miércoles, 19 de noviembre de 2014

Entre el museo, parque y tiendas: Ultimo día en Nueva York



La Cabaña Sueca




¡Hola! Estoy finalmente de regreso con esta entrada. Después de una pausa obligatoria por la actualización de mi sistema operativo en la Macintosh, vuelvo a escribirles sobre nuestra visita a Nueva York, durante el mes de agosto del 2014. Nuestros archivos fotográficos se nos escondieron al hacer la actualización, pero ya están de nuevo visibles. Un trabajo de mi esposo. De todas maneras tenemos una copia por si acaso.


Disfrutando el Central Park



Su lago



Después de este relato que me mantuvo alejada de la entrada semanal, les cuento que nuestros días en esta ciudad se habían acabado. A la mañana siguiente partiríamos a Florida. Pero ese día lo disfrutamos al máximo en esta ciudad que nunca duerme.

Era el 8 de agosto, viernes. Desayunamos de nuevo en Cosi, una cafetería no muy lejos del hotel, de la cual ya les había hablado. Después de prepararnos en el hotel, tomamos un taxi que nos llevaría hasta el Central Park. Pues el camino desde la Park Avenue resultaría largo.



Castillo Belvedere




Llegamos al parque. Realmente se podría pasar todo un día visitando sus instalaciones. Decidimos entrar por la parte del Castillo Belvedere, cerca del lago. También estuvimos en la cabaña sueca.
El día avanzaba y nuestro siguiente destino era el Museo Americano de Historia Natural. Durante nuestro trayecto por el parque vimos a los neoyorquinos disfrutando de su caminata o trote y claro, de su paseo en bicicleta. Central Park es el pulmón de esta gran ciudad.


Museo Americano de Historia Natural






¡Listos, vamos por nuestros boletos!




Los dinos voladores. Valió por completo
visitar esta exposición temporal




Visitando la sala de las Culturas Precolombinas




Y después de unos quince minutos de caminata, ahí estaba, el Museo, que se ha hecho famoso por la película Night at the Museum. El edificio principal cautiva al visitante. En su interior, las filas para comprar boletos se abultaban. Turistas y grupos de escolares, probablemente de guarderías o de campamentos, se alegraban de antemano por conocer todos los tesoros dentro del mismo.  El Museo es uno de los más grandes del mundo y cuenta con 27 edificios conectados entre sí. A su alrededor se encuentra el Parque Theodore Roosevelt. Obviamente este personaje es básico en la historia de la película sobre el museo.



Calendario Azteca. Réplica




Nuestro turno para comprar los boletos llegó rápido. Decidimos hacer la visita especial a la exhibición de Pterosaurios; los dinosaurios voladores. El museo está muy organizado, y nos dio una hora específica para visitar esta exposición. Nos tocaría a las once cuarenta y cinco de la mañana. Mientras tanto, visitamos las salas de Mamíferos, las salas de los Orígenes y Culturas Humanas y las salas de Fósiles. Nuestras hijas estuvieron maravilladas. Y nosotros también.




Sala interactiva cuyas visitas son controladas por horas 




Simulando volar como un Pterosauro




Llegó nuestro turno de visitas para la exhibición de los dinosaurios voladores. En esta sala, los niños aprenden de manera interactiva quienes y cómo eran estos dinosaurios. A nuestras hijas les gustó la plataforma que los invitaba a imitar el vuelo de los Pterosaurios. Ahí se dan cuenta que volar no es tan fácil. Sin esfuerzo, el niño o dinosaurio, se caía en el efecto de simulación.



No es un cuadro, es una exhibición al tamaño real



De regreso al Central Park



Applebee's, Disney Store, Bryant Park y Macy's





Central Park, centro vital para el neoyorquino





Nuestra visita concluyó con una pausa culinaria afuera del museo. Comimos un típico hot dog de carrito. Después caminamos de nuevo dentro del Central Park, pasamos su lago y las niñas disfrutaron los jardínes para hacer maromas. El verano en Nueva York invita a todo mundo a disfrutar de esta área verde.


Vámonos a Time Square




Postre en el Applebee's




Después caminamos hacia Times Square. Era la hora de comer y entramos en el restaurant Applebee's. Caminamos por el gentío, porque así es en esta zona, las calles están llenas de turistas y neoyorquinos. Para alegría de las niñas, entramos a la Disney Store. La siguiente parada fue el Parque Bryant. De ahí, caminamos hasta la Park Avenue, de regreso al Hotel Gansevoort, para hacer una pausa.




¡Toda una leyenda! El Show de Letterman




Por la noche teníamos planeado ir a la tienda Macy's mas grande de Estados Unidos, ubicada en Herald Square. Fue imposible verla por completo. Primero fuimos al departamento de ropa de niñas y estaba como saqueada. Sinceramente era un caos.  Después fui a la ropa de dama y bueno, no salí desilusionada de ella, porque encontré algunas cositas.

Caminando de regreso a Park Avenue, encontré una tienda de recuerditos y ahí compré mi camiseta de Superman, pues la quería usar para bailar en mis clases de Zumbakids, la canción de Supergirl.



Pausa en el Bryant Park





La cena la haríamos de nuevo en las cercanías de Park Avenue. Decidimos ir al restaurante California Pizza Kitchen. Así fue como cerramos nuestro último día en Nueva York.




El Macy's más grande de la Unión Americana



¡Feliz, no lo puedo negar!



¡Adiós Gansevoort, adiós NY!




A la mañana siguiente nos levantamos temprano para ir hacia el aeropuerto John F. Kennedy. Ese día volaríamos a Florida. A Orlando. Ahí viviría mi primera Zumba Convention. Pero antes, pasaríamos unos días en Clearwater Beach.  Esto se los cuento en el siguiente Aterrizando. ¡Muchas gracias por leerme y que tengan una buena semana!

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