casita celebraríamos el fin de año.



Tarde de alberca en el Kempinski



Por eso, ese día lo dedicamos a estar en la piscina, la última oportunidad de disfrutar el calor, antes de regresar a la fría Europa. Mi esposo se adelantó con las niñas y yo me fui antes al gimnasio. Esta vez no pude visitar ninguna clase de Zumba, pero por lo menos en todos los hoteles pude subirme a una máquina de cross trainer de última tecnología. Con pantalla de televisión incluída.

Después de visitar la piscina, le dimos una segunda oportunidad al Cheese Cake Factory y compramos sus típicos pays de queso. Yo me estaba muriendo por probar uno con dulce de leche. Mi esposo compró uno con chocolate y las niñas los típicos de queso. Estaba delicioso, pero no los pudimos acabar. El problema con the Cheese Cake Factory son las porciones. Espero un día las reduzcan. Es imposible terminarte tu pastel.


¡Adiós Kempinski, adiós Dubai!




Por la tarde seguimos de compras, era la última oportunidad, antes de regresar a Suiza. Cenamos en el restaurante de carnes asadas the Butcher Shop and Grill, en el centro comercial. Así acababa el día y el 31 lo dejaríamos a las seis de la mañana para iniciar el camino de regreso. Llegamos al Aeropuerto de Zurich, después de transbordar en Doja, Catar, en donde había empezado nuestro viaje dos semanas antes. Llegamos a Basilea, Suiza, casi al anochecer, listos para celebrar el fin de año.

¡Muchas gracias por leerme y hasta el próximo Aterrizando! Les platicaré sobre la ciudad de Panamá y su Canal. ¡Que tengan una bonita semana!







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