miércoles, 28 de mayo de 2014

Bon Bini a Aruba




Salimos de Panamá rumboa  la isla caribeña



Hola, de regreso para platicarles sobre la siguiente estación de nuestro viaje en marzo del 2014: la isla caribeña de Aruba. Un paraíso en muchos sentidos. Como la Acompañante, me subí solo al avión, y fui aprendiendo con mi esposo, las atracciones de este país.



Si elijo emigrar un día, seguro sería a Aruba


Esta isla tiene la suerte con contar con un clima estable durante todo el año. No ha sufrido grandes estragos meteorológicos como huracanes. El turista que viene a refugiarse del invierno de su país, cuenta con la suerte de tener días soleados y calientes durante sus vacaciones. Aunque el arubense quisiera tener más lluvia de la que suele caer. Sólo lo suficiente para tener contenta a la vegetación de la isla.




Así vimos la isla antes de aterrizar



Durante nuestra estancia, me sentí de lo más cómoda. Porque los arubenses son un pueblo políglota. Hablan cuatro idiomas oficiales, entre ellos el español. Hay que recordar que Venezuela está muy cerca de la isla. Pero dentro de sus idiomas reconocidos, el arubense habla un dialecto llamado papiamiento. Una mezcla de español y portugués que se escucha muy bonito. Si un día elijo un país para emigrar, bueno, para pasar mi vejez, este sería Aruba, por la comodidad del lenguaje y la calidez de su gente.


Pero antes de que les hablé más del país, les cuento nuestras anécdotas para llegar hasta ahí.



Llegando en avión y no en crucero como los cuatro mil turistas por día




Llegamos por avión, no en crucero, como la gran mayoría



Como les contaba en el anterior Aterrizando, dejamos Panamá muy temprano. El vuelo con Copa Airlines era a las 8:30 de la mañana. Como siempre, salimos muy temprano para no tener contratiempos. Ya en el aeropuerto, esperamos, pero hicimos una escala de compras. Mi marido necesitaba un nuevo cinto y entramos a Façonnable. El vuelo hasta Aruba resultó muy placentero y los encargados de vuelo estuvieron muy al pendiente de todos los pasajeros. En mi opinión, un buen servicio porque pasan dos veces para servir las bebidas a los pasajeros. Les doy un diez en el trato al cliente.



En el hotel, encontramos a muchos como él. Especialmente
a la hora del medio día

Y aterrizamos. Desde el avión, vimos el azul turquesa del mar. Mi esposo había reservado un transporte hasta el hotel. Desde que llegamos a la isla, nos dimos cuenta que el comercio de productos de lujo juega un papel muy importante en la isla. Por desgracia esta isla está saturada de turistas, especialmente por aquéllos que llegan en crucero. ¡Cuatro mil turistas por día! Llegan en la mañana y pasan casi todo el día en Aruba. Hay quienes conocen la isla con actividades, pero otros, y al parecer, muchos, recorren el centro de Oranjestadt, la capital, para comprar relojes de marca, hasta anillos de brillantes.  Nosotros no aparecemos en este porcentaje de turismo.




Esperando para entrar a la piscina y conocer la playa


Y llegamos al hotel Ritz-CarltonAruba Ocean Club, localizado en el área de Palm Beach. Eran apróximadamente las doce y media y tuvimos que esperar a que dieran las tres de la tarde para entrar a la habitación. Pero antes, nos recibieron con un vaso de champaña y unos jugos para nuesras hijas. Las niñas ya estaban desesperadas por entrar a la piscina. Las entretuvimos con la comida en el restaurante Madero, que está ubicado entre las piscinas, al aire libre. Fue interesante ver a las iguanas paseando por los jardines y a sus compañeras, las pequeñas lagartijas en color verde  y azul.


¡Por fin, hora de ir a la piscina!



Entramos a la habitación y nos preparamos para ir a la piscina. Nos pusimos una buena cantidad de crema de protección solar. No había mucho viento, pero el sol, sí que estaba fuerte. Las niñas se pusieron sus playeras de surfeo, para una mejor protección.



El primer atardecer en Aruba


¡Disfrutando de la noche caribeña!



La noche llegó y nos fuimos a cenar al restaurant Solanio, el menú era italiano. El clima estaba maravilloso y en los jardínes había fogatas que le daban un toque muy romántico a nuestro primer día. Estuvimos muy contentos de que todo había salido bien y más contentos nos ponía contar los siguientes días en que estaríamos en esta isla del Caribe.  Por lo pronto los dejo y en el siguiente Aterrizando, les contaré un poco sobre el país que aunque no pertenece a la Comunidad Europea, sí goza de sus privilegios. ¡Gracias por leerme y que tengan una buena semana!

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